
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Ahora sí se hundió ese viejo anhelo, que lleva más de 20 años, de hacer una carretera que disminuyera la distancia y el tiempo para ir y venir al primer puerto de Colombia que es Buenaventura.
El recorte del MinHacienda de 12 billones en el presupuesto de este año significa para el Valle del Cauca un entierro de pobre no solo para esta necesaria vía sino, además, el prometido fortalecimiento del alcantarillado de Cali y la Escuela Nacional del Deporte, los tres garantizados sobre mármol por el alto gobierno en una de las tantas reuniones con los gobernadores de turno, las bancadas parlamentarias, los gremios, los medios y la opinión pública.
Como era de esperarse, el ministro de turno salió con la excusa de siempre al decir que no es un recorte sino un aplazamiento, aun a sabiendas de que nadie, ni él mismo, va a creer semejante mentira (en lo que es experto este gobierno).
Y la excusa cae como anillo al dedo: se requiere plata para el Catatumbo y hasta para hacer las elecciones del 2026 (ojo) y ante eso, “quién dijo miedo” porque frente a esa disculpa, no hay nada que hacer.
Por eso es que las protestas que no se han hecho esperar son pataletas de ahogado y ya verán cómo va a ser el manejo de esos dineros en un capítulo más de los escándalos a que ya nos tienen acostumbrados sin que nada pase.
Triste lo de la Mulaló-Loboguerrero, único proyecto de una nueva carretera para el Valle del Cauca que iría a beneficiar al país entero mientras que en otras regiones se han construido docenas de vías, no todas ellas de la importancia de esos 32 kilómetros imprescindibles para mejorar la competitividad del olvidado y cenicientezco Pacífico Colombiano.
Empero, y como dijo el ciego, amanecerá y veremos.