Con la pasada entrevista a la actriz mexicana Kate del Castillo en la Wradio, Vicky Dávila demostró una vez más, que su memoria olvidó que el buen periodismo se limita a preguntar, sin entrar a juzgar, ni pretende ser una especie de Fiscalía.
Insisto en lo escrito en una opinión anterior, “si Vicky desea recuperar el respeto del público que un día le llegó a admirar, debe concentrarse en hacer periodismo, demostrando que su regreso a los micrófonos, se debe más a su capacidad profesional, que a las buenas y grandes relaciones que se puede tener en esta vida”.
A veces me da la impresión de que estar mucho tiempo junto al poder le hizo daño a Vicky. De otro modo no se entiende como se olvida que el papel de un periodista no es el de juzgar a un entrevistado, como lo hizo con Kate del Castillo cuando le preguntó, si la intención de la actriz al querer producir un trabajo sobre el Chapo Guzmán, “era hacer una apología al famoso capo del narcotráfico”.
¿Es que acaso no es esta la mejor manera de conocer la realidad de una sociedad, que ha sido capturada por la mafia y la criminalidad? En Colombia muchos periodistas han entrevistado a distintos personajes de la guerrilla, paramilitarismo y narcotráfico, y han escrito libros sobre la vida de ellos y no por eso se puede decir o asegurar que han tenido la intención de hacer apología del delito.
Si escribir o narrar la historia de una persona que dedica su vida a conseguir poder a través de métodos ilegales es hacer apología al delito, tendríamos que decir que en Colombia somos expertos en eso, porque no se puede olvidar que producciones como “El patrón del mal”, “Los tres caínes”, “las muñecas de la mafia”, “El cartel de los sapos”, alias J.J. y demás series de televisión y documentales que describen los fenómenos de criminalidad en nuestro país, se han realizado con actores colombianos emitidos en canales colombianos. ¿Lo recordará Vicky?
Estoy totalmente convencido de que si a Vicky Dávila se le presenta la oportunidad de tener un acercamiento con el Chapo Guzmán, que le permita realizar algún trabajo periodístico, y así entender la realidad de este oscuro personaje y el entorno legal e ilegal en el que se movía mientras delinquía, no lo desperdiciaría, ni ella, ni ningún periodista, no porque quiera hacer una “apología al delito”, sino por el alcance que un trabajo profesional como este, puede significar para su carrera.
Es que acaso Vicky Dávila no sabe que si se quiere hablar o escribir sobre el crimen organizado, hay que conocerlo, enterarse de cómo funciona y para esto es necesario, como periodista, hacer un acercamiento con este mundo. Este trabajo no se puede hacer desde la comodidad del poder que tanto le gusta a la presentadora de noticias en la Wradio.
No existe razón para que desde el periodismo se pose de fiscal y se quiera juzgar los acercamientos o amistad que puedan tener actrices como Kate del Castillo, con personajes del narcotráfico, entre otras porque Colombia es la menos indicada para hacerlo.
No se nos olvide los escándalos que se han presentado al interior de nuestro país, por cuenta de las relaciones de reconocidas modelos, actrices, presentadoras de televisión y reinas de belleza con narcotraficantes y paramilitares, que al igual que el capo mexicano también mataron y masacraron gente, ¿les ha elevado Vicky la misma crítica o señalamiento a estas señoritas?
Una vez más mi querida Vicky, el afecto en el público que sigue al periodismo, se gana con trabajo hecho con responsabilidad y seriedad. Sin posar de juez o fiscal, porque en el periodismo, se es tan bueno, hasta el día en que se comete un error y usted ya tiene una triste experiencia en esto. El colmo si no la aprendió.
Con la pasada entrevista a la actriz mexicana Kate del Castillo en la Wradio, Vicky Dávila demostró una vez más, que su memoria olvidó que el buen periodismo se limita a preguntar, sin entrar a juzgar, ni pretende ser una especie de Fiscalía.
Insisto en lo escrito en una opinión anterior, “si Vicky desea recuperar el respeto del público que un día le llegó a admirar, debe concentrarse en hacer periodismo, demostrando que su regreso a los micrófonos, se debe más a su capacidad profesional, que a las buenas y grandes relaciones que se puede tener en esta vida”.
A veces me da la impresión de que estar mucho tiempo junto al poder le hizo daño a Vicky. De otro modo no se entiende como se olvida que el papel de un periodista no es el de juzgar a un entrevistado, como lo hizo con Kate del Castillo cuando le preguntó, si la intención de la actriz al querer producir un trabajo sobre el Chapo Guzmán, “era hacer una apología al famoso capo del narcotráfico”.
¿Es que acaso no es esta la mejor manera de conocer la realidad de una sociedad, que ha sido capturada por la mafia y la criminalidad? En Colombia muchos periodistas han entrevistado a distintos personajes de la guerrilla, paramilitarismo y narcotráfico, y han escrito libros sobre la vida de ellos y no por eso se puede decir o asegurar que han tenido la intención de hacer apología del delito.
Si escribir o narrar la historia de una persona que dedica su vida a conseguir poder a través de métodos ilegales es hacer apología al delito, tendríamos que decir que en Colombia somos expertos en eso, porque no se puede olvidar que producciones como “El patrón del mal”, “Los tres caínes”, “las muñecas de la mafia”, “El cartel de los sapos”, alias J.J. y demás series de televisión y documentales que describen los fenómenos de criminalidad en nuestro país, se han realizado con actores colombianos emitidos en canales colombianos. ¿Lo recordará Vicky?
Estoy totalmente convencido de que si a Vicky Dávila se le presenta la oportunidad de tener un acercamiento con el Chapo Guzmán, que le permita realizar algún trabajo periodístico, y así entender la realidad de este oscuro personaje y el entorno legal e ilegal en el que se movía mientras delinquía, no lo desperdiciaría, ni ella, ni ningún periodista, no porque quiera hacer una “apología al delito”, sino por el alcance que un trabajo profesional como este, puede significar para su carrera.
Es que acaso Vicky Dávila no sabe que si se quiere hablar o escribir sobre el crimen organizado, hay que conocerlo, enterarse de cómo funciona y para esto es necesario, como periodista, hacer un acercamiento con este mundo. Este trabajo no se puede hacer desde la comodidad del poder que tanto le gusta a la presentadora de noticias en la Wradio.
No existe razón para que desde el periodismo se pose de fiscal y se quiera juzgar los acercamientos o amistad que puedan tener actrices como Kate del Castillo, con personajes del narcotráfico, entre otras porque Colombia es la menos indicada para hacerlo.
No se nos olvide los escándalos que se han presentado al interior de nuestro país, por cuenta de las relaciones de reconocidas modelos, actrices, presentadoras de televisión y reinas de belleza con narcotraficantes y paramilitares, que al igual que el capo mexicano también mataron y masacraron gente, ¿les ha elevado Vicky la misma crítica o señalamiento a estas señoritas?
Una vez más mi querida Vicky, el afecto en el público que sigue al periodismo, se gana con trabajo hecho con responsabilidad y seriedad. Sin posar de juez o fiscal, porque en el periodismo, se es tan bueno, hasta el día en que se comete un error y usted ya tiene una triste experiencia en esto. El colmo si no la aprendió.