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Las monumentales diferencias entre Chávez o Maduro y Gustavo Petro

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Mauricio Rubio
25 de abril de 2024 - 09:00 a. m.
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Ante el creciente temor de que el primer mandatario busque atornillarse al poder, resurgieron las comparaciones con el chavismo. Aunque hay similitudes, conviene destacar las descomunales discrepancias entre el mandatario colombiano y los venezolanos.

Aunque luego se radicalizó, durante las manifestaciones del domingo Petro trinó burlándose de la “clase dominante” con un video de Jaime Garzón. Esta broma inocua está bien lejos de lo ocurrido en Puente Llaguno, Caracas, en 2002. “Un controvertido episodio en el que fallecieron 19 personas por disparos de bala, y de los que cada parte tiene su versión”. La oposición venezolana que marchó ese día y la reacción chavista están en las antípodas de Colombia el 21 de abril.

Antes de las marchas, La Silla Vacía, sugirió claves para diferenciar el petrismo del chavismo. Primero, la holgura de la vía democrática que llevó al poder. Allá la promesa de una asamblea constituyente fue refrendada por voto popular. Segundo, los contrapesos institucionales enfrentados por Petro nunca los tuvo Chávez. Tres, la participación estatal en la economía venezolana era mucho mayor que la observada en Colombia. Cuarto, como populista, el afable y dicharachero comandante tuvo mayor apoyo que el parco, huraño y trascendental líder colombiano. Por último, el “establecimiento” venezolano estuvo menos dispuesto a dialogar que algunos cacaos colombianos abiertos a colaborar con su antagonista.

Una disparidad protuberante es que, antes de ser político, Chávez fue militar, defensor del establecimiento, mientras que Petro fue un guerrillero obstinado en revolcarlo. Otra lectura a la falta de contrapesos que habría facilitado antojos autocráticos es que Chávez manipuló instancias gubernamentales en lugar de enfrentarlas. Hay un abismo entre ser anfitrión o tomar decisiones desde Aló presidente y obsesionarse por participar en rencillas tuiteras.

Una institución tempranamente engatusada en Venezuela fueron las Fuerzas Armadas. Años antes de su elección, el teniente coronel Hugo Chávez, con 135 oficiales del Movimiento Bolivariano Revolucionario - 200 (MRB-200), intentaron dar un golpe de Estado contra Carlos Andrés Pérez. Fracasaron. Chávez asumió la responsabilidad, pidió la rendición de los rebeldes y anunció que “por ahora” conquistar el poder era imposible. “Fracasó militarmente, pero tuvo éxito político”, afirma un historiador. Los golpistas encarcelados fueron liberados dos años después por Rafael Caldera.

Como presidente, Chávez reiteraba ser “un soldado”. Cómodo con la parafernalia militar, nombraba ex compañeros de armas en cargos importantes. A eso sumaba millonarias inversiones en armamento y equipo para la Fuerza Armada Nacional. Surgieron por último las prebendas ilegales, como el Cartel de los Soles, esos militares “que convirtieron a Venezuela en bastión del narcotráfico”.

Un antecedente de este ejército donde se formó Chávez es que ganó la lucha contra la insurgencia. La guerrilla castrista de los sesenta había sido derrotada militarmente o asimilada por los partidos políticos. Durante la guerra fría, sobre todo después de la crisis de los misiles, Venezuela se volvió un preciado tesoro con abundantes reservas petroleras. Entre 1963 y 1968 hubo cuatro intentos de invasión a Venezuela. “En todos los casos militares cubanos se combinaron con guerrilleros venezolanos, a los que habían entrenado, dado armas y dinero, para atizar la insurrección en el país y en Colombia… (siempre) fracasaron”.

Cuando Chávez hizo carrera como oficial su gran propósito era cambiar el sistema político que consideraba podrido. “Desde finales de los 70 mantiene contactos con sectores de la izquierda y con otros oficiales para conformar un movimiento revolucionario en el seno del ejército. Así, en 1982, crea el Movimiento Bolivariano Revolucionario - 200″.

