Ernesto Rojas Morales es un ingeniero, más destacado en distintos cargos del Estado —dos veces director del DANE— y, además, senador suplente de Luis Carlos Galán y quien manejó en el gobierno de Barco uno de sus programas bandera, como fue la lucha contra la pobreza. Quienes lo conocemos de tiempo atrás podemos dar fe de que es un buen analista de los problemas del país y por eso no nos extraña que haya publicado por estos días un ensayo sobre El país posible: un pensamiento diferente sobre la socioeconomía y la política.
En este libro se ocupa de analizar los problemas que afrontamos y en donde plantea soluciones que bien merecen ser analizadas por quienes pretenden dirigir sus destinos. Desarrolla algunos como estos, a los que ve posibles abordarlos: es posible asignar una renta básica a todas las personas inactivas (por edad o enfermedad) y garantizar un trabajo de salario mínimo a los desempleados; es posible disminuir notoriamente los gastos del hogar, al proporcionar viviendas vecinas al lugar de trabajo, bajo la modalidad de arrendamiento social con servicios domiciliares incluidos; es posible eliminar la violencia, al disminuir la desigualdad social, y dar prioridad a la prevención del delito sobre su represión; es posible incrementar las competencias personales mediante la educación digital ofrecida a la población de cualquier edad en cualquier tiempo y en cualquier lugar; es posible preservar la calidad de vida de todos, mediante la universalización de la seguridad social en salud y pensiones; es posible sanear la política y la administración pública mediante un sistema electoral independiente de las demás ramas del poder; es posible adoptar un nuevo modelo económico donde se dé prioridad a las metas del bienestar social sobre las del crecimiento económico.
Los anteriores temas, tratados en igual número de capítulos, permiten iniciar un debate antes de un fast track.
Ernesto Rojas Morales es un ingeniero, más destacado en distintos cargos del Estado —dos veces director del DANE— y, además, senador suplente de Luis Carlos Galán y quien manejó en el gobierno de Barco uno de sus programas bandera, como fue la lucha contra la pobreza. Quienes lo conocemos de tiempo atrás podemos dar fe de que es un buen analista de los problemas del país y por eso no nos extraña que haya publicado por estos días un ensayo sobre El país posible: un pensamiento diferente sobre la socioeconomía y la política.
En este libro se ocupa de analizar los problemas que afrontamos y en donde plantea soluciones que bien merecen ser analizadas por quienes pretenden dirigir sus destinos. Desarrolla algunos como estos, a los que ve posibles abordarlos: es posible asignar una renta básica a todas las personas inactivas (por edad o enfermedad) y garantizar un trabajo de salario mínimo a los desempleados; es posible disminuir notoriamente los gastos del hogar, al proporcionar viviendas vecinas al lugar de trabajo, bajo la modalidad de arrendamiento social con servicios domiciliares incluidos; es posible eliminar la violencia, al disminuir la desigualdad social, y dar prioridad a la prevención del delito sobre su represión; es posible incrementar las competencias personales mediante la educación digital ofrecida a la población de cualquier edad en cualquier tiempo y en cualquier lugar; es posible preservar la calidad de vida de todos, mediante la universalización de la seguridad social en salud y pensiones; es posible sanear la política y la administración pública mediante un sistema electoral independiente de las demás ramas del poder; es posible adoptar un nuevo modelo económico donde se dé prioridad a las metas del bienestar social sobre las del crecimiento económico.
Los anteriores temas, tratados en igual número de capítulos, permiten iniciar un debate antes de un fast track.