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Exportamos mano de obra e importamos desempleo

Mario Valencia
20 de marzo de 2022 - 02:00 a. m.
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Los US$8.597 millones que los casi cinco millones de colombianos trabajando en el extranjero mandan a sus familias en el país son casi igual que la suma de las exportaciones de café y carbón. La mano de obra es nuestro segundo principal producto de exportación.

Ese mismo valor que llega al país se vuelve a ir importando desempleo. Con esos mismos dólares se pagan todas las compras externas de productos alimenticios, bebidas, textiles, prendas, cueros y papel; todas y cada una de estas mercancías que podrían producirse en Colombia.

Esta es la cruda realidad del comercio exterior de Colombia, con un costo económico, familiar y social enorme que debe corregirse. El principal problema interno que debe resolverse es el de generar oportunidades de trabajo, y el principal externo es el de reducir el déficit. Ambos están conectados, como lo explicaré.

En las dos últimas décadas las exportaciones colombianas han perdido 25,8 puntos porcentuales de participación en la obtención de dólares para el país. Las divisas faltantes se han tenido que obtener, en orden, con deuda, inversión y remesas. La deuda significa más participación del servicio en el presupuesto y menos capacidad estatal de inversión productiva. También, para atraer inversión, se han creado beneficios que implican menos recaudo tributario. Por ambas vías se aumenta el déficit fiscal y se obliga a exportar más personas.

Como consecuencia, hay menos recursos para invertir en conocimiento y formación, que se traduce en una reducción de la producción nacional y del empleo en las manufacturas, que se ha reemplazado por servicios de bajo valor agregado. Esta es la explicación de por qué crece el PIB, pero sin aumentar significativamente el ingreso de los asalariados. De hecho, entre 2010 y 2019, las personas que ganan más de 1,5 salarios mínimos se redujo en 3 puntos porcentuales.

Los anteriores son suficientes argumentos que obligan a pensar en reformas económicas. Una de ellas debe ser a la política comercial. Los errores del pasado deben corregirse con planes orientados a atender simultáneamente la creación de empleos y la reducción del déficit externo.

La única solución es que la política comercial tenga como propósito fundamental incrementar la capacidad de oferta nacional de bienes industriales. Más producción conlleva a más demanda de trabajo, que no solo aliviaría el desempleo, sino que crearía una demanda adicional de mercado interno. Al mismo tiempo, un mercado nacional, acostumbrado a bienes de alta calidad, obligaría a que la producción esté pensada como una forma de crear más oferta exportable competitiva, que reduciría el déficit externo en dos caminos: por más exportaciones, por menos necesidad de importaciones o por ambas.

Ojalá quienes aspiran a la Presidencia comiencen a plantear propuestas a este problema, aplazado por los últimos cinco gobiernos.

Mario Valencia

Por Mario Valencia

Docente de economía de las Universidades Nacional y Cesa.

 

Dario(j1520)21 de marzo de 2022 - 07:31 p. m.
Colombia debe tener proyectos de país a largo plazo, q estos no sean desmantelados por los gobiernos de ideologia diferente. Se requiere reforma rural con un catastro multipropósito q sea insumo para toma d decisiones, redistribución de tierras fértiles q permitan dinamizar el mercado interno, modelo agroindustrial, aumentar presupuesto I+D, reforma tributaria con impuestos progresivos
Dario(j1520)21 de marzo de 2022 - 07:26 p. m.
Es un tema complejo de vieja data, el país no tiene la infraestructura necesaria para ser competitivo, el mercado interno es pequeño y tiene poca capacidad de compra, el modelo CEPAL no mejoró la competitividad, por el contrario creo empresas perezosas e ineficientes. La apertura se hizo a las malas, generó desempleo y contrajo la demanda y el ciclo se repite con TLC y propuestas de protección
Luis(w8kh4)20 de marzo de 2022 - 03:45 p. m.
Concreta y certera propuesta economica para nuestros males. Sir Arthur Lewis lo diria hoy así: usar la mano de obra desempleada y con costo marginal cercano a cero que hay en las ciudades en nuevas empresas privadas estimuladas por abundante credito a lo chino con metas de exportacion y aprendizaje tecnologico estrictos. Inversion publica en ifraestura, educacion y salud hacia sectore priorizados.
Atenas(06773)20 de marzo de 2022 - 02:50 p. m.
Cuán corta visión tiene este Mario, como q’ fácil se marea al ahondar en más análisis. Eso de atribuirle la magra capacidad productiva del país a los últimos 5 mandatos denota q’ no ha vivido ni leído de historia económica. De esa sucia alberca de entonces viene el agua ídem de ahora. Siempre x profesión, ejercicio laboral y actividad personal he estado ahí, y cuánto nos cagó el nefasto Santos.
  • Un observador(71824)20 de marzo de 2022 - 03:22 p. m.
    Por qué no te callas, uribestia?
Igor(19369)20 de marzo de 2022 - 01:11 p. m.
La solución tampoco está en cerrar fronteras a la economía mundial, como pareciera sugerirlo usted profe, nuestra tarea es buscar insertarnos en el mercado global y producir para 7.000 millones de personas, no para 50. Esa visión veredal de la economía, sólo beneficia a ciertas élites locales y nos impide disfrutar de las cosas buenas y baratas que se producen afuera.
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