Si la idea del presidente Gustavo Petro es entregar el mando a uno de sus más feroces opositores cuando termine su gobierno, debo decir que lo va a conseguir si sigue conduciendo el país de esta manera.
No es posible que el primer mandatario no comprenda que un cese al fuego no es viable en estos momentos porque el orden público quedó tan descuadernado luego del paso de Iván Duque por la Presidencia de la República, que hoy por hoy no basta con sentar a dialogar a los actores en conflicto para bajar la intensidad del fuego cruzado. Es necesaria la contundente acción de las Fuerzas Militares y de la Policía combatiendo minuto a minuto el crimen organizado.
No entiendo la razón para insistir en un cese al fuego. Insisto, esto no ayuda mucho porque la confrontación que se está dando en estos momentos no es solamente con las fuerzas del Estado sino además entre grupos ilegales y para que este de verdad tenga efecto se debe pactar de forma multilateral. Solo de esa manera se podrá hablar de paz total.
Espero que el presidente Gustavo Petro lo entienda y le permita a los militares y la Policía salir al territorio a combatir todas las formas de ilegalidad. De igual manera espero que dialogue constantemente sobre lo que ocurre en las diferentes regiones en matera de orden público, con el alto mando, el ministro de Defensa y el fiscal general, así este último no sea de su entera simpatía.
Hay una queja generalizada en el Palacio de Nariño y es la falta de dialogo de Petro con su equipo de Gobierno, hecho que sí resulta bastante preocupante porque para dirigir un país tan complejo como el nuestro se requiere liderar procesos. Para esto hay que coordinar y para coordinar es necesario hablar con quienes están al frente de cada trabajo que se ha encomendado y así conocer las debilidades y fortalezas que cada quien presenta.
Esta labor no se hace ni por WhasApp ni por Twitter: se ejerce de manera presencial, frente a frente, con los responsables de cada tarea que se delegue.
Esperaría que Gustavo Petro suelte el celular, especialmente el Twitter, deje de improvisar tanto y se dedique a examinar lo que ocurre en cada frente de su gobierno, si en verdad quiere una continuidad de sus políticas más allá de sus cuatro años de mandato.
Si la idea del presidente Gustavo Petro es entregar el mando a uno de sus más feroces opositores cuando termine su gobierno, debo decir que lo va a conseguir si sigue conduciendo el país de esta manera.
No es posible que el primer mandatario no comprenda que un cese al fuego no es viable en estos momentos porque el orden público quedó tan descuadernado luego del paso de Iván Duque por la Presidencia de la República, que hoy por hoy no basta con sentar a dialogar a los actores en conflicto para bajar la intensidad del fuego cruzado. Es necesaria la contundente acción de las Fuerzas Militares y de la Policía combatiendo minuto a minuto el crimen organizado.
No entiendo la razón para insistir en un cese al fuego. Insisto, esto no ayuda mucho porque la confrontación que se está dando en estos momentos no es solamente con las fuerzas del Estado sino además entre grupos ilegales y para que este de verdad tenga efecto se debe pactar de forma multilateral. Solo de esa manera se podrá hablar de paz total.
Espero que el presidente Gustavo Petro lo entienda y le permita a los militares y la Policía salir al territorio a combatir todas las formas de ilegalidad. De igual manera espero que dialogue constantemente sobre lo que ocurre en las diferentes regiones en matera de orden público, con el alto mando, el ministro de Defensa y el fiscal general, así este último no sea de su entera simpatía.
Hay una queja generalizada en el Palacio de Nariño y es la falta de dialogo de Petro con su equipo de Gobierno, hecho que sí resulta bastante preocupante porque para dirigir un país tan complejo como el nuestro se requiere liderar procesos. Para esto hay que coordinar y para coordinar es necesario hablar con quienes están al frente de cada trabajo que se ha encomendado y así conocer las debilidades y fortalezas que cada quien presenta.
Esta labor no se hace ni por WhasApp ni por Twitter: se ejerce de manera presencial, frente a frente, con los responsables de cada tarea que se delegue.
Esperaría que Gustavo Petro suelte el celular, especialmente el Twitter, deje de improvisar tanto y se dedique a examinar lo que ocurre en cada frente de su gobierno, si en verdad quiere una continuidad de sus políticas más allá de sus cuatro años de mandato.