Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
La semana pasada en la Convención del Partido Liberal el gran triunfador fue el expresidente César Gaviria, quien fue elegido nuevamente como presidente de esa colectividad.
Como lo reconoce el propio Gaviria en extensa entrevista publicada por la revista Semana, él logró evitar que sectores liderados por el exministro Luis Fernando Velasco y el parlamentario Alejandro Carlos Chacón (conocido como el “Mico Chacón”) se apoderaran del Partido Liberal.
Velasco y Chacón son dos camaleónicos y manzanillos políticos regionales perdidos entre las componendas y los acuerdos oscuros de gobernabilidad, quienes pretendían entregarle a Petro el partido, que como lo dice Gaviria, permitiría al petrismo consolidar mayorías en el Senado y ponerlo a su servicio en las elecciones de 2026 para respaldar a quien en cuerpo ajeno prolongue esta fatal presidencia de izquierda radical.
En la mencionada entrevista, que recomiendo se la devoren y la lean como comen las vacas, es decir, rumiando, el expresidente Gaviria se refiere en extenso al presidente Petro y de una u otra manera reproduce lo que la inmensa mayoría de los colombianos creemos de Petro y de su nefasto gobierno, lo que viniendo de alguien con la experiencia y el olfato político de Gaviria se torna en algo de mayúscula relevancia, con independencia de si a alguien le gustó o no Gaviria como presidente, o si le ha gustado o no como jefe del liberalismo.
Las criticas y las opiniones de Gaviria respecto de Petro como persona y como presidente son demoledoras, francas y contundentes. Gaviria dice que estamos en manos de un presidente que no respeta las decisiones de la justicia, ni siquiera las de las Altas Cortes y que cuando ellas no resuelven como él quisiera, insinúa que ellas -las Cortes- hacen parte de una conspiración, de un golpe blando, que no es más que un mecanismo de llevar al caos al país, porque ese caos, describe muy bien al propio gobierno.
Indica Gaviria que Petro no cree haber sido elegido presidente sino Rey y que desde esa convencida y petulante posición se atreve a darle órdenes a las tres ramas del poder público y a los órganos de control, pues el hecho de haber sacado una votación considerable lo hace creer que es el amo y señor de todo en el país. Gaviria lo define como un autoritario y un sectario.
Hace énfasis Gaviria en el hecho de que el presidente Petro es imposible de leer, que nadie sabe para dónde va, que nadie sabe por qué actúa de una u otra manera, pero sobre todo, que Petro se levanta todos los días a alimentar el caos y a generar todo tipo de desconciertos.
Indica también Gaviria que el presidente tiene a los colombianos viviendo en un “Estado de derecho sui generis”, pues el Estado de derecho se vulnera con la loca y antidemocrática pretensión de Petro de poner a sus pies a todas las instituciones del país, y concretamente, lo acusa de creerse el jefe de la fiscal y a la fiscal de creerse subalterna de presidente.
Finalmente dice que Petro ha fracasado rotundamente en la consolidación de la paz, en su idea de convertirse en un líder global y que vive más preocupado de lo que pasa en otros lugares del mundo que lo que pasa en sus propias narices en Colombia.
Así las cosas, les recomiendo leer la mencionada entrevista de Gaviria, pero sobre todo, los invito a leer mis columnas, ésta y las anteriores, en donde lo dicho por Gaviria es lo mismo que he venido semanalmente advirtiendo en los últimos años, aunque debo advertir que el expresidente Gaviria lo ha hecho con más diplomacia y consideración.