Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Cromos

                          Vea

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Suscriptores

                                      Beneficios

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Descuentos

                                                                                                    Idiomas

                                                                                                    EE ADS

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Blogs

                                                                                                          Especiales

                                                                                                            Descarga la App

                                                                                                              Edición Impresa

                                                                                                                Suscripción

                                                                                                                  Eventos

                                                                                                                    Foros El Espectador

                                                                                                                      Pauta con nosotros en EE

                                                                                                                        Pauta con nosotros en Cromos

                                                                                                                          Pauta con nosotros en Vea

                                                                                                                            Avisos judiciales

                                                                                                                              Preguntas Frecuentes

                                                                                                                                Contenido Patrocinado
                                                                                                                                05 de mayo de 2012 - 08:00 p. m.

                                                                                                                                La repetición de la repetidera

                                                                                                                                Alguna vez, siendo jurado de un concurso de poesía en Medellín, asistí a un debate entre mis colegas, dos reconocidos escritores, sobre el libro de uno de los finalistas con mayor opción; aunque tenía muchos aciertos, decían, lo malograba el hecho de que fuera una pobre imitación del poeta X.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Como yo no conocía bien la obra del poeta X, un autor local, no podía terciar en la discusión desde esa perspectiva. Sin embargo, el argumento fue tomando tal peso en la decisión de mis compañeros que finalmente, después de muchos ires y venires, ellos se impusieron y le dimos al libro cuestionado un modesto tercer lugar. Al abrir las plicas pudimos comprobar, con horror, que el libro era del poeta X.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Una de las muchas interpretaciones de este episodio podría ser que un autor se puede copiar a sí mismo; y aunque parezca increíble, mientras mejor lo haga más mal le resultará, pues eso significa que se está repitiendo, pero sin el impulso y la fuerza que su obra tuvo en algún momento. Pecado grave, si tenemos en cuenta que se espera de un artista que no codifique su lenguaje, que se reinvente y no se deje asfixiar por su propio estilo.

                                                                                                                                Nadie está exento de que esto le suceda, ni los grandes maestros. Y nos duele, cuando de ellos se trata, pues es difícil que una larga vida creativa no termine en agotamiento. Lo vemos en Botero, un pintor extraordinario en sus primeras obras, pero que, víctima de su propio hallazgo, a partir de cierto punto se banaliza; y en García Márquez, ese buscador incansable, genio capaz de escribir El coronel y El otoño, dos obras magníficas y a la vez enteramente distintas, que copia sin la misma potencia su propio realismo mágico en algunas de sus últimas novelas. En todo creador, pues, habita un posible enemigo de sí mismo, cuya amenaza crece a medida que se llega a la vejez. Y se necesita coraje tanto para silenciarse como para asumir que el arte es una búsqueda perpetua.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                También le sucede, aunque de otra manera, a Fernando Vallejo, nuestro Bernhard criollo, ese escritor apasionado, en últimas un moralista, que a punta de sarcasmo e ironía ha señalado en sus novelas la mala entraña de “este paisito de mierda” y en general del universo. Después de escribir sus primeras obras, y la extraordinaria biografía de Barba Jacob, Vallejo, un hombre amable en la intimidad, refinó el personaje que inventó para sí mismo y se convirtió en un profesional del escándalo que aprovecha la “fascinación de la cultura moderna por quienes putean”, de la que habla el incisivo Piglia. Es que eso da sus réditos y él lo sabe. Lo vemos, pues, desde hace años, vertiendo frente al público y los periodistas sus viejas ideas, con apenas leves variaciones, e insultando y despotricando, de una manera ya conocida, contra el papa, los presidentes, las mujeres paridoras y todo lo que se le ocurre. A muchos su perorata les fascina. A otros, ya no sólo no nos divierte ni nos convence, sino que nos fatiga. Lástima, porque es fácil compartir sus juicios.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Por los lados del periodismo hay también quienes perseveran en los papeles que se han autoimpuesto, hasta volverse predecibles. Son los idénticos a sí mismos, aquellos cuya mirada se ha petrificado en el tiempo porque para ellos el mundo ya está definido. Y no es que no disfrutemos, al lado del análisis frío de la mayoría, de la aguda perversidad crítica y el humor corrosivo capaz de develar lo que de podrido hay en Dinamarca. Es que el arte de la diatriba, cuando viene en el mismo empaque por años y años, en forma programática, pierde su poder contestatario, su capacidad subversiva. Es más, se oficializa. Y no creo que haya un mayor contrasentido que un rebelde oficial y de oficio. Aunque, como dice un ingenioso poeta amigo, hay una explicación posible: que el que es caballero repite.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                Alguna vez, siendo jurado de un concurso de poesía en Medellín, asistí a un debate entre mis colegas, dos reconocidos escritores, sobre el libro de uno de los finalistas con mayor opción; aunque tenía muchos aciertos, decían, lo malograba el hecho de que fuera una pobre imitación del poeta X.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Como yo no conocía bien la obra del poeta X, un autor local, no podía terciar en la discusión desde esa perspectiva. Sin embargo, el argumento fue tomando tal peso en la decisión de mis compañeros que finalmente, después de muchos ires y venires, ellos se impusieron y le dimos al libro cuestionado un modesto tercer lugar. Al abrir las plicas pudimos comprobar, con horror, que el libro era del poeta X.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Una de las muchas interpretaciones de este episodio podría ser que un autor se puede copiar a sí mismo; y aunque parezca increíble, mientras mejor lo haga más mal le resultará, pues eso significa que se está repitiendo, pero sin el impulso y la fuerza que su obra tuvo en algún momento. Pecado grave, si tenemos en cuenta que se espera de un artista que no codifique su lenguaje, que se reinvente y no se deje asfixiar por su propio estilo.

