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                                                                                                                                Concubinato Ejército-’paracos’

                                                                                                                                Documentos desclasificados de la CIA y el Departamento de Estado de los Estados Unidos confirman una vieja evidencia: la “relación simbiótica”, o, en otros términos, la complicidad y buenas relaciones entre los militares colombianos y el paramilitarismo. Nada nuevo bajo el sol, pero sirven para reactivar la memoria histórica y no dejar perder en el olvido (que es un aliado de la impunidad), tantas barbaridades, como las masacres y el desplazamiento forzado.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Sometida por 450 paramilitares, a la población de ese territorio en los Montes de María, y perteneciente a Carmen de Bolívar, la tuvieron ocupada seis días, durante los cuales asesinaron, torturaron, violaron, hicieron fiesta (una “orgía de sangre” en la que tocaron tambores y acordeón, al tiempo que cortaban cabezas y fusilaban) y provocaron una de las más espantosas matanzas. Y por allí no asomaron sus narices ni la policía ni el ejército. “El Ejército sabía por inteligencia que los paramilitares estaban en el área, pero se fueron antes de la masacre”, dijo la Embajada de EE.UU. en 2009.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Los documentos desclasificados de los mencionados organismos gringos, ratifican lo que era vox pópuli. Y lo que, en otros momentos, sujetos como alias H.H., también parte del cargamento de jefes paramilitares que el gobierno de Uribe extraditó a los Estados Unidos, con el propósito de evitar confesiones comprometedoras en Colombia, revelaron acerca del contubernio entre “paracos” y ejército. Cuando iba a denunciar, por ejemplo, quiénes estaban en el “grupo de los seis” (en el que según él había industriales y clérigos), le taparon la boca con la extradición.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Volviendo a los documentos desclasificados y, en particular, al juicio civil contra Macaco, que es un paso adelante en la dilatada búsqueda de justicia por las acciones de barbarie del Bloque Bolívar, miembros de la Comisión Colombiana de Juristas calificaron la decisión como una “victoria para la verdad”. El director de esta entidad, Gustavo Gallón, dijo que el fallo contra Macaco ha sido “el resultado de la incansable lucha de las víctimas por su derecho a la verdad y a la justicia”. Sobre todo —añadió— porque este derecho casi se pierde al ser extraditado Macaco exclusivamente por cargos de narcotráfico.

                                                                                                                                El paramilitarismo exterminó a miles de personas. No está de sobra recordar que estos escuadrones de la muerte, que, según los documentos desclasificados iban de gancho con los militares, también eran apoyados por algunas transnacionales. La verdad se va abriendo paso por un camino de espinas.

                                                                                                                                Documentos desclasificados de la CIA y el Departamento de Estado de los Estados Unidos confirman una vieja evidencia: la “relación simbiótica”, o, en otros términos, la complicidad y buenas relaciones entre los militares colombianos y el paramilitarismo. Nada nuevo bajo el sol, pero sirven para reactivar la memoria histórica y no dejar perder en el olvido (que es un aliado de la impunidad), tantas barbaridades, como las masacres y el desplazamiento forzado.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Sometida por 450 paramilitares, a la población de ese territorio en los Montes de María, y perteneciente a Carmen de Bolívar, la tuvieron ocupada seis días, durante los cuales asesinaron, torturaron, violaron, hicieron fiesta (una “orgía de sangre” en la que tocaron tambores y acordeón, al tiempo que cortaban cabezas y fusilaban) y provocaron una de las más espantosas matanzas. Y por allí no asomaron sus narices ni la policía ni el ejército. “El Ejército sabía por inteligencia que los paramilitares estaban en el área, pero se fueron antes de la masacre”, dijo la Embajada de EE.UU. en 2009.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Los documentos desclasificados de los mencionados organismos gringos, ratifican lo que era vox pópuli. Y lo que, en otros momentos, sujetos como alias H.H., también parte del cargamento de jefes paramilitares que el gobierno de Uribe extraditó a los Estados Unidos, con el propósito de evitar confesiones comprometedoras en Colombia, revelaron acerca del contubernio entre “paracos” y ejército. Cuando iba a denunciar, por ejemplo, quiénes estaban en el “grupo de los seis” (en el que según él había industriales y clérigos), le taparon la boca con la extradición.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Volviendo a los documentos desclasificados y, en particular, al juicio civil contra Macaco, que es un paso adelante en la dilatada búsqueda de justicia por las acciones de barbarie del Bloque Bolívar, miembros de la Comisión Colombiana de Juristas calificaron la decisión como una “victoria para la verdad”. El director de esta entidad, Gustavo Gallón, dijo que el fallo contra Macaco ha sido “el resultado de la incansable lucha de las víctimas por su derecho a la verdad y a la justicia”. Sobre todo —añadió— porque este derecho casi se pierde al ser extraditado Macaco exclusivamente por cargos de narcotráfico.

                                                                                                                                El paramilitarismo exterminó a miles de personas. No está de sobra recordar que estos escuadrones de la muerte, que, según los documentos desclasificados iban de gancho con los militares, también eran apoyados por algunas transnacionales. La verdad se va abriendo paso por un camino de espinas.

                                                                                                                                Ver todas las noticias
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