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No pocas veces he escuchado la expresión «es depende», generalmente en respuesta a una pregunta. De hecho, una búsqueda rápida en redes sociales me arrojó frases como «Es depende de la crianza», «Es depende del “mood” [estado de ánimo]», etc. Sin embargo, no es algo que se vea en textos formales o medios de comunicación con mucha frecuencia.
Por cierto, no me refiero a construcciones como «La respuesta [a tu pregunta] es depende», en la que «depende» es el predicado, sino a los casos en los que el verbo «ser» actúa prácticamente como un auxiliar de «depender», lo cual es impropio de la gramática.
El blog Castellano actual apunta a una posible hipótesis del porqué de la popularidad de la innecesaria fórmula: «Atendiendo al uso, la presencia del verbo “ser” lleva a pensar en que el hablante no consideraría “depender” como un verbo, sino más bien como un sustantivo, equiparándolo con “cuestión”, con el que sería intercambiable: “Todo es ‘depende’ de cada uno” por “Todo es ‘cuestión’ de cada uno”».
Cuéntenme si han escuchado esta expresión y a qué creen que se deba.
Finalmente, en relación con lo que señala el blog, no hay que olvidar que, en efecto, el verbo «depender», en todos los casos, va acompañado de la preposición «de». Por eso, la Fundéu ha recordado que expresiones como «Depende a quién le preguntes» son inadecuadas. La forma correcta es «Depende de a quién le preguntes». La preposición es indispensable incluso si entra en escena la conjunción «que»: «Depende de que llegue temprano».