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¿Cómo explicar a Trump?

Oscar Guardiola-Rivera
05 de noviembre de 2024 - 09:12 p. m.
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“Los inmigrantes contaminan la sangre de América.” No solo lo dice Trump. Más de una tercera parte de los estadounidenses piensan de esa manera. Según una encuesta realizada en septiembre pasado por Brookings y el Instituto de Investigaciones sobre la Religión Pública el 34 % de los encuestados está de acuerdo con él. Es decir, seis de cada 10 republicanos, 30 % de quienes se identifican como independientes, y 13 % de quienes se autodenominan demócratas.

El presidente del instituto, Robert Jones, reaccionó a los resultados de la encuesta con vehemencia: “Es alarmante… encontrar un apoyo tan alto a este tipo de retórica en uno de los dos partidos mayoritarios”. Este lenguaje “proviene directamente de Mein Kampf… es retórica nazi”.

Si Trump gana, ello significa que poco importa llamar nazi a esa retórica, reducirla a un capricho mental o un fallo psicológico producto de la ignorancia. Lo mismo da si Trump no gana. Cuando Trump dijo lo que dijo, se refería a quienes llegan al país moviéndose desde Latinoamérica, a través de la frontera sur de los EE. UU. Entonces, cabe pensar que se refería, al menos en gran medida, a los latinos. Pero los latinos que votan por Trump no lo ven así. Incluyendo a los miembros de mi familia, de proveniencia caribeña, que viven allí y votan por él. Tampoco lo ven así los afroamericanos que votan por Trump. “Ellos no piensan que él está hablando acerca de ellos,” dice Dan Soza, un oficial que trabaja para el equivalente al Instituto de Bienestar Familiar en Saginaw, Míchigan, y fue testigo de las políticas de separación de los niños de sus padres en la frontera mejicana en 2018.

Si gana Trump, es porque más Latinos le habrán apoyado en esta ocasión. Se calcula que al menos uno de cada diez votantes hispanos que habría votado a Biden en 2020 vota a Trump en el 2024.

El apoyo por parte de los latinos e hispanos a los liberales demócratas, que estos últimos han dado por supuesto de manera casual, ha venido decayendo. Obama ganó cerca del 70% del voto latino. Las encuestas le dan a Harris tan solo el 56%. ¿Por qué? En las encuestas, Harris aparecía perdiendo terreno entre los latinos en al menos tres temas. Uno de ellos es la inmigración. Y este es el tema que Trump ha repetido una y otra vez en campaña con eslóganes y frases como la que Roberts considera salida del Mein Kampf de Hitler. Y la referencia es a los latinos. Así que Trump ha fortalecido su apoyo entre los latinos no solo, o no tanto, a pesar de su retórica antiinmigrante y racista en contra de los latinos, sino, antes bien, precisamente por ella.

“El racismo… es tan solo un elemento en una totalidad más amplia”, advertía el escritor caribeño Frantz Fanon. No es reducible a un capricho, a una falla, ni siquiera a los blancos ni a la llamada blanquitud.

¿Cómo explicar entonces la omnipresencia y el carácter inescapable de la conciencia racial y racista que encuentran tanto los encuestadores de Jones como Dan Soza? Se trata de un esquema cultural que enmarca la manera en que vemos a otros y a nosotros mismos, y como otros nos ven, y que por lo tanto sobredetermina la experiencia individual. No es una cuestión de los discursos dominantes o los valores y las formas de representación solamente, como creen los liberales demócratas. Mas bien, se trata de una suerte de miseria del deseo que se adiciona a la miseria económica que produce el capital. Es la economía, estúpido, y el hecho de que blancos y negros identifican a Trump con un momento en el que la gasolina valía menos, se compraba más en el mercado y había menos competidores por el sueño americano.

Se trata de un ejército móvil de estereotipos y supuestos que enmarcan las maneras de ver, garantizan su repetición, y que funcionan de manera automática, antes de que lo pensemos. Es un mecanismo prerreflexivo y reflexivo que sitúa al referente (el colonizado, el negro, el indio, el campesino, la mujer de color, el inmigrante y un muy largo etcétera) en referencia a ciertas ideaciones e imágenes mucho antes de que hablemos y pensemos en ellas. Como decía Fanon, se trata de un modo político de la fantasía. No bastan entonces ni los procedimientos ni las normas puestas ni juicios forenses como el de Jones. Se requiere de una actitud crítica que pueda prestar atención, hacer visible y confrontar la fantasía. Inclusive la fantasía del sueño americano y el crecimiento sin fin.

Necesitamos una crítica fantástica, ya no literatura, digamos. ¿Pero en qué consiste tal actitud en la práctica? ¿Como separarnos de ese orden simbólico, de las imágenes de la publicidad, el mercado y las instituciones que nos dicen que desear y que no? La pregunta es concreta, por ejemplo, para quienes vimos de niños a nuestros padres caribeños, morenos, empolvarse la cara para ir a trabajar al ministerio o la oficina del grupo financiero en Bogotá o Medellín. Y lo es no a partir de alguna particularidad, de nuestra identidad fallida o nuestro bienestar dañado, sino en el sentido del bien de todos. Si Trump gana, estaremos discutiendo esta pregunta por muchos años. Y si no gana, también.

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Eduardo Sáenz Rovner(7668)Hace 42 minutos
Oscar, una señora cubana me dijo que Trump sí los respetaba a ellos, que los insultos eran para los "otros". Me dijo hace un tiempo que cuando Trump iba a Miami los visitaba y se tomaba un café en Versalles; únicamente le faltaba jugar dominó. Le respondí que Trump también visitaba Little Haiti buscando votos. Ahora bien, los colombianos de Miami no se quedan atrás a pesar de que las palabras de Trump contra los latinos narcos obviamente nos caen.
Alonso(57439)Hace 53 minutos
El analfabetismo político, allá y acá muy, muy parecido
Helga66(40077)Hace 3 horas
Los latinos legales o no son individualistas no tienen, parodiando a Marx, conciencia de clase. Así que piensan: si Trump impide la llegada de mano de obra qué compitirá con la que ya está aquí, eso conviene a mis intereses particulares pues aumenta el precio del trabajo.
Manuel(85839)Hace 3 horas
Es que quienes llegan del L.A o de Africa a Estados Unidos parecen olvidar su origen y se vuelven estadounidenses natos y rechazan ellos mismos a los inmigrantes .Esa parece ser la explicación de que lo que dice trump no los afecta porque ya están residiendo en ese pais.Es perder la identidad nacional y adquirir la estadounidense sin serlo.Luego los mismos inmigrantes parecen rechazar a nuevos inmigrantes como lo hace Trump y los estadounidenses en contra de la inmigración de latinoamericanos.
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