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                                                                                                                                Okupas acomodados

                                                                                                                                Infringir la ley es más fácil y rentable que cumplirla. Para pobres y ricos, en cualquier actividad. Encima, como más infractores son hombres, la impunidad es siempre machista.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                El grupo original se disolvió al salir de la cárcel pero aparecieron réplicas en varias ciudades. Con mejor suerte ante los tribunales, impulsaron experiencias similares y se aceleró el fenómeno. En la última década, las okupaciones aumentaron en toda la península: se quintuplicó el número de denuncias, que pasaron de 3.850 en 2011 a más de 17.000 en la actualidad, o sea, unas 46 propiedades okupadas cada día.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Cataluña se destaca, de lejos, como la comunidad autónoma con más okupaciones. En 2020 ocurrieron allí casi la mitad (44%) de estas infracciones, cuando la población catalana es la sexta parte del total. Le siguen en importancia Andalucía, Valencia y Madrid, todas con una participación en el fenómeno similar a la demográfica. Ese dato desafía la hipótesis más trillada sobre el fenómeno: la precariedad de ingresos de los okupas. Las dos comunidades autónomas más ricas de España, Barcelona y Madrid, puntean en viviendas okupadas mientras que, en el otro extremo, la región más pobre, Extremadura, prácticamente desconoce el fenómeno.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Esta suma de factores ha incentivado una nueva generación de usurpadores de vivienda. “Son personas con ingresos, con trabajo, pero sencillamente no quieren pagar más alquiler. Es el perfil del nuevo okupa que se ha detectado en Cataluña… Y no son ni mucho menos personas vulnerables”. Son “okupas acomodados”, como los definen algunos. Por lo general se trata de inquilinos quienes, al vencerse su contrato de alquiler y verse abocados a un reajuste en el canon, deciden quedarse a vivir allí sin incómodas erogaciones mensuales. Saben que es más fácil desahuciar a un arrendatario legal que a un okupa ilegal. ¿Por qué ocurre esto? Por “la impunidad que hay en Cataluña con el sistema de okupación”, anota una abogada.

                                                                                                                                Un tema sensible que silencian quienes idealizan y defienden a okupas es que se trata de un “emprendimiento” esencialmente masculino. “No es de extrañar la presencia minoritaria de mujeres en el movimiento okupa”, sobre todo cuando es de vivienda. Esta característica cierra el bucle de incoherencias en el discurso de movimientos anticapitalistas que acabaron sirviendo en bandeja una actividad rentista y rapaz en beneficio de machos tramposos.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Los tiempos kambian. Hace unos años era inconcebible una marcha protestando con un cartel como: “Okupa, trabaja y cómprate una casa”.

                                                                                                                                Referencias

                                                                                                                                Infringir la ley es más fácil y rentable que cumplirla. Para pobres y ricos, en cualquier actividad. Encima, como más infractores son hombres, la impunidad es siempre machista.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                El grupo original se disolvió al salir de la cárcel pero aparecieron réplicas en varias ciudades. Con mejor suerte ante los tribunales, impulsaron experiencias similares y se aceleró el fenómeno. En la última década, las okupaciones aumentaron en toda la península: se quintuplicó el número de denuncias, que pasaron de 3.850 en 2011 a más de 17.000 en la actualidad, o sea, unas 46 propiedades okupadas cada día.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Cataluña se destaca, de lejos, como la comunidad autónoma con más okupaciones. En 2020 ocurrieron allí casi la mitad (44%) de estas infracciones, cuando la población catalana es la sexta parte del total. Le siguen en importancia Andalucía, Valencia y Madrid, todas con una participación en el fenómeno similar a la demográfica. Ese dato desafía la hipótesis más trillada sobre el fenómeno: la precariedad de ingresos de los okupas. Las dos comunidades autónomas más ricas de España, Barcelona y Madrid, puntean en viviendas okupadas mientras que, en el otro extremo, la región más pobre, Extremadura, prácticamente desconoce el fenómeno.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Esta suma de factores ha incentivado una nueva generación de usurpadores de vivienda. “Son personas con ingresos, con trabajo, pero sencillamente no quieren pagar más alquiler. Es el perfil del nuevo okupa que se ha detectado en Cataluña… Y no son ni mucho menos personas vulnerables”. Son “okupas acomodados”, como los definen algunos. Por lo general se trata de inquilinos quienes, al vencerse su contrato de alquiler y verse abocados a un reajuste en el canon, deciden quedarse a vivir allí sin incómodas erogaciones mensuales. Saben que es más fácil desahuciar a un arrendatario legal que a un okupa ilegal. ¿Por qué ocurre esto? Por “la impunidad que hay en Cataluña con el sistema de okupación”, anota una abogada.

                                                                                                                                Un tema sensible que silencian quienes idealizan y defienden a okupas es que se trata de un “emprendimiento” esencialmente masculino. “No es de extrañar la presencia minoritaria de mujeres en el movimiento okupa”, sobre todo cuando es de vivienda. Esta característica cierra el bucle de incoherencias en el discurso de movimientos anticapitalistas que acabaron sirviendo en bandeja una actividad rentista y rapaz en beneficio de machos tramposos.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Los tiempos kambian. Hace unos años era inconcebible una marcha protestando con un cartel como: “Okupa, trabaja y cómprate una casa”.

                                                                                                                                Referencias

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