El M-19

El M-19 surgió como una respuesta de las fuerzas rojaspinillistas para protestar por el “robo” electoral del que fueron víctimas, dándole el triunfo a Misael Pastrana Borrero. La verdad es que esa candidatura, desde sus inicios, comenzó a andar mal. En la convención conservadora, donde se daba por hecho su victoria, Pastrana quedó, por el contrario, empatado con Evaristo Sourdis. Se puso al rojo vivo la convención azul. Entonces el exmandatario Mariano Ospina Pérez, como presidente del evento, no ordenó que se votara nuevamente, sino que pidió que el desempate lo dirimiera la convención liberal, su socia en el Frente Nacional, que debía realizarse días después. Así se hizo y de esa manera quedó protocolizada la división conservadora, presentándose ese partido, al que le correspondía el turno, con tres candidatos: Pastrana, Sourdis y Belisario Betancur. Ganó el primero con 1’625.025 votos frente a Rojas con 1’561.468, es decir, con una mínima diferencia de 63.557 votos, aún discutida.

Los rojaspinillistas, que luego se conocerían como Alianza Nacional Popular (Anapo), jamás reconocieron su derrota y así nació el Movimiento 19 de Abril (M-19) para protestar por el fraude. Si bien la familia del general Rojas no se adueñó del movimiento subversivo, lo miraba con simpatía y la dirección la asumió un joven samario que había militado en las Farc, Jaime Bateman. Fue una guerrilla urbana que debutó secuestrando y dando muerte al dirigente sindical José Raquel Mercado.

Se caracterizó el Eme por protagonizar actos insólitos, como el robo de la espada de Bolívar, el robo de un sinnúmero de armas en el Cantón Norte, la toma de la embajada dominicana y el peor de todos: el asalto al Palacio de Justicia. En el gobierno de Virgilio Barco ese movimiento guerrillero se entregó y buscó la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, que aprobó la Constitución de 1991.

Mañana se cumplirán 53 años de ese lejano 19 de abril de 1970. El M-19 está hoy en el Gobierno con Petro. A Bateman le decían “el man del bate”.