¿Cómo habría sido y cómo sería Colombia si tuviéramos solo 100 habitantes?
Desde hace varios años unas instituciones, entre ellas 100 People, adelantan cuadros estadísticos de lo que sería el mundo si solo existieran 100 habitantes. El autor de esta columna, utilizando la metáfora de que solo somos 100 colombianos, hace un breve bosquejo de la Colombia de 1973, fecha del penúltimo censo, y del país en 2018, año en que se adelantó el más reciente censo. Para entender la magnitud de las diferencias, en 1973 eramos 20,7 millones de colombianos y en 2018 somos 48,3 millones, incluyendo casi dos millones de inmigrantes.
—En 1973, 51 colombianos de los 100 eran mujeres y 49 hombres. En el 2018 la proporción entre ambos sexos se mantiene igual. Dos de las 100 personas son inmigrantes. En 1973, 44 colombianos tenían menos de 15 años, 53 tenían entre 15 y 65 años y tres eran mayores de 65. En el 2018, 23 son menores de 15 años, 68 tienen entre 15 y 65 años y nueve tienen más de 65 años.
—En el 2018, 77 colombianos viven en cabeceras municipales, siete en centros poblados y solo 16 personas en zonas rurales. En 1973, 42 personas habitaban en zonas rurales y 58 en las cabeceras municipales.
—En el 2018, 96 colombianos tienen acceso a energía eléctrica, 87 a acueducto, 77 a alcantarillado, 67 a gas natural, 82 a recolección de basura y 43 a internet. En 1973, solo 43 de cada 100 colombianos tenían acceso a los tres servicios básicos (acueducto, alcantarillado y energía eléctrica).
—En 1973, 70 colombianos de cada 100 tenían necesidades básicas insatisfechas y 45 estaban en la miseria. En 2018, 29 colombianos tienen necesidades básicas insatisfechas y solo seis de ellos están en la miseria. Y mientras en 1973 19 de los 100 colombianos eran analfabetas, en el 2018 solo cinco lo son.
—En el 2018 todos los 100 colombianos, en promedio, tienen un celular y 20 de ellos tienen dos; 14 de los 100 tienen línea fija. En 1973 los celulares no existían y el acceso a líneas fijas solo lo tenían cuatro de cada 100 colombianos.
—Siete colombianos de cada 100 tienen dificultades funcionales para hacer su trabajo. Ocho colombianos pertenecen a la comunidad LGBTI. Treinta y tres colombianos padecen de sobrepeso y 20 de estos 33 son obesos. Estas estadísticas, exceptuando el sobrepeso y la obesidad, son parecidas entre 1973 y el 2018.
—La expectativa de vida hace 45 años era menos de 60 años y en el 2018 es de 75 años. En 1973 solo un colombiano entre 100 era universitario. En el 2018 son cinco.
—En el 2018, 34 hombres trabajan y solo 18 mujeres lo hacen. Cuarenta y cuatro de los 100 colombianos viven en las principales ciudades: es decir, Bogotá, Medellín, Barranquilla y Cali.
En resumen, y contrario a lo que los demagogos de izquierda y derecha afirman, los cambios en Colombia en los últimos 45 años han sido impresionantes, no obstante una corrupción desbordada, una clase política en buena parte mediocre y venal, un sistema judicial deficiente, por no decir pútrido, y los estragos de un narcotráfico al que se le permitió renacer. La Colombia de hoy es esencialmente urbana; bastante menos pobre; con acceso casi universal a los servicios básicos; comunicada con pocas excepciones; con muchos más adultos mayores que antaño; mejor comida, pero peor alimentada; mucho menos analfabeta y con niveles mucho más altos de educación. El que le asegure a usted, amigo lector, que todo tiempo pasado fue mejor con toda seguridad tiene intenciones de engañarlo y muy seguramente de embaucarlo.
Desde hace varios años unas instituciones, entre ellas 100 People, adelantan cuadros estadísticos de lo que sería el mundo si solo existieran 100 habitantes. El autor de esta columna, utilizando la metáfora de que solo somos 100 colombianos, hace un breve bosquejo de la Colombia de 1973, fecha del penúltimo censo, y del país en 2018, año en que se adelantó el más reciente censo. Para entender la magnitud de las diferencias, en 1973 eramos 20,7 millones de colombianos y en 2018 somos 48,3 millones, incluyendo casi dos millones de inmigrantes.
—En 1973, 51 colombianos de los 100 eran mujeres y 49 hombres. En el 2018 la proporción entre ambos sexos se mantiene igual. Dos de las 100 personas son inmigrantes. En 1973, 44 colombianos tenían menos de 15 años, 53 tenían entre 15 y 65 años y tres eran mayores de 65. En el 2018, 23 son menores de 15 años, 68 tienen entre 15 y 65 años y nueve tienen más de 65 años.
—En el 2018, 77 colombianos viven en cabeceras municipales, siete en centros poblados y solo 16 personas en zonas rurales. En 1973, 42 personas habitaban en zonas rurales y 58 en las cabeceras municipales.
—En el 2018, 96 colombianos tienen acceso a energía eléctrica, 87 a acueducto, 77 a alcantarillado, 67 a gas natural, 82 a recolección de basura y 43 a internet. En 1973, solo 43 de cada 100 colombianos tenían acceso a los tres servicios básicos (acueducto, alcantarillado y energía eléctrica).
—En 1973, 70 colombianos de cada 100 tenían necesidades básicas insatisfechas y 45 estaban en la miseria. En 2018, 29 colombianos tienen necesidades básicas insatisfechas y solo seis de ellos están en la miseria. Y mientras en 1973 19 de los 100 colombianos eran analfabetas, en el 2018 solo cinco lo son.
—En el 2018 todos los 100 colombianos, en promedio, tienen un celular y 20 de ellos tienen dos; 14 de los 100 tienen línea fija. En 1973 los celulares no existían y el acceso a líneas fijas solo lo tenían cuatro de cada 100 colombianos.
—Siete colombianos de cada 100 tienen dificultades funcionales para hacer su trabajo. Ocho colombianos pertenecen a la comunidad LGBTI. Treinta y tres colombianos padecen de sobrepeso y 20 de estos 33 son obesos. Estas estadísticas, exceptuando el sobrepeso y la obesidad, son parecidas entre 1973 y el 2018.
—La expectativa de vida hace 45 años era menos de 60 años y en el 2018 es de 75 años. En 1973 solo un colombiano entre 100 era universitario. En el 2018 son cinco.
—En el 2018, 34 hombres trabajan y solo 18 mujeres lo hacen. Cuarenta y cuatro de los 100 colombianos viven en las principales ciudades: es decir, Bogotá, Medellín, Barranquilla y Cali.
En resumen, y contrario a lo que los demagogos de izquierda y derecha afirman, los cambios en Colombia en los últimos 45 años han sido impresionantes, no obstante una corrupción desbordada, una clase política en buena parte mediocre y venal, un sistema judicial deficiente, por no decir pútrido, y los estragos de un narcotráfico al que se le permitió renacer. La Colombia de hoy es esencialmente urbana; bastante menos pobre; con acceso casi universal a los servicios básicos; comunicada con pocas excepciones; con muchos más adultos mayores que antaño; mejor comida, pero peor alimentada; mucho menos analfabeta y con niveles mucho más altos de educación. El que le asegure a usted, amigo lector, que todo tiempo pasado fue mejor con toda seguridad tiene intenciones de engañarlo y muy seguramente de embaucarlo.