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Macrolingotes

La conmoción entre comillas

Óscar Alarcón
22 de junio de 2021 - 03:30 a. m.

Afortunadamente no decretaron la conmoción interior que algunos sectores políticos le habían recomendado al Gobierno. Esa figura, que antes se conocía como estado de sitio, dio para todo con la Constitución anterior. Por ejemplo, el jefe civil y militar de Bolívar, Joaquín F. Vélez, quien fue candidato presidencial y gran amigo del presidente Rafael Núñez, expidió el 29 de enero de 1902 el Decreto 184 teniendo en cuenta que “anoche fueron sorprendidos por patrullas del Batallón Cívico algunos individuos de filiación liberal con armas de precisión; que también se encontraron por diversos puntos grupos de liberales, con visibles tendencias de abandonar la población o de llevar a cabo algún plan concertado; que queda evidenciado que los liberales de esta población no descansan en su labor de hostilizar al Gobierno, a pesar de la benignidad que ha desplegado para con ellos; lo que obliga a la Gobernación a dictar medidas enérgicas para impedir que se lleve acabo cualquier proyecto de conspiración”.

Como consecuencia de los anteriores considerados, Vélez decretó: “Artículo 1°. Desde la fecha ningún liberal podrá transitar por las calles de esta ciudad a ninguna hora del día o de la noche (…) Artículo 3º. Los liberales que sean capturados por la policía serán remitidos a la cárcel del Castillo de San Fernando, en Bocachica, donde permanecerán por el tiempo que dure la rebelión, sin perjuicio de imponerles la contribución de guerra que se crea necesario. Artículo 4º. El amigo del Gobierno que interceda de palabra o por escrito por algún liberal de los que infrinjan voluntariamente el presente decreto será considerado como hostil, y como tal sufrirá prisión hasta por 30 días en la cárcel de este circuito. Artículo 5º. Prohíbese tener abiertas las cantinas y demás establecimientos públicos de esta clase, de propiedad de los liberales, mientras duren los efectos del presente decreto”.

¡De lo que nos escapamos! Es que el estado de sitio (artículo 121 de la Constitución anterior) empezaba con uno y terminaba con uno.

 

alcides(3396)23 de junio de 2021 - 04:26 p. m.
El doctor Alarcón analiza atinadamente el presente del país con citas en retrospectiva, matizándolos con buen humor, y resultan unos artículos muy interesantes
Alberto(3788)22 de junio de 2021 - 09:53 p. m.
Impresionante ejemplo. No lo conocía, Gracias, Óscar Alarcón.
Carlos(58915)22 de junio de 2021 - 04:57 p. m.
Que excelente comparación con los hechos de hoy en día, faltó que quienes no sean del centro demoníaco no puedan transitar ni de día ni de noche. Como les gustaría.
Celyceron(11609)22 de junio de 2021 - 04:39 p. m.
Ese artículo iniciaba con uno y terminaba con uno... en nada se diferencia de la actual situación del país. Cambió la palabra liberal por "vándalo". Y hoy, policías y paracos hacen la tarea de empezar con uno terminar con uno. En esa tarea van más de cuarenta asesinados y cientos de desaparecidos. Siempre ha habido dictadores en esta "antigua democracia".
Atenas(06773)22 de junio de 2021 - 02:43 p. m.
Noooo, Oscarín, mi pillín predilecto q' de la costa salió a la capital a ganarse a como diera lugar el afecto de aquellos q' mucho han contribuido a cagarse en esto, mi admirado DUQUE no se inclinó por tal medida y más inteligente/ jugó al descrédito de los politiqueros q' incitaron al paro y terrorismo, y con cuenta de cobro el año entrante q' pasará lo mismo: otra vez pondremos presidente.
  • Duncan Darn(84992)22 de junio de 2021 - 11:44 p. m.
    Hablando de kgadas, aparece Apenitas, con su cotidiana deposición.
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