A pesar de sus derrotas militares previas, Fidel Castro adoptó la misma estrategia de Chávez: infiltrar el ejército venezolano, menos apoyado por la ideología y la política marxistas que por la superstición y la santería. El esquema de padrinazgo fue clave, a través del ejército y el sistema sanitario, también dominado por cubanos, para tomarse instituciones. Petro no ha contado con la magia de esas herramientas.

Nicolás Maduro, sucesor de Chávez, también presenta peculiaridades. Fue reclutado y entrenado por la inteligencia cubana para impulsar la subversión en América Latina. Estudió en la Escuela Superior Ñico López del Partido Comunista Cubano. “Fue alumno aventajado de Raúl Castro. Es un subversivo profesional”, anota un ex oficial de inteligencia. Bastante respetado por la extrema izquierda latinoamericana, había sido detectado como dirigente sindical combativo, con experiencia en quema de buses y pedreas. Curtido en lucha urbana callejera, siempre ha mantenido contacto con el bajo mundo.

Así, como presidente, Maduro mantiene el monopolio de la coerción legal y, como una especie de capo mayor, tiene injerencia sobre el entorno criminal. Bastante distinta es la situación de Petro en Colombia. En varias regiones campean restos de guerrillas nunca derrotadas que, encima, se deben sentir respaldadas por la glorificación que persiste de la violencia política del M-19. Ojalá tan deplorables y nocivas remembranzas fueran reemplazadas por mamadera de gallo con el noticiero Quac y Dioselina Tibaná.

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Jair(47362)27 de abril de 2024 - 07:50 p. m.
Si no pudo Uribe con todo su respaldo y presión sobre las cortes y el DAS infiltrando y amenazando magistrados y gran parte de las fuerzas militares a su favor ahora pretender que Petro de cva a quedar en el poder solo con el respaldo supuesto de la primera linea es ridículo y solo para asustar incautos con el castrochavismo acá en colombia ...la verdad es que se de e reelegir pero el programa progresista en cabeza de un líder menos polémico que Petro..digamos quien?
orlando(45745)25 de abril de 2024 - 08:42 p. m.
Somos países hermanos pero tan diferentes....Chávez gobernó con el barril de petróleo a 100 dólares barril y eso era un barril sin fondo para comprar apoyos y dedicarse al populismo. En Colombia las instituciones son mucho más independientes y el tener un presidente de izquierda en un pais tan ultraconservador, hace las cosas mucho más dificiles para hacer cambios fuertes.
María(6115)25 de abril de 2024 - 07:20 p. m.
Muy bien análisis.
Borman(izcmk)25 de abril de 2024 - 07:07 p. m.
El Artículo, además de mediocre y perfecto panfleto de derecha ajustado a nuestros días, parece escrito efectivos de inteligencia del extinto DAS, la gran prensa colombiana como alfil del establecimiento se obsesionó desde siempre en caricaturizar y satanizar, las luchas emprendidas por sectores contrarios a los grandes cacaos. Esta casa periodística a pesar de ser victima de la extrema derecha como la conservadora Laureanistas y Narcopolítica Cartel de Medellín sigue en defensa de ellos...
  • Leonardo(9669)25 de abril de 2024 - 09:12 p. m.
    No leyo?, que Petro es mejor que Maduro, no es eso lo que pide la izquierda que los medios difundan? ahi esta, en vez de criticar agradezcale al columista y al espectador
Jorge(40094)25 de abril de 2024 - 05:29 p. m.
Recuerde que Petro ya sacó a relucir la mala costumbre de no cumplir lo que pacta, igual que el chavismo. Afortunadamente la Constituyente de Petro es una entelequia sin futuro y las instituciones colombiana son bastante fuertes como para enfrentarlo si pretende quedarse, como ya le ocurrió a Uribe pese al masivo respaldo que tenía.
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