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Borracheras, sexo casual y violaciones

Mauricio Rubio
15 de abril de 2021 - 03:00 a. m.
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La infantilización de las mujeres por el feminismo llevó a la absurda situación de considerar víctimas incluso a quienes voluntariamente se emborrachan para tener sexo.

La historia de muchas supuestas violaciones en campus universitarios norteamericanos es que una estudiante encartada con su virginidad decide intoxicarse hasta perder el sentido para iniciarse sexualmente con algún desconocido igualmente borracho. Con la resaca se arrepiente del lamentable encuentro y luego denuncia a su fugaz compañero de cama por haberla forzado.

La confusión del abuso sexual con el romance frustrado se inició hace décadas en las fraternity houses con tufo, pesadeces y lagunas mentales. Siguió con profesores universitarios enamorados a los que la nueva inquisición acorrala y se generalizó con el #MeToo. Las verdaderas víctimas de depredadores sexuales camuflados de tutores se difuminaron en un mar de inmadurez, pusilanimidad y mala fe.

“Él se aprovechó de mí, yo estaba muy borracha, pero le dije que no quería tener sexo, eso lo recuerdo bien. No sabía cómo parar, mi conciencia me decía que me fuera pero no podía, me encontraba muy mal… ya no recuerdo si fue él quien lo propuso o fui yo quien lo hice para que me dejara en paz”.

La declaración es de una actriz española que acusa a un director de cine por haber abusado sexualmente de ella. El modus operandi del malhechor era escalofriante. Acechaba a las víctimas “usando el interés profesional de ellas en el cine como excusa. Les pedía su teléfono y empezaba a escribirles con muchísima insistencia, prometiéndoles la oportunidad de participar en alguna película o rodaje, y hablaba de todos sus conocidos para mostrar el poder y la influencia que tenía en el gremio”. No contento con una correspondencia plagada de tentaciones, el facineroso las invitaba a tomarse unos tragos y luego “se aprovechaba del estado de alicoramiento de las mujeres para forzarlas a tener relaciones sexuales”.

La patética situación no es atípica ni anecdótica. En los EEUU se encontró una estrecha asociación entre la asistencia a fiestas duras y los chances de tener sexo con desconocidos. Entre estudiantes que beben, quienes se iniciaron antes de los 13 años “en comparación con quienes nunca bebieron hasta los 19 años o más muestran dos veces más chances de tener relaciones sexuales no planificadas y 2.2 veces más probabilidades de hacerlo sin protección debido al consumo de alcohol”.

En Norteamérica 4.7% de las mujeres reportan haber sido violadas. Cerca de las tres cuartas partes de ellas lo fueron estando borrachas. “Las que tenían menos de 21 años, residían en casas de hermandades, consumían drogas, habían bebido mucho en la escuela secundaria y asistían a universidades con alta incidencia de consumo excesivo de alcohol mostraban mayor riesgo de violación mientras estaban intoxicadas”.

No es fácil encontrar estudios similares para otros países y se puede temer que en algunos lugares la militancia los tenga vetados, pero existe información alternativa sobre la obvia asociación entre borracheras y contacto físico deplorable. En España, por ejemplo, el mapa por provincias de delitos y agresiones sexuales muestra que tales ataques son más frecuentes en donde hay “turismo de borrachera”, como en las islas Baleares, a donde llegan hordas jóvenes de toda Europa a rumbear sin descanso por varias noches.

Allí, una niña de 14 años “asegura que fue violada en un piso por seis adolescentes de entre 15 y 17 años. Una amiga suya la intimidó para someterla a las exigencias del grupo”. La misma menor contó en su denuncia que “habían intentado que se prostituyera horas antes en un bar donde varios varones mayores de edad le ofrecieron dinero a cambio de mantener relaciones sexuales”.

En temas sensibles para los que el fanatismo masacró el sentido común y desconoce la capacidad de agencia femenina, nadie más refrescante que Camille Paglia, quien aborda el problema de las borracheras juveniles recordando que las rumbas para intoxicarse contribuyeron al aumento en la percepción de violaciones en los campus universitarios. Critica la prohibición de vender alcohol a menores de edad anotando que tienen acceso a sustancias más dañinas para drogarse. Vincula esas prohibiciones al avance de las mafias y destaca “los efectos civilizadores del consumo temprano de alcohol como reemplazo de la fiesta enloquecida de los no iniciados”.

