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Entrevista displicente

Rafael Rivas
23 de diciembre de 2024 - 05:05 a. m.
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“El Nobel de economía James Robinson dio una entrevista en 'Semana' que se destaca por una ligereza pasmosa”: Rafael Rivas
“El Nobel de economía James Robinson dio una entrevista en 'Semana' que se destaca por una ligereza pasmosa”: Rafael Rivas
Foto: EFE - NANCY WONG / HANDOUT

El Nobel de economía James Robinson dio una entrevista en Semana que se destaca por una ligereza pasmosa. La afirmación de que Colombia ha sido mal gobernada durante 200 años, en favor de unas élites, parece producto de una bodega petrista. ¿No será que el camino al desarrollo para uno de los países más pobres de América, con una geografía muy complicada, que empezó su vida independiente en la pobreza absoluta, no es tan sencillo como insinúa? La idea de que todos los gobiernos han servido a las élites sería noticia para muchos dirigentes que hicieron grandes esfuerzos para modernizar un país muy pobre y constituye una afrenta contra miles de personas que han trabajado para mejorar las condiciones de sus conciudadanos. ¿Pensaba López Pumarejo que estaba trabajando para las élites? ¿Los Lleras? ¿O en el siglo XIX, López, Murillo Toro, Aquileo Parra? ¿O Santander? ¿O se está refiriendo Robinson a los gamonales regionales, con su desaforado apetito por los recursos públicos? ¿O a los sindicatos de las empresas públicas, que capturaban las rentas monopólicas de las empresas estatales? Si es así, que lo diga claramente.

El camino al desarrollo es largo y difícil. Colombia no puede ser tan rica como los Estados Unidos blandiendo una varita mágica. Toma generaciones de formación de capital humano y físico. El estado mismo de las instituciones (acá también Robinson es displicente con las colombianas, que a pesar de sus defectos y debilidades se han fortalecido y mantenido su carácter democrático) no es un fenómeno independiente de la calidad del insumo humano. Y ningún análisis serio de las debilidades de las instituciones colombianas puede omitir el efecto devastador del narcotráfico, que las ha combatido desde hace 40 años.

Robinson nos conmina a mirar a Chile para aprender de su fortaleza institucional. Olvida que por menos de lo que ha ocurrido acá, Chile cayó en una dictadura larguísima, que su tasa de crecimiento económico en el último medio siglo es inferior a la colombiana y que también es un país con gran desigualdad económica. Y omite mencionar que, en países con instituciones fuertes como Francia, España y Japón, también hay escándalos de corrupción por temas relacionados con la financiación de la actividad política.

Las exageraciones sobre la captura del Estados por élites frívolas traen a cuento otro lugar común: el supuesto dominio de la élite bogotana sobre el poder. En realidad, esto no pasa de ser una ficción. El 26 % de los presidentes de Colombia nació en Bogotá. En el siglo XIX, solo cinco de 37 fueron bogotanos. En los siglos XX y XXI, 13 de 31 han sido bogotanos. Suena alto, pero no es una proporción muy distinta a la de bogotanos sobre habitantes urbanos en Colombia.

Como punto positivo, por lo menos Robinson se apartó de la idea de que la pobreza se combate sin crecer, aunque el ejemplo de lo que considera una política de inversión en infraestructura, construir carreteras en la selva tropical, también es curioso. El daño que hacen afirmaciones como las de Robinson consiste en que ayudan a difundir la idea de que existen recetas simplistas y fáciles para el desarrollo, que nos van a ahorrar el trabajo de generaciones, como el que se hizo todo el siglo XX y se tendrá que hacer todo el siglo XXI.

 

Pipo Solarte(exbqo)Hace 1 minuto
Los grandes grupos económicos y narco-parapolíticos, gracias a la puerta giratoria de los propietarios y gerentes, desde sus empresas a los ministerios, han orientado los planes de desarrollo y los presupuestos a favorecer la multiplicación de sus riquezas y al crecimiento anárquico de Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena y otros centros. Subsidios a los biocombustibles y otros productos, la conformación de carteles de producción y precios, infraestructura alrededor de capitales, etc.
Javier(qfigf)Hace 1 hora
Claro que los gobiernos han trabajado para las élites. Claro ejemplo de ello el que se haya privilegiado el transporte de carga por carreteras en detrimento del ferroviario bajo la excusa de una geografía complicada; falso, sino vea a Suiza que también tiene a los Alpes suizos, en cambio una decisión como esa favorece otros intereses. Quien controla las concesiones de peajes en el paso? Quienes están detrás de los monopolios de carga, importadores de camiones, puertos y aeropuertos?
Celyceron(11609)Hace 3 horas
“Tanto el burro, como quien lo arrea”. Entrevistador y entrevistado, “dignos” del producto publicado.
Duncan Darn(84992)Hace 3 horas
En todas las sociedades mercantiles modernas se enriquecen las élites y sus familias, su círculo social y de amistades, quienes finalmente son los que componen dicha élite, la gente bien, que es llevada "democráticamente" al poder por los llevados del bulto, quienes son los que trabajan duro, mal pagados y sometidos convenientemente a una falta de educación, salud y vivienda, catalizados por la mezcolanza de religión, desinformación y lumpenizaciónen términos coloquiales "ñerificacion" cultural
  • Ángel Guardián(62526)Hace 2 horas
    Ufff!!! So good… pero quien dirige cada país de Hispanoamérica sin colores: Es rey!!! Ing en Dubai
Ángel Guardián(62526)Hace 3 horas
El lío es sencillo: Allá en Hispanoamérica cualquier idiota extranjero es invitado y los hispanos -sin ninguna identidad y desunidos, le ponen tapete rojo mientras se postran de rodillas doblando columnas vertebrales. Aquellos se tiran un pedo y los otros pendejos a hacer comentarios… ing en Dubai
  • Un observador(71824)Hace 1 hora
    Siempre vulgar y grosero en sus comentarios. Demuestre con su lenguaje que estudio en una universidad.
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