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                                                                                                                                La mítica medicina cubana

                                                                                                                                Hace un par de semanas el alcalde de Medellín pidió ayuda internacional contra el coronavirus. Sin dar mayor detalle sobre los requerimientos, a Cuba le solicitó el envío de “personal médico”.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Para una visión tan optimista rara vez se ofrece un mínimo de evidencia. Por eso vale el testimonio de un compañero de colegio, médico patólogo que ejerce en Chicago desde los 80 y pudo constatar de primera mano la calidad de los servicios médicos que recibió tras un accidente de tráfico en La Habana hace 8 años. Lo cito textualmente.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                (Nos llevaron) al hospital de trauma más grande de La Habana. Llegué en choque hipovolémico por sangrado interno y por dolor. Me dejaron tirado en una silla de ruedas a la que le hacía falta una. No me vio un médico sino ocho horas después. Nunca me dieron un analgésico. Como para todos los demás pacientes, les tocaba a mis amigos ir a comprar drogas a farmacias externas. Me tomaron unas radiografías y me las dieron a mí y a mis amigos para que las secáramos sacudiéndolas. Me tomaron un tomograma usando una máquina de primera generación. La mesa en la que me indicaron que me acostara para esto estaba teñida con la sangre fresca del paciente anterior.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Este no fue un episodio excepcional. Desarrollé buena relación con el ortopedista quien me confió cautelosamente las penas por las que siempre pasa para tratar a sus pacientes por la absoluta falta de los más mínimos recursos. Durante este episodio la mayor preocupación de todos eran las posibles repercusiones políticas relacionadas con mi caso. Recibí varias visitas oficiales insistiendo en que me transfirieran a un hospital para extranjeros”.

                                                                                                                                Ver más…

                                                                                                                                Hace un par de semanas el alcalde de Medellín pidió ayuda internacional contra el coronavirus. Sin dar mayor detalle sobre los requerimientos, a Cuba le solicitó el envío de “personal médico”.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Para una visión tan optimista rara vez se ofrece un mínimo de evidencia. Por eso vale el testimonio de un compañero de colegio, médico patólogo que ejerce en Chicago desde los 80 y pudo constatar de primera mano la calidad de los servicios médicos que recibió tras un accidente de tráfico en La Habana hace 8 años. Lo cito textualmente.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                (Nos llevaron) al hospital de trauma más grande de La Habana. Llegué en choque hipovolémico por sangrado interno y por dolor. Me dejaron tirado en una silla de ruedas a la que le hacía falta una. No me vio un médico sino ocho horas después. Nunca me dieron un analgésico. Como para todos los demás pacientes, les tocaba a mis amigos ir a comprar drogas a farmacias externas. Me tomaron unas radiografías y me las dieron a mí y a mis amigos para que las secáramos sacudiéndolas. Me tomaron un tomograma usando una máquina de primera generación. La mesa en la que me indicaron que me acostara para esto estaba teñida con la sangre fresca del paciente anterior.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Este no fue un episodio excepcional. Desarrollé buena relación con el ortopedista quien me confió cautelosamente las penas por las que siempre pasa para tratar a sus pacientes por la absoluta falta de los más mínimos recursos. Durante este episodio la mayor preocupación de todos eran las posibles repercusiones políticas relacionadas con mi caso. Recibí varias visitas oficiales insistiendo en que me transfirieran a un hospital para extranjeros”.

                                                                                                                                Ver más…

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