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Enfrentar al Estado no es una tarea sencilla. Y no hablo de las luchas contra sus arbitrariedades o contra las grandes injusticias o los atropellos violentos. Pienso en la llegada a las simples ventanillas de los trámites, en el cansancio de pasar el primer filtro con el legajo de papeles bajo el brazo y la esperanza en el turno recién asignado. Con las instituciones hemos topado, diría un caballero experto en batallas imaginarias.
Ese cara a cara siempre entrega sorpresas. ¿Cómo serían los altos funcionarios del gobierno atendiendo las necesidades cotidianas de los ciudadanos? Va un pequeño catálogo de ficción burocrática.
Ventanilla 1: Buenas tardes, ¿en qué podemos ayudarla desde el DPS? Buenas, es que perdí mi trabajo como empleada doméstica y quiero aplicar para un subsidio. Deme su número de documento para hacer una investigación exhaustiva. Veo que hay sospechas, tome su turno para el interrogatorio que se le hará en la ventanilla seis ¿Interrogatorio? Sí, señora. Pero cómo así, usted me está acusando, quiero hablar con su superior. Está ocupadito en agenda privada.
Ventanilla 2: Buenos días, la señora, bienvenida a su CAPS de confianza. Buenas, vengo en busca de la vacuna de refuerzo para el Covid. No, señora, no se está aplicando, no haga parte de un experimento de los laboratorios. Allá al frente puede reclamar la Ivermectina. Gracias ¿Y cuál es la dosis? Una pastillita cada cuatro horas por prevención en salud. ¿Y usted sabe si aquí están entregando la insulina? No señora, para el tratamiento de la obesidad están los clubes de gimnasia programada ¿Dónde se hacen las inscripciones? Ay señora, vea que usted no es la única, avance pues, avance y deje de divagar.
Ventanilla 3: Buenas, doctor. Vengo para lo de los pasaportes. Por ahora están agotaditos, hay mucha demanda ¿Y cuándo cree que se puede tramitar otra vez? Ya empezamos con la preguntadera… no hay, es una orden de arriba, no le puedo ayudar. Solo hay salida para los embajadores groseros ¿Pero entonces estamos encerrados en el país? No, no, usted puede viajar tranquilamente al departamento de Panamá. ¿Qué? No le entiendo. Bueno, igual ya estoy cerrando, me llegó la hora.
Ventanilla 4: Buenos días, mi señor, ¿aquí es donde se reclaman los avales fiscales? Sí, pero estamos en proceso. ¿Y los giros que se les deben a las EPS son por aquí? No, le tocaría la ventanilla dos, pero plata no hay. ¿Y si es verdad que van a aumentar los cobros? No se deje echar cuentos. ¿Y lo del precio del ACPM sí es verdad? Pura mentira de la gente del petróleo. ¿Y verdad que en la tres no entregan pasaportes porque no hay plata pal contrato? Paja, no se deje engañar. ¿O sea que la mayoría de lo que se dice por acá es mentira? Más o menos el 40 %.
Ventanilla 5: Buenos días, ¿usted es el comisionado de paz? Sí, ¿en qué puedo ayudarle? Mire, ¿cuándo es que se expiden los ceses al fuego? Eso sale en tres días hábiles pero tiene que usarlo rápido porque tiene vigencia de dos días ¿Me lo puede expedir ya? Venga en diez minutos por él. Ah, otra cosa, ¿esta gente del ELN cuándo se va a jubilar? Si no pasan la reforma pensional cómo quieren que las cosas avancen. Perdón señor, tengo que seguir atendiendo, siguiente, señor Mancuso Salvatore…
Ventanilla 6: Buenas, ¿aquí es donde atienden lo de la igualdad?… Buenas, ¿alguien atiende?… Buenos días…
Ventanilla 7: Buenas, ¿usted es el señor Velasco? Sí a la orden. Mire es que me dijeron que yo estaba en la lista de un señor César Gaviria. No, no lo puedo atender. Ah, pero también estoy anotado en la del señor Cepeda. Retírese por favor. Y en la de la señora Dilian. Siguiente por favor.