Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Ojalá que la reciente llegada del buque al puerto de Tumaco con un total de 1,26 millones de galones de combustibles con el fin de garantizar el abastecimiento en Nariño ponga a reflexionar al Gobierno Nacional sobre la importancia y las ventajas que tendría la región si se le permite a este municipio ser el principal distribuidor en este territorio.
El colmo si no se cae en cuenta sobre la ventaja que tiene el poder distribuir 1,5 millones de galones para un promedio total de 500.000 galones diarios de combustibles para el suroccidente colombiano. Si esto se hace todos los días de manera permanente, Nariño podría tener una economía próspera porque esta actividad jalonaría otras.
En diferentes opiniones anteriores me he referido al tema llamando la atención al Ministerio de Minas y Energía especialmente, porque durante cuatro años se dedicó a retrasar la decisión, colocando una cantidad de obstáculos y así no llegar a nada.
Esperaría que la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, estudie muy bien este asunto y lo analice junto a su equipo de trabajo, no dejándose llevar por las presiones que alrededor puedan existir, una de ellas, las de los transportadores que por supuesto no quieren perder la gallina de los huevos de oro si se traslada el suministro de combustible hacia los municipios de Nariño desde el Puerto de Tumaco y no desde Yumbo, Valle del Cauca.
Tumaco no puede seguir siendo el salvavidas de la región cada vez que ocurre un derrumbe en la Vía Panamericana como consecuencia de las lluvias o se presenta un bloqueo por las protestas de las comunidades indígenas y afros de la región.
Es el momento de tomar una decisión definitiva para el traslado de combustible hacia los municipios de Nariño y parte del Putumayo, y demostrar que se quiere y se busca el desarrollo para los departamentos y municipios que se encuentran del lado del Pacífico porque claramente sale más económico trasladar por barco. Sería el colmo que el Ministerio de Minas y Energía permita que le digan lo contrario cuando dentro de su equipo de funcionarios cuentan con el personal capacitado para hacer un análisis al respecto.
Tumaco es un municipio que merece la oportunidad de ser el motor de la economía en una región bastante olvidada. Este es el momento para que analice el tema y se le permita demostrar todo el potencial que tiene y se le deje de mirar únicamente cuando se presenta una emergencia para que acuda el rescate. Esto debe cambiar, y por eso hago el llamado no solo a la ministra de Minas y Energía sino además al presidente de la República y a su vicepresidenta para que examinen este asunto y se le ponga una solución definitiva al suministro de combustible a los municipios de Nariño y parte del Putumayo.