La última oportunidad para una buena subasta de telecomunicaciones
Los mercados son unos mecanismos muy potentes para generar valor, resolver problemas y desatar las riendas de la innovación y la capacidad humana, pero esta maravilla solo se logra cuando hay una sana competencia.
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Los mercados son unos mecanismos muy potentes para generar valor, resolver problemas y desatar las riendas de la innovación y la capacidad humana, pero esta maravilla solo se logra cuando hay una sana competencia.
Hayek decía que la libertad que tenemos los humanos se debe a que el control de los medios de producción está divido en muchas personas que actúan de manera independiente, buscando ofrecer esos medios a sus clientes en competencia para ganar en un mercado. Si todos los medios estuviesen en manos de una persona, decía Hayek, los ciudadanos, los trabajadores y los votantes quedaríamos subordinados al poder del monopolista.
Por eso es tan preocupante la falta de competencia en el sector de telecomunicaciones, por la inminente dominancia que va a tener la empresa Claro con la tecnología 5G gracias a una subasta que se adjudica este mismo año y va a terminar por transferirle todo el poder de mercado con el que viene de tiempo atrás. Los problemas de dominancia de Claro han sido alertados a todos los actores: a la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC), al Mintic, al Ministerio de Comercio, a la OCDE, a la SIC, a ProColombia e incluso al mismo presidente de la República. Todos tienen presentes los efectos negativos que acarrea la nula acción de cara a la dominancia de Claro y la falta de medidas necesarias para promover la competencia y que los usuarios colombianos tengan libertad de elegir, pero al parecer nadie quiere hacer nada.
La OCDE señaló hace un tiempo los problemas que trae esta falta de competencia para la competitividad de la economía colombiana, la SIC ya le ha pedido a la CRC en múltiples ocasiones que tome las medidas correspondientes y la Universidad de los Andes ha mostrado los graves problemas de concentración de la industria, pero las instituciones siguen de brazos cruzados. La más reciente alerta, la del concepto de abogacía de la competencia de la subasta en cuestión, es ilustrativa: si Colombia sigue con un mercado en donde el jugador dominante tiene la capacidad de asfixiar al resto y no se toman las medidas de salvaguarda, los consumidores van a terminar pagando precios más caros; los empleados, recibiendo menos salarios, y los proveedores, teniendo un menor margen.
Esta historia ya pasó en el caso de Viva Air-Avianca: las instituciones se quedaron de brazos cruzados ante las múltiples alertas de expertos y solamente actuaron cuando ya Colombia tenía 18.000 pasajeros varados todos los días en los aeropuertos del país. En el caso de la aviación, muchas personas perdieron negocios importantes, no alcanzaron a llegar a matrimonios y se quedaron sin dar una última despedida a un ser querido. La falta de institucionalidad a la hora de generar un ambiente de negocios terminó por afectar de manera dramática a los ciudadanos. ¿Qué va a pasar cuando las telecomunicaciones sean más caras, tengan menos cobertura y peor calidad debido a la consolidación de un jugador dominante? ¿Qué costos vamos a pagar como sociedad por tener mercados que no le funcionan a la mayoría? El tema no podría ser más urgente.
Pero para eso Colombia tiene una oportunidad única, aunque se le agota el reloj de arena para actuar. La CRC es de las únicas comisiones que no se ha tomado el Gobierno Petro para sus objetivos políticos e ideológicos. Los pliegos, si bien ya están publicados, todavía no se adjudican, lo cual nos da una oportunidad de tener esperanza. Por último, por supuesto, la CRC sí puede tomar las medidas y, si se hacen de manera responsable, serían respaldadas por virtualmente todos los expertos que han estudiado el sector.
La CRC, tras dejar que el sector llegara a este punto y aplazar la toma de medidas para después de la subasta, está en el strike dos. Como en el béisbol, solo le queda una única oportunidad para que la industria no quede frenada con un mercado monopólico durante las próximas tres décadas. El 20 de diciembre se adjudica la subasta multibanda con la que llega el mercado de 5G al país; esto deja a la CRC solamente con un mes para batear la pelota y evitarles el out a los consumidores del sector de telecomunicaciones del territorio colombiano. ¿Van a tomar las medidas de promoción de la competencia o van a dejarnos llegar al punto de no retorno?
Amanecerá y veremos.