Colombia hace parte de la mayoría de los países de América Latina que reformaron sus constituciones en los años 90. Las sociedades, los políticos, los retos democráticos, la voz de las minorías, los anhelos de derechos, los poderes reales… Todo había sufrido cambios que las antiguas cartas constitucionales, más pegadas al siglo XIX que al XX, desconocían por completo. Las constituciones andaban de levita y sotana mientras la realidad se había desabotonado y sacudido el polvo del museo institucional. Brasil, en 1988, fue el primero en mudar y luego vinieron en seguidilla Colombia, Costa Rica, Paraguay, México, Argentina, Perú y, un poco más tarde, Venezuela y Bolivia. Fueron mudas totales o parciales, pero muy significativas.
Poder reconstituyente
05 de junio de 2024 - 05:05 a. m.