Esta noche ya no existirá CM&, ese noticiero que hace 33 años fundaron Yamid Amat y Juan Gossaín y el cual, noche a noche, de lunes a viernes, nos ha traído las principales noticias de Colombia y el mundo, con profesionalismo, exactitud y sentido de la noticia.
Obsesionado por la chiva, su director, Yamid Amat, nos ha revelado primicias inolvidables, como esa famosa entrevista que le hizo al exministro de Defensa Fernando Botero Zea en la que este le dijo:
–Con mucha tristeza, porque quiero al presidente Samper, quiero a su familia y lo quiero verdaderamente, tengo que responder que sí sabía (del ingreso de dineros del cartel de Cali a su campaña)–, le dijo Botero a Yamid. Pero agregó:
–Yo no tuve idea, yo no fui el autor intelectual ni el autor material, yo no recibí los dineros, yo no los distribuí.
Entonces Yamid, con su habilidad única como reportero, lo arrinconó con su pregunta magistral:
–¿Si usted no sabía de la presencia de dineros del narcotráfico, por qué sí sabía que Samper lo sabía?
La salida del aire de CM& es una pérdida enorme para el periodismo colombiano y para el público en general. Pero ocurrió que una estructura de costos muy pesada que arrastraba del pasado, la dictadura y la escasez de la pauta publicitaria, la competencia feroz con los canales privados que tienen por detrás jugosas chequeras, las dificultades inmensas a las que se ven sometidos los medios independientes, y las deudas insoportables que tuvo que contraer el noticiero produjeron lo que se tornó inevitable: el fin de CM&, pues se venció el contrato que había entre el Canal Uno y el noticiero y no hubo condiciones para que este se renovara.
Es muy triste que haya quedado sin trabajo ese equipo estupendo de periodistas, formado por Yamid Amat, y que él, el maestro de maestros, no sea más director de un medio, sobre todo en este momento cuando el país está tan necesitado de medios que suministren información confiable.
Para Yamid Amat no hay sino palabras de admiración: hijo de un inmigrante palestino y de Leonor Ruiz, boyacense, se inició en el oficio como entrevistador de parejas de enamorados en Radio Tunja, cuando apenas superaba los 20 años y la situación económica lo llevó a dejar su carrera de ingeniería química. Entonces recorrió todos los peldaños del oficio: trabajó en Radio Juventud haciendo programas de música; pasó a redactar noticias en la emisora Monserrate, del grupo Unión Radio; luego al diario El Espacio, ingresó a TV Sucesos de la mano de Alberto Acosta, se empleó en el periódico El Bogotano, después ascendió a ser director de noticias de Caracol Radio; fundó el noticiero 6 a.m. 9 a.m. en el que, a base de poner a madrugar a los principales personajes del país para llevarlos a su programa, y conseguir las mejores primicias en todas partes, revolucionó la radio en Colombia; creó Radio Net, una emisora que transmitía noticias las 24 horas del día; y fundó CM&, ese noticiero que ahora, con su partida, nos deja un vacío que no va a llenarlo nada.
Sin embargo, además de ser un periodista extraordinario, Yamid Amat, a pesar de sus rabietas famosas, como se lo dijo a la Revista Cambio su exesposa, la periodista Amparo Pérez, “nunca ha abusado de su poder para acabar con alguien”. Y como también se lo dijo Felipe López, otro grande del oficio, él “es tal vez el único periodista que después de más de 50 años de carrera, no tiene enemigos”.
¡Qué falta vas a hacernos, querido Yamid!
Esta noche ya no existirá CM&, ese noticiero que hace 33 años fundaron Yamid Amat y Juan Gossaín y el cual, noche a noche, de lunes a viernes, nos ha traído las principales noticias de Colombia y el mundo, con profesionalismo, exactitud y sentido de la noticia.
Obsesionado por la chiva, su director, Yamid Amat, nos ha revelado primicias inolvidables, como esa famosa entrevista que le hizo al exministro de Defensa Fernando Botero Zea en la que este le dijo:
–Con mucha tristeza, porque quiero al presidente Samper, quiero a su familia y lo quiero verdaderamente, tengo que responder que sí sabía (del ingreso de dineros del cartel de Cali a su campaña)–, le dijo Botero a Yamid. Pero agregó:
–Yo no tuve idea, yo no fui el autor intelectual ni el autor material, yo no recibí los dineros, yo no los distribuí.
Entonces Yamid, con su habilidad única como reportero, lo arrinconó con su pregunta magistral:
–¿Si usted no sabía de la presencia de dineros del narcotráfico, por qué sí sabía que Samper lo sabía?
La salida del aire de CM& es una pérdida enorme para el periodismo colombiano y para el público en general. Pero ocurrió que una estructura de costos muy pesada que arrastraba del pasado, la dictadura y la escasez de la pauta publicitaria, la competencia feroz con los canales privados que tienen por detrás jugosas chequeras, las dificultades inmensas a las que se ven sometidos los medios independientes, y las deudas insoportables que tuvo que contraer el noticiero produjeron lo que se tornó inevitable: el fin de CM&, pues se venció el contrato que había entre el Canal Uno y el noticiero y no hubo condiciones para que este se renovara.
Es muy triste que haya quedado sin trabajo ese equipo estupendo de periodistas, formado por Yamid Amat, y que él, el maestro de maestros, no sea más director de un medio, sobre todo en este momento cuando el país está tan necesitado de medios que suministren información confiable.
Para Yamid Amat no hay sino palabras de admiración: hijo de un inmigrante palestino y de Leonor Ruiz, boyacense, se inició en el oficio como entrevistador de parejas de enamorados en Radio Tunja, cuando apenas superaba los 20 años y la situación económica lo llevó a dejar su carrera de ingeniería química. Entonces recorrió todos los peldaños del oficio: trabajó en Radio Juventud haciendo programas de música; pasó a redactar noticias en la emisora Monserrate, del grupo Unión Radio; luego al diario El Espacio, ingresó a TV Sucesos de la mano de Alberto Acosta, se empleó en el periódico El Bogotano, después ascendió a ser director de noticias de Caracol Radio; fundó el noticiero 6 a.m. 9 a.m. en el que, a base de poner a madrugar a los principales personajes del país para llevarlos a su programa, y conseguir las mejores primicias en todas partes, revolucionó la radio en Colombia; creó Radio Net, una emisora que transmitía noticias las 24 horas del día; y fundó CM&, ese noticiero que ahora, con su partida, nos deja un vacío que no va a llenarlo nada.
Sin embargo, además de ser un periodista extraordinario, Yamid Amat, a pesar de sus rabietas famosas, como se lo dijo a la Revista Cambio su exesposa, la periodista Amparo Pérez, “nunca ha abusado de su poder para acabar con alguien”. Y como también se lo dijo Felipe López, otro grande del oficio, él “es tal vez el único periodista que después de más de 50 años de carrera, no tiene enemigos”.
¡Qué falta vas a hacernos, querido Yamid!