Colombia exporta muy poco y lo hace con productos poco diversificados. En una economía abierta sería tonto cerrarse, cuando el país tiene necesidades de dólares para financiar inversiones y gasto. Sin embargo, no hay que confundir la autarquía con la protección de la economía, sin la cual no habría logrado su riqueza el mundo desarrollado.
Exportar es una necesidad y lograrlo implica más que contar con el acceso a otros mercados. Requiere, obviamente como elemento fundamental, producir. Como una parte importante de la producción global enfrenta competencia, por ejemplo, los celulares, vehículos, electrodomésticos y las prendas de vestir, se debe analizar qué genera que una empresa tenga más ventas que otra. Un aspecto está relacionado con la innovación, creatividad, investigación, publicidad y productividad de las compañías, pero no es el único. El otro aspecto tiene que ver con la competitividad. En este escenario, las empresas no compiten entre sí; lo que compite en los mercados globales es la capacidad de cada país de ofrecer condiciones propicias para la producción.
Aquí los hechos, por encima de los anhelos, son importantes. ¿Qué compra y qué vende el mundo? El 78 % del comercio global son mercancías, de las cuales el 67 % son manufacturas y de ellas el 62 % son exportadas por 10 países. ¿Por qué Colombia no está entre ellos? ¿Por qué China, por ejemplo, sí puede vendernos prendas de vestir y nosotros no a ellos?
Comencemos por el factor más complejo: los salarios. En comparación con los cinco mayores exportadores de prendas de vestir del mundo, Colombia paga salarios promedios mensuales más altos que Bangladés, Vietnam e India, pero más bajos que China y Turquía. China es el que paga salarios más altos y el que tiene la mayor competitividad. Debe haber otros factores relacionados.
El costo de la energía en Colombia es 20 % más caro que en India, 31 % más que en Bangladés, 40,8 % más que en China, 53 % más que en Turquía y 77 % más que en Vietnam. La renta corporativa —nominalmente— es del 40 al 75 % más alta que en todos estos otros países. Los gastos de investigación y desarrollo de Colombia son la décima parte que en China, la quinta parte que en Turquía, la tercera parte que en India y la mitad que en Vietnam. Finalmente, los aranceles comerciales en China son 47 % más altos que en Colombia; en Bangladés, 53 % más altos y en India, 59 %.
Si Colombia quiere aumentar sus exportaciones de manufacturas debe invertir más recursos públicos en su competitividad, pero mientras lo logra debe evitar la quiebra de sus empresas. Una forma de hacerlo es superar la concepción ridícula de que no se pueden poner aranceles que hasta la Organización Mundial del Comercio avala.
Colombia exporta muy poco y lo hace con productos poco diversificados. En una economía abierta sería tonto cerrarse, cuando el país tiene necesidades de dólares para financiar inversiones y gasto. Sin embargo, no hay que confundir la autarquía con la protección de la economía, sin la cual no habría logrado su riqueza el mundo desarrollado.
Exportar es una necesidad y lograrlo implica más que contar con el acceso a otros mercados. Requiere, obviamente como elemento fundamental, producir. Como una parte importante de la producción global enfrenta competencia, por ejemplo, los celulares, vehículos, electrodomésticos y las prendas de vestir, se debe analizar qué genera que una empresa tenga más ventas que otra. Un aspecto está relacionado con la innovación, creatividad, investigación, publicidad y productividad de las compañías, pero no es el único. El otro aspecto tiene que ver con la competitividad. En este escenario, las empresas no compiten entre sí; lo que compite en los mercados globales es la capacidad de cada país de ofrecer condiciones propicias para la producción.
Aquí los hechos, por encima de los anhelos, son importantes. ¿Qué compra y qué vende el mundo? El 78 % del comercio global son mercancías, de las cuales el 67 % son manufacturas y de ellas el 62 % son exportadas por 10 países. ¿Por qué Colombia no está entre ellos? ¿Por qué China, por ejemplo, sí puede vendernos prendas de vestir y nosotros no a ellos?
Comencemos por el factor más complejo: los salarios. En comparación con los cinco mayores exportadores de prendas de vestir del mundo, Colombia paga salarios promedios mensuales más altos que Bangladés, Vietnam e India, pero más bajos que China y Turquía. China es el que paga salarios más altos y el que tiene la mayor competitividad. Debe haber otros factores relacionados.
El costo de la energía en Colombia es 20 % más caro que en India, 31 % más que en Bangladés, 40,8 % más que en China, 53 % más que en Turquía y 77 % más que en Vietnam. La renta corporativa —nominalmente— es del 40 al 75 % más alta que en todos estos otros países. Los gastos de investigación y desarrollo de Colombia son la décima parte que en China, la quinta parte que en Turquía, la tercera parte que en India y la mitad que en Vietnam. Finalmente, los aranceles comerciales en China son 47 % más altos que en Colombia; en Bangladés, 53 % más altos y en India, 59 %.
Si Colombia quiere aumentar sus exportaciones de manufacturas debe invertir más recursos públicos en su competitividad, pero mientras lo logra debe evitar la quiebra de sus empresas. Una forma de hacerlo es superar la concepción ridícula de que no se pueden poner aranceles que hasta la Organización Mundial del Comercio avala.