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Alfonso Gómez Méndez, en reciente columna, y Álvaro Tirado Mejía, en una conferencia en Ibagué, se han referido a la Convención Liberal realizada en la capital del Tolima hace 100 años, que fue uno de los más importantes eventos en la historia de ese partido, porque se mostró como una organización dispuesta a luchar por las reivindicaciones sociales.
El certamen se realizó luego del fraude que le hicieron al candidato liberal Benjamín Herrera. Cuenta Pedro Juan Navarro en su libro El parlamento en pijama que, verificadas las votaciones, el general Herrera obtuvo 100.000 votos más, no obstante los fraudes del adversario. El terror del conservatismo fue tan grande, que cerraron el telégrafo por tres días bajo la dirección de personal de los respectivos jefes, falsificaron los registros electorales y aumentaron en más de 150.000 los votos para favorecer al general Pedro Nel Ospina. Alfonso Villegas Restrepo logró entrar a las oficinas del Registro, donde sorprendió a los líderes conservadores en la maniobra, y denunció los hechos en su periódico La República. Consumado el delito, se reanudó el servicio telegráfico, nadie pidió reconteo y se anunció altaneramente a la nación el triunfo del general Ospina y la decisión del gobierno de Jorge Holguín de respaldarlo por la fuerza. Solo faltó el registrador Alexánder Vega para protocolizar la maniobra.
Según López Michelsen, fue un “fraude monstruoso” lo que se cometió contra el liberalismo y su candidato Benjamín Herrera, lo cual mantuvo al partido “desmoralizado y contrito”. Después del Registro de Padilla, este fue otro similar.
Las elecciones fueron el 12 de febrero y, ante ese panorama, se realizó la Convención Liberal de Ibagué del 29 de marzo de 1922, que marcó un hito en la historia del partido y que algunos liberales, como Gómez Méndez y Tirado Mejía, han recordado con nostalgia.
Hoy el liberalismo es otra cosa, sin candidato y haciendo trá… Fico de votos.
