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En los siete años que lleva en el poder coordinando una amalgama de fuerzas políticas, coalición que con mucha gracia el fallecido líder socialista Alfredo Pérez Rubalcaba bautizó como un gobierno “Frankenstein”, el presidente español Pedro Sánchez ha demostrado que es un hombre astuto. ¿Cómo ha logrado Sánchez domar ese circo y mantenerse en el poder? Principalmente comprando el apoyo de partidos nacionalistas e independentistas como ERC, EH Bildu, el PNV o Junts per Catalunya, algunos irrelevantes, de extrema izquierda, filoetarras y que, a un alto costo en materia de dádivas y prebendas, respaldan al Gobierno.
Las artimañas jurídicas de Sánchez para darles contentillo a sus socios han contado con la complicidad del presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, un taimado ujier de similar catadura moral. A pesar de que la oposición sin éxito sigue denunciando que las nuevas normas tienen casi como único beneficiario al Gobierno de Sánchez, la connivencia con el Constitucional le ha permitido al presidente cumplir los acuerdos con ERC y Junts, apoyo que no solo fue decisivo para su investidura, sino para seguir atornillado en el poder.
El presidente también cuenta con otro bedel que es el fiscal General de la Nación, Álvaro García Ortiz, funcionario que le sirve a Sánchez para hostigar a sus enemigos y proteger judicialmente a sus amigos. A García se le acusa de que, en un marco de pesquisa judicial, borró mensajes pertinentes a dicha investigación, una clara demostración de obstrucción de la justicia.
Donde Sánchez ha tenido menor éxito es en su intento de impulsar cambios en la cúpula del Grupo Prisa —dueña del diario El País, la cadena SER y Caracol Radio— para favorecer una línea editorial más sumisa con su Gobierno. Prisa sigue siendo un medio inmensamente influyente tanto en España como América Latina y, a pesar de haber enfrentado pérdidas de 11,6 millones de euros en el 2024, disminuyó su pasivo en 89 millones de euros. El presidente del Grupo, Joseph Oughourlian, que hoy no se deja manosear de Sánchez y se ha defendido a capa y espada de los embistes del gobierno, en reciente columna afirmó: “Sería inaceptable que, cuando estamos recordando que hace ya 50 años murió el dictador Francisco Franco, alguien cayera en la tentación de tratar de adueñarse de un medio de comunicación independiente desde el poder”. Lo que no es fácil predecir es si Prisa, para fortalecer su balance, ¿vaya a buscar un comprador para sus inversiones en América Latina?
Apostilla 1: “Chiringuitos” llama Pedro Sánchez a las universidades privadas. “Garajes” las llaman por acá. De las 100 mejores universidades de mundo, 60 son “chiringuitos y garajes”.
Apostilla 2: Hace unos días dos cabecillas del Frente Nororiental del grupo narcoterrorista ELN, Silvana Guerrero y alias Ricardo, revelaron que este grupo criminal “hizo intenso trabajo para que Gustavo Petro ganara la contienda presidencial”. Hoy estos delincuentes le recomiendan a Petro “ir al psiquiatra” y Petro le riposta a la terrorista que “no está buscando votos”. ¡Qué tristeza ver las desavenencias de lo que en el pasado fue una entrañable y lucrativa colaboración!
