¿Se puede construir paz y equidad en la Orinoquía Colombiana?
La semana pasada estuvimos en Villavicencio desde los Diálogos Territoriales sobre Desigualdad de Reimaginemos. Hablamos, junto con voces de la academia, el sector social, la empresa, el gobierno y las artes, sobre Desigualdad, Paz y Tierras. Aquí unas de las ideas principales.
Durante el diálogo hablamos no solo de los problemas, sino también, de las soluciones. Y lo hicimos de una manera concreta. Por ejemplo, como punto de partida, reconocimos la urgencia del catastro multipropósito que se necesita actualizar en el país para que sepamos la tierra de quién es y podamos cobrar impuestos a las personas que tienen muchas tierras, o que no usan su tierra.
Al pensar las soluciones nos preguntamos también sobre el rol de la empresa. Como Mariana lo recuerda, desde la empresa hay muchas cosas que se pueden hacer. No solo generar empleo sino también transformar la manera como una persona que trabaja en una empresa se ve así misma y pueda tener más oportunidades en el futuro. Por eso en la empresa hay que “ayudarles a encontrar en lo que son buenos y crecer en lo que son buenos”.
Las soluciones no se pueden construir sin trabajar de la mano con los líderes sociales. Y para que los liderazgos sociales tengan más impacto hay que reconocerlos y no solo escucharlos, sino también involucrarlos en las soluciones.
Como lo plantea Luz Marina, se necesita también reconocer quiénes son líderes sociales y porqué su liderazgo y sus vidas valen tanto. “Líder es aquel que no dice “yo soy líder” si no que pone el liderazgo en otras personas. Aquel líder que dice la verdad sobre una situación que se está viviendo que es desconocida por las ciudades. Aquel líder que, aunque haya sido desplazado, ha vuelto al territorio a seguir luchando. Aquel líder que por decir la verdad también ha desaparecido.
Por último, hablamos sobre el potencial del arte para embellecer mundos y crear otras realidades posibles. Un ejemplo nos lo da el hip hop que, precisamente, nace como una música de resistencia, se ha hecho mucho en el mundo y eso llegó a Colombia. Al respecto, Walter nos comentó que “el rap tiene ese contenido social de que se puede expresare sus problemáticas así es como vivimos, esto es lo que somos y queremos cambiar, queremos mejorar. Tengo unos amigos, ellos hacen rap campesino, rap rural y expresan todo esto con su forma de vida, de cultivar la tierra, a través de la música y hace que se despierte el interés de gente de las ciudades, incluso de niños a valorar y cuidar el campo como forma de vida”.
Durante el diálogo hablamos no solo de los problemas, sino también, de las soluciones. Y lo hicimos de una manera concreta. Por ejemplo, como punto de partida, reconocimos la urgencia del catastro multipropósito que se necesita actualizar en el país para que sepamos la tierra de quién es y podamos cobrar impuestos a las personas que tienen muchas tierras, o que no usan su tierra.
Al pensar las soluciones nos preguntamos también sobre el rol de la empresa. Como Mariana lo recuerda, desde la empresa hay muchas cosas que se pueden hacer. No solo generar empleo sino también transformar la manera como una persona que trabaja en una empresa se ve así misma y pueda tener más oportunidades en el futuro. Por eso en la empresa hay que “ayudarles a encontrar en lo que son buenos y crecer en lo que son buenos”.
Las soluciones no se pueden construir sin trabajar de la mano con los líderes sociales. Y para que los liderazgos sociales tengan más impacto hay que reconocerlos y no solo escucharlos, sino también involucrarlos en las soluciones.
Como lo plantea Luz Marina, se necesita también reconocer quiénes son líderes sociales y porqué su liderazgo y sus vidas valen tanto. “Líder es aquel que no dice “yo soy líder” si no que pone el liderazgo en otras personas. Aquel líder que dice la verdad sobre una situación que se está viviendo que es desconocida por las ciudades. Aquel líder que, aunque haya sido desplazado, ha vuelto al territorio a seguir luchando. Aquel líder que por decir la verdad también ha desaparecido.
Por último, hablamos sobre el potencial del arte para embellecer mundos y crear otras realidades posibles. Un ejemplo nos lo da el hip hop que, precisamente, nace como una música de resistencia, se ha hecho mucho en el mundo y eso llegó a Colombia. Al respecto, Walter nos comentó que “el rap tiene ese contenido social de que se puede expresare sus problemáticas así es como vivimos, esto es lo que somos y queremos cambiar, queremos mejorar. Tengo unos amigos, ellos hacen rap campesino, rap rural y expresan todo esto con su forma de vida, de cultivar la tierra, a través de la música y hace que se despierte el interés de gente de las ciudades, incluso de niños a valorar y cuidar el campo como forma de vida”.