Para las conductas que requieren autocontrol, como ingerir licor o tener sexo, cualquier joven, hombre o mujer, necesita educarse si quiere hacerlo responsablemente. Entre más temprano, mejor. El alcohol es crucial en la mayoría de incidentes de date rape, una realidad que las obsesionadas con culpar al macho por todas las desgracias femeninas desconocen descaradamente. Así, criminalizan cómplices de juerga tan irresponsables como sus compañeras para encubrir lunáticas que ya no esperan príncipes azules pero que embriagadas exigen encuentros sexuales fantásticos, con romance, magia, música celestial y hadas madrinas. Deberían ensayar alucinógenos.

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Juan(82042)16 de abril de 2021 - 02:12 a. m.
Totalmente cierto. Es escalofriante también mucha estupidez, si no fuera por unas cuantas copas no se habrían escrito, Romeo y Julieta, La Vorágine, Maria, Ana Karenina, Los Miscerables, y muchas mas. Tampoco tan fanaticos e Islamistas
  • Mar(60274)16 de abril de 2021 - 02:19 a. m.
    Y qué tiene que ver la violación de mujeres con esos escritos?
Mar(60274)15 de abril de 2021 - 08:51 p. m.
Es como la disculpa que sacan los curas, que para qué los niños son tan tiernos, que es que ellos los incitan a ser violados. El mismo cuento con otros protagonistas. Como el golpeador, que la culpa es de ella que para qué le saca la rabia, que la víctima es él.
  • Mar(60274)15 de abril de 2021 - 08:54 p. m.
    En este caso, es que si la mujer está borracha, para qué se emborrachó, que si la violaron, no la violaron, que para qué se emborrachó, oiga pues!
Camilo(03596)15 de abril de 2021 - 08:47 p. m.
Detener las hormonas de las y los adolescentes. Mejor le dejo esa tarea a algún creyente, un@ que crea que se puede. En efecto, que frente a la acusación de una o varias mujeres, los hombres no deben tener presunción de inocencia ni debido proceso, es un error grave. Como es horrible acusar a ancianos de hechos ocurridos en épocas en que aquello era moneda corriente: hay (hubo) contextos...
  • Mar(60274)15 de abril de 2021 - 10:06 p. m.
    Claro, igual que, cómo acusar a alguien de haber matado a alguien cuando era joven, cierto? que fueron "pecados" de juventud, que como para el victimario no representó nada para la víctima tampoco, que todo se debe olvidar y si es necesario, poner la otra mejilla, no?
usucapion1000(15667)15 de abril de 2021 - 08:13 p. m.
SU "PERSPECTIVA", así intente apoyarla en el libro de una mujer, ES CLARANMENTE MACHISTA Y PREPOTENTE, sr. Rubio; sacúdasela y entenda que NO es NO en cualquier idioma. No se haga cómplice de violadores y abusadores sexuales.
  • Mar(60274)15 de abril de 2021 - 08:46 p. m.
    usucampion1000, exacto, hay mujeres machistas y son lo peor, porque uno dice, pero qué, es que acaso ellas no son mujeres?
  • usucapion1000(15667)15 de abril de 2021 - 08:15 p. m.
    También existes mujeres machistas, Camille Paglia parece ser una de ellas.
Hoax(64992)15 de abril de 2021 - 08:07 p. m.
Hablar o escribir sobre este tema está proscrito por el feminismo, a menos que se acepten acríticamente los argumentos que asumen a toda mujer como víctima y a todo hombre como victimario. Afirman con sorna que el feminismo es "igualdad" pero dejan claro que los hombres no deben tener presunción de inocencia ni debido proceso. La señora de Las Igualadas lo repite constantemente. Filofascismo puro.
  • Mar(60274)15 de abril de 2021 - 08:47 p. m.
    No Hoax, pero suponer que porque una mujer está borracha, no fue violación es la estupidez a la máxima potencia!
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