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                                                                                                                                Crónica de un desastre anunciado

                                                                                                                                Pobre país. Tras décadas de conflicto armado que nunca terminó, enfrenta una amenaza de mortalidad incierta agravada por protestas y levantamientos sociales seguros.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                La principal responsabilidad del sacrificio en rebaño recae sobre la élite epidemiológica mundial. Ante el embate del Covid-19 en Wuhan, China, esta burocracia entró en pánico. Sin bases sólidas, con supuesto respaldo científico, hizo proyecciones apocalípticas sobre ese primer foco de infección. Anunció 100 mil contagios diarios nuevos, millones en pocas semanas. Después de tres meses, el total de infectados chinos no pasa de 90 mil, unos mil al día, la centésima parte de lo pronosticado. En ese lapso, el virus llegó a 200 países, con algo más de 600 mil casos de contagio y 29 mil muertes.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Inducida por desatinos científicos aterradores, una burocracia con vocación autoritaria está en su salsa, aupada por intelectuales progres cuya obsesiva y al parecer única prioridad es derrotar al neoliberalismo. Por algo aplaudieron fervorosamente un proceso de paz laxo con criminales que buscan lo mismo. La obcecación anticapitalista la ilustran personajes aplaudiendo el cese de actividades que provocará la ruina del sistema. Algunos ya adoptaron la mortalidad del 1%: más de medio millón de muertes que justifican barbaridades para evitarlas.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Conviene explicar por qué me aparté de la opinión hegemónica. Lo básico fue mi aversión visceral a las alcaldadas por haber sido pequeño comerciante. También influyó que como asistente de investigación palpara el abismo entre doctrinas importadas y realidad colombiana. Mi vocación tardía de criminólogo fue definitiva. De la epidemiología aprendí una perogrullada esclarecedora: garbage in, garbage out. Si los insumos de los modelos matemáticos del INS son basura, lo que sale no será distinto.

                                                                                                                                Las disciplinas inductivas y empíricas insisten que cualquier diagnóstico o intervención debe ser local, focalizado. La lucha universal y uniforme contra coronavirus se asemeja a pregonar “así acabaremos el crimen organizado global”, un despropósito incómodamente similar a la guerra contra las drogas.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Los diferentes gobiernos que decidieron no parar su economía contribuyen al escepticismo. Usando una metáfora escuelera, en ese reducido grupo se concentra la pilera del curso –Suecia, Alemania, Corea del Sur, Singapur- pero también la capa mediocre. Sorprende esa disparidad, pero el populismo de izquierda y de derecha en la segunda permite anotar que la astucia parece más idónea que la mentalidad tecnocrática para captar la dimensión política de las decisiones y negarse a secundar medidas costosísimas para la población más vulnerable.

                                                                                                                                Ver más…

                                                                                                                                Pobre país. Tras décadas de conflicto armado que nunca terminó, enfrenta una amenaza de mortalidad incierta agravada por protestas y levantamientos sociales seguros.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                La principal responsabilidad del sacrificio en rebaño recae sobre la élite epidemiológica mundial. Ante el embate del Covid-19 en Wuhan, China, esta burocracia entró en pánico. Sin bases sólidas, con supuesto respaldo científico, hizo proyecciones apocalípticas sobre ese primer foco de infección. Anunció 100 mil contagios diarios nuevos, millones en pocas semanas. Después de tres meses, el total de infectados chinos no pasa de 90 mil, unos mil al día, la centésima parte de lo pronosticado. En ese lapso, el virus llegó a 200 países, con algo más de 600 mil casos de contagio y 29 mil muertes.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Inducida por desatinos científicos aterradores, una burocracia con vocación autoritaria está en su salsa, aupada por intelectuales progres cuya obsesiva y al parecer única prioridad es derrotar al neoliberalismo. Por algo aplaudieron fervorosamente un proceso de paz laxo con criminales que buscan lo mismo. La obcecación anticapitalista la ilustran personajes aplaudiendo el cese de actividades que provocará la ruina del sistema. Algunos ya adoptaron la mortalidad del 1%: más de medio millón de muertes que justifican barbaridades para evitarlas.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Conviene explicar por qué me aparté de la opinión hegemónica. Lo básico fue mi aversión visceral a las alcaldadas por haber sido pequeño comerciante. También influyó que como asistente de investigación palpara el abismo entre doctrinas importadas y realidad colombiana. Mi vocación tardía de criminólogo fue definitiva. De la epidemiología aprendí una perogrullada esclarecedora: garbage in, garbage out. Si los insumos de los modelos matemáticos del INS son basura, lo que sale no será distinto.

                                                                                                                                Las disciplinas inductivas y empíricas insisten que cualquier diagnóstico o intervención debe ser local, focalizado. La lucha universal y uniforme contra coronavirus se asemeja a pregonar “así acabaremos el crimen organizado global”, un despropósito incómodamente similar a la guerra contra las drogas.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Los diferentes gobiernos que decidieron no parar su economía contribuyen al escepticismo. Usando una metáfora escuelera, en ese reducido grupo se concentra la pilera del curso –Suecia, Alemania, Corea del Sur, Singapur- pero también la capa mediocre. Sorprende esa disparidad, pero el populismo de izquierda y de derecha en la segunda permite anotar que la astucia parece más idónea que la mentalidad tecnocrática para captar la dimensión política de las decisiones y negarse a secundar medidas costosísimas para la población más vulnerable.

                                                                                                                                Ver más…

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