Nos hemos ensañado con las malas noticias que, desafortunadamente, se originan en este querido departamento con el cual, reconozcámoslo, hemos sido injustos satanizándolo con no pocas exageraciones que resultan injustas porque no existe un equilibrio informativo y todo lo que de allá se dice es malo, negativo y pesimista. Por ello, es preciso destacar la puesta en marcha del Centro Recreativo Caña Dulce, inaugurado el fin de semana pasado en Santander de Quilichao, segundo municipio caucano.
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Nos hemos ensañado con las malas noticias que, desafortunadamente, se originan en este querido departamento con el cual, reconozcámoslo, hemos sido injustos satanizándolo con no pocas exageraciones que resultan injustas porque no existe un equilibrio informativo y todo lo que de allá se dice es malo, negativo y pesimista. Por ello, es preciso destacar la puesta en marcha del Centro Recreativo Caña Dulce, inaugurado el fin de semana pasado en Santander de Quilichao, segundo municipio caucano.
Con una inversión superior a los 40 mil millones de pesos, la Caja de Compensación Familiar del Cauca se le midió a este megaproyecto que favorecerá a miles de familias nortecaucanas. Ellas podrán disfrutar de cuatro piscinas para todas las edades e igual número de toboganes, uno de ellos de 14 metros de altura.
Cuenta, además, con una amplia zona deportiva con tres canchas de fútbol 5, y dos de fútbol 11 en grama natural y una cancha múltiple, un salón social con capacidad hasta para 800 personas, ideales para la recreación, los deportes y el turismo, un espléndido parque acuático y la más variada gastronomía especializada en las delicias de las cocinas ancestrales del Cauca Grande.
Cerca de cuatro mil personas ingresaron a Caña Dulce en su primer fin de semana, lo que asegura no solo un éxito total, sino también una demanda tal que demuestra la carencia que existía de este tipo de lugares para el esparcimiento y entretenimiento en un ambiente único en su género.
Y aquí hay que mencionar a su gestor y promotor, Juan Cristóbal Velasco Cajiao, un popayanejo de esos que quedan pocos, quien luego de muchos años en la dirección de Comfacauca lideró lo que se decía era un imposible, y ahí lo tienen. Caña Dulce harta falta le hacía a los quilichagueños y a los habitantes circunvecinos, como un mecanismo de solaz y distensión tan importantes para el compartir en sana paz de Dios.