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Sin que esta columna tenga la pretensión odiosa y caprichosa de proponer una selección de personajes de 2024, presento cinco hechos y sucesos que tienden a olvidarse, los cuales he compendiado en función de que siguen teniendo consecuencias trascendentes en diferentes escenarios:
1. La persistencia de Martin Mestre para capturar en Brasil a Jaime Saade, asesino de su hija. La fe en la justicia determinó a este padre adolorido a no renunciar a su derecho de perseguir a quien asesinó a su joven hija y se fugó a Brasil, donde cambió de identidad y rehízo su vida. Nada detuvo a este progenitor ultrajado, quien logró detectar el país y sitio de refugio del criminal y después enfrentar una batalla legal para traerlo a Colombia a que purgara su crimen. Lo logró y hoy Saade está guardado aquí en una cárcel. Su hija no revivirá, pero sus padres mirarán el mundo diferente y sabrán que no se equivocaron al no perder la fe en la justicia.
2. La inauguración de los Juegos Olímpicos. El espectáculo que Francia ofreció al planeta con la inauguración de los juegos olímpicos no fue solo una fiesta de luces y colores, sino el rescate del respeto a la convivencia colectiva y diversa, más en estos tiempos en que crecen las voces contra la migración. No se quedó sin representación ningún sector de la multirracial sociedad francesa en esa magna inauguración que mandó un mensaje universal de reconciliación.
3. El valor de María Corina Machado. El coraje de esta mujer contra la que no han podido ni podrán vencer Maduro y sus secuaces es histórico. Cuando la pesadilla de su país termine, y todo indica que eso puede ser pronto, así Petro y su lagartísimo canciller sigan dando palos de ciegos, Corina será para siempre una figura similar a Mandela, que ojalá no se deje colonizar de la ultraderecha, en particular de la nuestra. Venezuela merece salir de la dictadura y reconstruirse en democracia, no sustituir una tiranía por otra.
4. El imprescriptible y legítimo reclamo de los hermanos Luz Mónica, Sofía, Luis Fernando, Ana Cristina y María Inés Llano Narváez, y el drama para el cura Francisco de Roux. Era obvio que ante las denuncias del confuso suceso que comprometió al reconocido sacerdote jesuita De Roux en prácticas supuestamente encubridoras de otro sacerdote pederasta de la misma comunidad, el país se estremecería. El cura De Roux es un patricio respetado y una voz acatada en la nación. Las denuncias en su contra no les fueron indiferentes a sus detractores ni a sus millones de defensores, amigos y admiradores, entre los cuales milito. Esta mala hora no ha terminado para el sacerdote, cuyas explicaciones han dejado muchas inquietudes. De Roux se ha defendido alegando que cumplió las prescripciones del código canónico e impuso las sanciones allí previstas al poderoso sacerdote pederasta Darío Chavarriaga, pero la verdad es que eso no fue un castigo sino una lavada de manos. También ha dicho De Roux que consultó a un abogado penalista quien le recomendó no denunciar al cura abusador dizque porque entonces la acción penal estaba prescrita. El país tiene derecho a saber quién fue ese jurista que le dio tan ilegal e inmoral consejo; el cura De Roux no lo debería proteger con su silencio sino con la verdad, quien quiera que sea. Cualquier otro abogado le habría aclarado que, si para entonces estaba prescrita la acción penal, la ley le daba la oportunidad al padre Chavarriaga de renunciar a ese beneficio y enfrentar no solo las sanciones canónicas como sacerdote sino la justicia como ciudadano transgresor del código penal. De Roux finalmente ha hecho lo correcto: ponerse a órdenes de la justicia y no de los púlpitos.
5. El hallazgo macabro de la Escombrera. La JEP está empezando a cumplir, en especial a las víctimas. De ello no hay duda, luego del tenebroso hallazgo de las fosas comunes de la comuna 13 en la Escombrera. Por muchos años, varios gobiernos pretendieron negar esa realidad que hoy es noticia mundial.
Adenda no 1. Contrastes caleños. Porque lo mereció aplaudimos la Cali cívica que se lució con la COV16, pero dos meses después temblamos con los videos de Las Langostas —un grupo delincuencial— atacando en manada a sus víctimas en pleno centro de la ciudad. Esta vez nada dijo el pantallero alcalde Eder.
Adenda No 2. Los mismos medios que fustigaron a Valledupar por recibir como héroe a Diomedes Diaz cuando estuvo preso ahora hicieron lo mismo con el deportado Fabio Ochoa, al recibirlo como un cantante célebre.