Dos nubarrones se perfilan en el horizonte
En el horizonte se perfilan dos nubarrones que el país no puede desconocer, mucho menos ignorar. El primero —coyuntural y de corto y mediano plazo— son los potenciales apagones en el primer trimestre del año entrante de no llegar de aquí a comienzos de diciembre a recuperase los embalses al 67 % (hoy se encuentran al 49,45 %, cuando deberían estar al 71 %). El 40 % del consumo de energía está generado por las plantas térmicas existentes, y si bien es factible elevar generación térmica, dicho incremento sería con carbón o gas natural. Ambos combustibles tienen problemas: el gas natural sería importado en una coyuntura de precios altos, y el carbón tendría impactos ambientales en un país cuyo gobierno proclama ser abanderado del medio ambiente.
Gracias por ser nuestro usuario. Apreciado lector, te invitamos a suscribirte a uno de nuestros planes para continuar disfrutando de este contenido exclusivo.El Espectador, el valor de la información.
En el horizonte se perfilan dos nubarrones que el país no puede desconocer, mucho menos ignorar. El primero —coyuntural y de corto y mediano plazo— son los potenciales apagones en el primer trimestre del año entrante de no llegar de aquí a comienzos de diciembre a recuperase los embalses al 67 % (hoy se encuentran al 49,45 %, cuando deberían estar al 71 %). El 40 % del consumo de energía está generado por las plantas térmicas existentes, y si bien es factible elevar generación térmica, dicho incremento sería con carbón o gas natural. Ambos combustibles tienen problemas: el gas natural sería importado en una coyuntura de precios altos, y el carbón tendría impactos ambientales en un país cuyo gobierno proclama ser abanderado del medio ambiente.
El tema del gas natural reviste especial gravedad dado que tendremos que importar 160 gigas de BTU [GBTUD], cifra que seguramente estará aumentando a 500 GBTUD del 2025 en adelante. Ojalá el pozo Sirius desdibuje estos temores. En un excelente artículo (El Tiempo, Sept. 30/24), el analista Ricardo Ávila advierte que justo cuando Colombia deja de ser autosuficiente en gas natural, este sube de precio, mientras que el precio del petróleo que exportamos tiende a disminuir. No para volver a usar leña asume uno, sino para usar electricidad generada por hidroeléctricas o energías renovables como la solar o eólica, el Gobierno quiere que los hogares dejen de usar gas. Simultáneamente, el presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, (en contravía de la petición de Petro de abandonar los combustibles fósiles) propone sustituir el gas natural por petróleo o diésel. No pareciera que en temas energéticos la principal característica del Gobierno sea la coordinación.
El segundo nubarrón, estructural y de largo plazo, es aquel de los 17 millones de colombianos sin oportunidades de trabajo formal y/o productivo. En reciente columna en el diario El País de España, Juan Carlos Echeverry resume el problema: “Colombia no puede emplear productivamente a mucha gente. A grandes rasgos, hay 10 millones de subempleados en el llamado “sector informal”; dos millones largos de desempleados; y cerca de cinco millones de personas que ni siquiera tratan de conseguir trabajo, en particular mujeres, porque cuidan niños o personas mayores, o por intentos fallidos que las han desalentado. Son 17 millones de personas que, o trabajan muy por debajo de su potencial, o malviven en una economía que parece no dar más de sí. Ese es el problema más grande del país”. Naturalmente no hay un solo culpable, pero si uno fuera a señalar dos serían: Fecode, que se ha encargado de que la educación en Colombia sea una de las peores del mundo; y un marco laboral que ha sido diseñado para privilegiar a los que tienen empleo formal, desincentivando la creación de nuevos empleos. La reforma laboral que cursa en el Congreso no busca disminuir el desempleo, sino acrecentar los abultados privilegios de los sindicatos.
Apostilla: ¿Será que, cansado de pedir puestos en las entidades públicas, el representante David Racero hoy se dedica es a exprimir presuntas coimas a su equipo legislativo? Ojalá la Procuraduría no se arrugue e investigue a fondo a este congresista.