                                                                                                                                Nadie está exento de que esto le suceda, ni los grandes maestros. Y nos duele, cuando de ellos se trata, pues es difícil que una larga vida creativa no termine en agotamiento. Lo vemos en Botero, un pintor extraordinario en sus primeras obras, pero que, víctima de su propio hallazgo, a partir de cierto punto se banaliza; y en García Márquez, ese buscador incansable, genio capaz de escribir El coronel y El otoño, dos obras magníficas y a la vez enteramente distintas, que copia sin la misma potencia su propio realismo mágico en algunas de sus últimas novelas. En todo creador, pues, habita un posible enemigo de sí mismo, cuya amenaza crece a medida que se llega a la vejez. Y se necesita coraje tanto para silenciarse como para asumir que el arte es una búsqueda perpetua.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                También le sucede, aunque de otra manera, a Fernando Vallejo, nuestro Bernhard criollo, ese escritor apasionado, en últimas un moralista, que a punta de sarcasmo e ironía ha señalado en sus novelas la mala entraña de “este paisito de mierda” y en general del universo. Después de escribir sus primeras obras, y la extraordinaria biografía de Barba Jacob, Vallejo, un hombre amable en la intimidad, refinó el personaje que inventó para sí mismo y se convirtió en un profesional del escándalo que aprovecha la “fascinación de la cultura moderna por quienes putean”, de la que habla el incisivo Piglia. Es que eso da sus réditos y él lo sabe. Lo vemos, pues, desde hace años, vertiendo frente al público y los periodistas sus viejas ideas, con apenas leves variaciones, e insultando y despotricando, de una manera ya conocida, contra el papa, los presidentes, las mujeres paridoras y todo lo que se le ocurre. A muchos su perorata les fascina. A otros, ya no sólo no nos divierte ni nos convence, sino que nos fatiga. Lástima, porque es fácil compartir sus juicios.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Por los lados del periodismo hay también quienes perseveran en los papeles que se han autoimpuesto, hasta volverse predecibles. Son los idénticos a sí mismos, aquellos cuya mirada se ha petrificado en el tiempo porque para ellos el mundo ya está definido. Y no es que no disfrutemos, al lado del análisis frío de la mayoría, de la aguda perversidad crítica y el humor corrosivo capaz de develar lo que de podrido hay en Dinamarca. Es que el arte de la diatriba, cuando viene en el mismo empaque por años y años, en forma programática, pierde su poder contestatario, su capacidad subversiva. Es más, se oficializa. Y no creo que haya un mayor contrasentido que un rebelde oficial y de oficio. Aunque, como dice un ingenioso poeta amigo, hay una explicación posible: que el que es caballero repite.

                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Ver todas las noticias
                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
                                                                                                                                Aceptar