¿Petróleo o no petróleo?
Allison Benson – Economista, PhD y Directora de Reimaginemos:
Bienvenidos a Voces Reimaginemos. En este episodio hablaremos sobre una pregunta que ha estado en boca de muchas personas varios meses. ¿Explotará o no explotará petróleo Colombia?
Aunque no tuvo mucho eco en las noticias, la semana pasada, el Ministerio de Hacienda, el Ministerio de Minas y el Ministerio de Comercio sacaron un comunicado de prensa en el que se afirma que Colombia continuará con la exploración y explotación de combustibles líquidos y de gas.
Esta noticia viene tras meses de polémica, de ires y venires y de preguntarnos si Colombia seguirá o no seguirá explotando petróleo. Alrededor de este debate se han centrado ideas de si se apoya o no se apoya las propuestas de Petro. O un argumento muy sencillo que es si se nos acabará o no se nos acabará la plata como país si dejamos de explotar petróleo.
Pero la realidad es que para entender y responder esta pregunta necesitamos preguntarnos sobre muchas más cosas, más allá de lo económico, cuáles son las implicaciones sociales y ambientales de esta medida.
Por eso, hoy hablamos con Nicolás Beltrán, un ingeniero experto en energías renovables, que nos contará más al respecto.
Nicolás Beltrán – Ingeniero Magister experto en energía sostenible
Colombia debe acelerar su transición energética, pero para hacerlo debe continuar la explotación de combustibles fósiles durante el proceso. En una frase: La transición energética se trata de dejar de usar combustibles fósiles, no se trata de dejar de producirlos para importarlos y seguir usándolos.
Hay que tener en cuenta que la energía que consumimos no es solo la electricidad; incluye gas y combustibles líquidos para transporte, industria, comercio y hogares. Los dos primeros pasos para la transición energética de cualquier país son: 1) Descarbonizar la generación eléctrica. Es decir, dejar de producir electricidad con carbón, gas, Diesel. Y en Colombia, ya más del 70% de nuestra energía lo cumple, gracias al gran potencial de energía hidráulica que tenemos.
Y el segundo objetivo es electrificar sectores como el transporte, industria, comercio y hogares, es decir, en sectores que utilizan combustibles líquidos o gaseosos, llevarlos a usar electricidad, esa electricidad que ya descarbonizamos previamente.
Para lograr el primero, se necesita mucha inversión privada en energías renovables no convencionales, como solar o eólica; y el costo de estos proyectos depende de la tasa de cambio y de la tasa de interés. Ambas variables fueron negativamente afectadas por los anuncios iniciales del gobierno. Debemos tener en cuenta la balanza comercial de Colombia cómo funciona y cómo desafortunadamente es muy dependiente de las remesas y las exportaciones de petróleo.
Ahora, para lograr la segunda, se necesita mucha inversión pública para financiar sistemas de transporte eléctrico masivo y programas de sustitución de combustibles, etc. y no podemos obviar que Ecopetrol es una parte relevante del presupuesto nacional, y por ende, una fuente de financiación para estos proyectos y esta transición importante.
Considerando esas dos razones, para mi es claro que esa política planteada inicialmente es “pseudoambientalista”, porque parece estar orientada hacia fomentar la transición energética, pero en realidad, para mí, retrasaría nuestra transición energética en unos 20 años.
Allison Benson – Economista, PhD y Directora de Reimaginemos:
Entonces, dejar de producir petróleo por sí solo, no genera un impacto ambiental si no transformamos la manera como los hogares, la industria y el transporte utilizan la energía, para que esta energía sea limpia. Y esta transición, requiere muchos recursos, y requiere tiempo. Como país, tenemos que empezar a avanzar en estas transformaciones, antes de centrarnos en la discusión básica de si dejamos de producir o no dejamos de producir petróleo.
Bienvenidos a Voces Reimaginemos. En este episodio hablaremos sobre una pregunta que ha estado en boca de muchas personas varios meses. ¿Explotará o no explotará petróleo Colombia?
Aunque no tuvo mucho eco en las noticias, la semana pasada, el Ministerio de Hacienda, el Ministerio de Minas y el Ministerio de Comercio sacaron un comunicado de prensa en el que se afirma que Colombia continuará con la exploración y explotación de combustibles líquidos y de gas.
Esta noticia viene tras meses de polémica, de ires y venires y de preguntarnos si Colombia seguirá o no seguirá explotando petróleo. Alrededor de este debate se han centrado ideas de si se apoya o no se apoya las propuestas de Petro. O un argumento muy sencillo que es si se nos acabará o no se nos acabará la plata como país si dejamos de explotar petróleo.
Pero la realidad es que para entender y responder esta pregunta necesitamos preguntarnos sobre muchas más cosas, más allá de lo económico, cuáles son las implicaciones sociales y ambientales de esta medida.
Por eso, hoy hablamos con Nicolás Beltrán, un ingeniero experto en energías renovables, que nos contará más al respecto.
Nicolás Beltrán – Ingeniero Magister experto en energía sostenible
Colombia debe acelerar su transición energética, pero para hacerlo debe continuar la explotación de combustibles fósiles durante el proceso. En una frase: La transición energética se trata de dejar de usar combustibles fósiles, no se trata de dejar de producirlos para importarlos y seguir usándolos.
Hay que tener en cuenta que la energía que consumimos no es solo la electricidad; incluye gas y combustibles líquidos para transporte, industria, comercio y hogares. Los dos primeros pasos para la transición energética de cualquier país son: 1) Descarbonizar la generación eléctrica. Es decir, dejar de producir electricidad con carbón, gas, Diesel. Y en Colombia, ya más del 70% de nuestra energía lo cumple, gracias al gran potencial de energía hidráulica que tenemos.
Y el segundo objetivo es electrificar sectores como el transporte, industria, comercio y hogares, es decir, en sectores que utilizan combustibles líquidos o gaseosos, llevarlos a usar electricidad, esa electricidad que ya descarbonizamos previamente.
Para lograr el primero, se necesita mucha inversión privada en energías renovables no convencionales, como solar o eólica; y el costo de estos proyectos depende de la tasa de cambio y de la tasa de interés. Ambas variables fueron negativamente afectadas por los anuncios iniciales del gobierno. Debemos tener en cuenta la balanza comercial de Colombia cómo funciona y cómo desafortunadamente es muy dependiente de las remesas y las exportaciones de petróleo.
Ahora, para lograr la segunda, se necesita mucha inversión pública para financiar sistemas de transporte eléctrico masivo y programas de sustitución de combustibles, etc. y no podemos obviar que Ecopetrol es una parte relevante del presupuesto nacional, y por ende, una fuente de financiación para estos proyectos y esta transición importante.
Considerando esas dos razones, para mi es claro que esa política planteada inicialmente es “pseudoambientalista”, porque parece estar orientada hacia fomentar la transición energética, pero en realidad, para mí, retrasaría nuestra transición energética en unos 20 años.
Allison Benson – Economista, PhD y Directora de Reimaginemos:
Entonces, dejar de producir petróleo por sí solo, no genera un impacto ambiental si no transformamos la manera como los hogares, la industria y el transporte utilizan la energía, para que esta energía sea limpia. Y esta transición, requiere muchos recursos, y requiere tiempo. Como país, tenemos que empezar a avanzar en estas transformaciones, antes de centrarnos en la discusión básica de si dejamos de producir o no dejamos de producir petróleo.