Hace unos años escribí sobre los presidentes venezolanos. Recuerdo esa columna para reiterar que ese país no se ha caracterizado por tener gobiernos democráticos. Desde los primeros años de su república (1810-1813) fueron presidentes Cristóbal Mendoza y Francisco Espejo, ambos muy breves, el segundo de ellos apenas estuvo 20 días. Le entregó el poder a Francisco de Miranda, quien lo mantuvo durante 92 días. Después vendría Bolívar que, si bien ostentó el título de presidente, prácticamente no lo ejerció porque su faena fundamental fue la guerra de Independencia. Desde 1821, el jefe supremo de Venezuela fue el general José Antonio Páez. El 9 de febrero de 1835 eligieron a José María Vargas, el primer presidente civil, pero antes de cumplir tres meses, y frente a la dificultad para gobernar, presentó renuncia, pero no se la aceptaron. Continuó, pero los militares lo derrotaron y lo expulsaron del país. El general Páez derrotó a los insurrectos. Regresó Vargas e intentó seguir gobernando, pero al no lograrlo optó por renunciar definitivamente el 24 de abril de 1836. Ejercieron luego los vicepresidentes Andrés Narvarte y Carlos Soublete. Gracias al apoyo de Páez llegó a la Presidencia José Tadeo Monagas a través de un proceso electoral amañado, y con él se inició un larguísimo período de demagogia y despotismo.
Cipriano Castro, militar, quien llegó al poder con el apoyo de Juan Vicente Gómez, viajó a Europa en 1908 para operarse, pero, aprovechando su ausencia, su compañero de batallas, a quien había encargado del poder, se quedó con el gobierno desde el 19 de noviembre de 1909 hasta su muerte, el 17 de diciembre de 1935. Castro jamás regresó. Lo operaron en Alemania. Quedó sin tumor y sin gobierno.
En un intento por llegar a la democracia eligieron presidente a Rómulo Gallegos en 1947, pero lo derrotaron a los nueve meses. Asumieron varios generales, entre otros Marcos Pérez Jiménez. Solo en 1958 se iniciaron los gobiernos democráticos que eligieron a los adecos y copeyanos: Betancourt, Leone, Caldera, Carlos Andrés Pérez, Herrera Campins, Jaime Lusinchi y nuevamente Caldera, quien le entregó el poder a Chávez, hasta nuestros días. Los vecinos no han Madurado.
Hace unos años escribí sobre los presidentes venezolanos. Recuerdo esa columna para reiterar que ese país no se ha caracterizado por tener gobiernos democráticos. Desde los primeros años de su república (1810-1813) fueron presidentes Cristóbal Mendoza y Francisco Espejo, ambos muy breves, el segundo de ellos apenas estuvo 20 días. Le entregó el poder a Francisco de Miranda, quien lo mantuvo durante 92 días. Después vendría Bolívar que, si bien ostentó el título de presidente, prácticamente no lo ejerció porque su faena fundamental fue la guerra de Independencia. Desde 1821, el jefe supremo de Venezuela fue el general José Antonio Páez. El 9 de febrero de 1835 eligieron a José María Vargas, el primer presidente civil, pero antes de cumplir tres meses, y frente a la dificultad para gobernar, presentó renuncia, pero no se la aceptaron. Continuó, pero los militares lo derrotaron y lo expulsaron del país. El general Páez derrotó a los insurrectos. Regresó Vargas e intentó seguir gobernando, pero al no lograrlo optó por renunciar definitivamente el 24 de abril de 1836. Ejercieron luego los vicepresidentes Andrés Narvarte y Carlos Soublete. Gracias al apoyo de Páez llegó a la Presidencia José Tadeo Monagas a través de un proceso electoral amañado, y con él se inició un larguísimo período de demagogia y despotismo.
Cipriano Castro, militar, quien llegó al poder con el apoyo de Juan Vicente Gómez, viajó a Europa en 1908 para operarse, pero, aprovechando su ausencia, su compañero de batallas, a quien había encargado del poder, se quedó con el gobierno desde el 19 de noviembre de 1909 hasta su muerte, el 17 de diciembre de 1935. Castro jamás regresó. Lo operaron en Alemania. Quedó sin tumor y sin gobierno.
En un intento por llegar a la democracia eligieron presidente a Rómulo Gallegos en 1947, pero lo derrotaron a los nueve meses. Asumieron varios generales, entre otros Marcos Pérez Jiménez. Solo en 1958 se iniciaron los gobiernos democráticos que eligieron a los adecos y copeyanos: Betancourt, Leone, Caldera, Carlos Andrés Pérez, Herrera Campins, Jaime Lusinchi y nuevamente Caldera, quien le entregó el poder a Chávez, hasta nuestros días. Los vecinos no han Madurado.