¿Debemos estar asustados de la expropiación?
¿Debemos estar asustados de la expropiación? Recientemente se armó debate en el país por una propuesta del Gobierno relacionada con la expropiación. En este episodio de #Voces les explicamos qué es la tal expropiación, cómo y para qué debe ser usada, y porqué consideramos que el debate que debería importarnos es si se puede usar la expropiación para reducir la insólita desigualdad en el acceso a la tierra en Colombia.
Bienvenidos a este episodio de Voces Reimaginemos. Hoy vamos a hablar sobre un tema que ha estado en el centro del debate: la expropiación en materia de tierras. Y debemos empezar por reconocer que alrededor de ciertas palabras, como la expropiación, suelen existir suspicacias y debates, porque existen sesgos. Y en últimas esto hace que sea más complicado entender el trasfondo de las discusiones.
Y para muchos no hay claridad sobre exactamente qué es la expropiación. Si es una figura nueva en Colombia o no. Si beneficia a la sociedad o no. Si retribuye justamente a los propietarios. Y si sirve para reducir la desigualdad o no.
Precisamente para aclarar estas preguntas, invitamos hoy a Ángela Serrano, Investigadora y Profesora de Los Andes:
La expropiación es un mecanismo que usa el Estado para obligar a una persona propietaria a vender su inmueble al Estado, siempre a cambio de una compensación monetaria, que se calcula según el valor comercial del inmueble. Es una figura jurídica muy común y antigua en Colombia. Está presente en el ordenamiento jurídico del país desde la constitución de 1821. Y con frecuencia se usa para que los gobiernos puedan adquirir los predios necesarios para proyectos de utilidad pública como construir carreteras o colegios. En Bogotá, por ejemplo, se han expropiado más de 100 predios para construir el metro. Entonces la expropiación no es un mecanismo nuevo ni excepcional en Colombia.
Ahora hablando de la expropiación agraria específicamente, esta tiene como propósito dar tierra a personas campesinas sin tierra o que tienen tierra insuficiente. Esto es muy importante porque Colombia es uno de los países con mayor desigualdad en la tenencia de la tierra en el mundo. Aquí, el 1% de las explotaciones agrícolas más grandes concentran el 81% de la tierra privada. Y esto es entonces una cuestión de utilidad pública por muchas razones. La primera es que una mejor distribución en la tenencia de la tierra, nos permitiría asegurar un mejor abastecimiento de alimentos en el país. Y la segunda, porque estos niveles de desigualdad son tanto causa como consecuencia del conflicto armado en Colombia. Así que la expropiación es una herramienta que el Estado puede utilizar para lograr el bienestar social y garantizar el desarrollo del país.
Entendemos entonces que la figura de expropiación está pensada como un mecanismo, de muchos otros, a través de los cuáles el Estado debe buscar el bienestar común. Eso sí, garantizando que se cumpla a los propietarios un proceso y unos precios justos. Esperamos con esta reflexión, despejar parte de los mitos que están alrededor de la figura de la expropiación, y resaltar cómo realmente la discusión que debería importarnos es cómo vamos a reducir la insólita desigualdad en el acceso a la tierra que existe en Colombia.
Bienvenidos a este episodio de Voces Reimaginemos. Hoy vamos a hablar sobre un tema que ha estado en el centro del debate: la expropiación en materia de tierras. Y debemos empezar por reconocer que alrededor de ciertas palabras, como la expropiación, suelen existir suspicacias y debates, porque existen sesgos. Y en últimas esto hace que sea más complicado entender el trasfondo de las discusiones.
Y para muchos no hay claridad sobre exactamente qué es la expropiación. Si es una figura nueva en Colombia o no. Si beneficia a la sociedad o no. Si retribuye justamente a los propietarios. Y si sirve para reducir la desigualdad o no.
Precisamente para aclarar estas preguntas, invitamos hoy a Ángela Serrano, Investigadora y Profesora de Los Andes:
La expropiación es un mecanismo que usa el Estado para obligar a una persona propietaria a vender su inmueble al Estado, siempre a cambio de una compensación monetaria, que se calcula según el valor comercial del inmueble. Es una figura jurídica muy común y antigua en Colombia. Está presente en el ordenamiento jurídico del país desde la constitución de 1821. Y con frecuencia se usa para que los gobiernos puedan adquirir los predios necesarios para proyectos de utilidad pública como construir carreteras o colegios. En Bogotá, por ejemplo, se han expropiado más de 100 predios para construir el metro. Entonces la expropiación no es un mecanismo nuevo ni excepcional en Colombia.
Ahora hablando de la expropiación agraria específicamente, esta tiene como propósito dar tierra a personas campesinas sin tierra o que tienen tierra insuficiente. Esto es muy importante porque Colombia es uno de los países con mayor desigualdad en la tenencia de la tierra en el mundo. Aquí, el 1% de las explotaciones agrícolas más grandes concentran el 81% de la tierra privada. Y esto es entonces una cuestión de utilidad pública por muchas razones. La primera es que una mejor distribución en la tenencia de la tierra, nos permitiría asegurar un mejor abastecimiento de alimentos en el país. Y la segunda, porque estos niveles de desigualdad son tanto causa como consecuencia del conflicto armado en Colombia. Así que la expropiación es una herramienta que el Estado puede utilizar para lograr el bienestar social y garantizar el desarrollo del país.
Entendemos entonces que la figura de expropiación está pensada como un mecanismo, de muchos otros, a través de los cuáles el Estado debe buscar el bienestar común. Eso sí, garantizando que se cumpla a los propietarios un proceso y unos precios justos. Esperamos con esta reflexión, despejar parte de los mitos que están alrededor de la figura de la expropiación, y resaltar cómo realmente la discusión que debería importarnos es cómo vamos a reducir la insólita desigualdad en el acceso a la tierra que existe en Colombia.