Desde el pasado viernes, Juan Gregorio Eljach Pacheco adquirió muchísimos atributos de los que no se había enterado el país en sus 12 años de Secretario General del Congreso de la República. En una seguidilla de comunicados, los partidos políticos anunciaron sus votos a favor del abogado costeño que, en 72 horas, pasó de estar eliminado de la terna a entrar a ella, jugar la final y ganar por w.
En esos mensajes que se traducen en votos y en seguros de vida, los congresistas con asiento en el parlamento enumeraron las razones por las cuales Eljach estará a la cabeza del poderoso ministerio público. Menores eran los elogios conocidos en el mundo legislativo que lo definieron siempre como funcionario eficiente, abierto, amable, simpático, equitativo, conocedor, trabajador, balanceado, dieron paso a un listado de virtudes y cualidades que no debe más que alegrarnos a los ciudadanos. ¡Qué hombre tan probo estaba perdido en la lista de candidatos! y qué perdida estuvo la Corte Suprema de Justicia al no darle ni un solo voto en su escogencia de ternado.
Liderazgo, compromiso, imparcialidad, objetividad, inquebrantable honestidad, integridad a toda prueba, transparente, experto jurista, idóneo, garantista, educador, defensor de los derechos humanos, creador de consensos, cumplidor de la ley, defensor de la demócrata, hoja de vida intachable, honorable y profesional, independiente y defensor de la separación de poderes.
Los congresistas de los partidos de la U, Conservador, Liberal, Mira, En Marcha, Verde, Comunes, y los de oposición que, a esta hora, viernes por la tarde, todavía no hacían el comunicado, tenían en el primer piso del Capitolio, ahí a su lado, en esa gran oficina, que si hablara se escribirían libros, al mejor de los colombianos para ser procurador y no necesitaban a las Cortes para descubrirlo. Siempre es mejor lo bueno conocido y más si es de la familia.
El regocijo por el elegido también se vivirá en la presidencia de la República. Eljach llegará con una nota de agradecimiento al presidente y su gobierno, y entonces se consolidará un consenso político en el seno del parlamento, sin distingos de derecha ni de izquierda, ni de gobierno ni oposición. Una postura unánime como nación, muy necesaria, por demás, en los tiempos que vivimos.
Desde el pasado viernes, Juan Gregorio Eljach Pacheco adquirió muchísimos atributos de los que no se había enterado el país en sus 12 años de Secretario General del Congreso de la República. En una seguidilla de comunicados, los partidos políticos anunciaron sus votos a favor del abogado costeño que, en 72 horas, pasó de estar eliminado de la terna a entrar a ella, jugar la final y ganar por w.
En esos mensajes que se traducen en votos y en seguros de vida, los congresistas con asiento en el parlamento enumeraron las razones por las cuales Eljach estará a la cabeza del poderoso ministerio público. Menores eran los elogios conocidos en el mundo legislativo que lo definieron siempre como funcionario eficiente, abierto, amable, simpático, equitativo, conocedor, trabajador, balanceado, dieron paso a un listado de virtudes y cualidades que no debe más que alegrarnos a los ciudadanos. ¡Qué hombre tan probo estaba perdido en la lista de candidatos! y qué perdida estuvo la Corte Suprema de Justicia al no darle ni un solo voto en su escogencia de ternado.
Liderazgo, compromiso, imparcialidad, objetividad, inquebrantable honestidad, integridad a toda prueba, transparente, experto jurista, idóneo, garantista, educador, defensor de los derechos humanos, creador de consensos, cumplidor de la ley, defensor de la demócrata, hoja de vida intachable, honorable y profesional, independiente y defensor de la separación de poderes.
Los congresistas de los partidos de la U, Conservador, Liberal, Mira, En Marcha, Verde, Comunes, y los de oposición que, a esta hora, viernes por la tarde, todavía no hacían el comunicado, tenían en el primer piso del Capitolio, ahí a su lado, en esa gran oficina, que si hablara se escribirían libros, al mejor de los colombianos para ser procurador y no necesitaban a las Cortes para descubrirlo. Siempre es mejor lo bueno conocido y más si es de la familia.
El regocijo por el elegido también se vivirá en la presidencia de la República. Eljach llegará con una nota de agradecimiento al presidente y su gobierno, y entonces se consolidará un consenso político en el seno del parlamento, sin distingos de derecha ni de izquierda, ni de gobierno ni oposición. Una postura unánime como nación, muy necesaria, por demás, en los tiempos que vivimos.