Bogotá es una ciudad dura pero que puede ufanarse de tener una oferta de eventos culturales significativa. Y, sin embargo, los encuentros alrededor de la poesía son pocos y puntuales, y no irradian como quisiéramos la ciudad entera. Infortunadamente, están lejos los tiempos gloriosos de la Casa de Poesía Silva, que logró crear un público inmenso y fervoroso cuando estuvo dirigida por María Mercedes Carranza. Hoy es una institución lánguida, agonizante, que no supo sostener el interés del público ávido que llenó plazas enteras en eventos como “Alzados en Almas”. Por eso hay que celebrar que la Secretaría de Cultura de Bogotá, liderada por Santiago Trujillo, haya decidido volver a poner la poesía en un primer plano, convocando a un concurso de carácter muy amplio, con premios muy estimulantes, que sumados dan un total de cien millones de pesos, y que culminará en el Festival Reverso, que se celebrará entre el 5 y el 9 de noviembre.
Todo habitante de Bogotá que ame la poesía y que se considere poeta, o aspire a serlo, está invitado a participar en una de las cuatro categorías: la de poesía para niños —tan olvidada a veces en el aula y los hogares—, la escrita por la juventud —siempre necesitada de estímulos y reconocimiento—, la de la experiencia —poetas con un libro publicado en los últimos cinco años—, y la interdisciplinar o en nuevos formatos —poesía digital, sonora, acompañada de performance, instalaciones poéticas— como lo exigen los nuevos tiempos. Esta última categoría debe tener, eso sí, algún sustento en la palabra.
Se concursa con cinco poemas inéditos, que deben demostrar a los jurados originalidad, hondura, rigor en el manejo del lenguaje. Tres de tema libre, en que los autores y autoras podrán expresar de qué naturaleza es su mundo creativo, qué tipo de realidades y de temas son los que les interesa explorar. Un cuarto poema deberá ser sobre Bogotá. Recordemos que la poesía moderna nace unida a la idea de ciudad en los versos de Baudelaire, uno de los primeros en señalar cuánto de poético puede encerrar lo urbano, y la posibilidad de encontrar belleza en lo sórdido, lo feo, lo oscuro de sus callejones. Los poetas colombianos no han sido ajenos al interés por la ciudad, como lo prueba la reciente antología En esta parte del mundo, que reúne poemas sobre Bogotá escritos entre 1926 y 2022, y que vale la pena recorrer para encontrarse con sus distintas versiones. Y un último poema tendrá que ser sobre el cuerpo, nuestra casa más íntima, lugar del dolor y del placer a través del cual se expresa nuestra identidad, y en un país como el nuestro, objeto de múltiples violencias. Esta categoría tiene en cuenta que el cuerpo será el tema central de la Feria del Libro 2025.
Un gran acierto es que el concurso se valdrá de cuatro emisoras universitarias, las de la Tadeo Lozano, la Nacional, la Javeriana y la Distrital, donde los finalistas leerán sus poemas durante la semana del Festival. Y el 8 de noviembre se sabrá quiénes fueron los ganadores, tres por categoría, cuyos poemas serán divulgados en una publicación formato digital. ¡Anímense! ¡Y apúrense!
* Las bases pueden ser consultadas en la web.
Bogotá es una ciudad dura pero que puede ufanarse de tener una oferta de eventos culturales significativa. Y, sin embargo, los encuentros alrededor de la poesía son pocos y puntuales, y no irradian como quisiéramos la ciudad entera. Infortunadamente, están lejos los tiempos gloriosos de la Casa de Poesía Silva, que logró crear un público inmenso y fervoroso cuando estuvo dirigida por María Mercedes Carranza. Hoy es una institución lánguida, agonizante, que no supo sostener el interés del público ávido que llenó plazas enteras en eventos como “Alzados en Almas”. Por eso hay que celebrar que la Secretaría de Cultura de Bogotá, liderada por Santiago Trujillo, haya decidido volver a poner la poesía en un primer plano, convocando a un concurso de carácter muy amplio, con premios muy estimulantes, que sumados dan un total de cien millones de pesos, y que culminará en el Festival Reverso, que se celebrará entre el 5 y el 9 de noviembre.
Todo habitante de Bogotá que ame la poesía y que se considere poeta, o aspire a serlo, está invitado a participar en una de las cuatro categorías: la de poesía para niños —tan olvidada a veces en el aula y los hogares—, la escrita por la juventud —siempre necesitada de estímulos y reconocimiento—, la de la experiencia —poetas con un libro publicado en los últimos cinco años—, y la interdisciplinar o en nuevos formatos —poesía digital, sonora, acompañada de performance, instalaciones poéticas— como lo exigen los nuevos tiempos. Esta última categoría debe tener, eso sí, algún sustento en la palabra.
Se concursa con cinco poemas inéditos, que deben demostrar a los jurados originalidad, hondura, rigor en el manejo del lenguaje. Tres de tema libre, en que los autores y autoras podrán expresar de qué naturaleza es su mundo creativo, qué tipo de realidades y de temas son los que les interesa explorar. Un cuarto poema deberá ser sobre Bogotá. Recordemos que la poesía moderna nace unida a la idea de ciudad en los versos de Baudelaire, uno de los primeros en señalar cuánto de poético puede encerrar lo urbano, y la posibilidad de encontrar belleza en lo sórdido, lo feo, lo oscuro de sus callejones. Los poetas colombianos no han sido ajenos al interés por la ciudad, como lo prueba la reciente antología En esta parte del mundo, que reúne poemas sobre Bogotá escritos entre 1926 y 2022, y que vale la pena recorrer para encontrarse con sus distintas versiones. Y un último poema tendrá que ser sobre el cuerpo, nuestra casa más íntima, lugar del dolor y del placer a través del cual se expresa nuestra identidad, y en un país como el nuestro, objeto de múltiples violencias. Esta categoría tiene en cuenta que el cuerpo será el tema central de la Feria del Libro 2025.
Un gran acierto es que el concurso se valdrá de cuatro emisoras universitarias, las de la Tadeo Lozano, la Nacional, la Javeriana y la Distrital, donde los finalistas leerán sus poemas durante la semana del Festival. Y el 8 de noviembre se sabrá quiénes fueron los ganadores, tres por categoría, cuyos poemas serán divulgados en una publicación formato digital. ¡Anímense! ¡Y apúrense!
* Las bases pueden ser consultadas en la web.