Publicidad

Sombrero de mago

El poder de la mentira

Reinaldo Spitaletta
15 de diciembre de 2020 - 04:30 a. m.
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

Dicen que cuando el pastorcito grito: “¡viene el lobo!”, pero el lobo no venía, nació la literatura. Con esta disciplina, la mentira cobró una dimensión estética, de asombros y otras maravillas, o, como lo señalara Vargas Llosa, le dio la dimensión de ser “la verdad de las mentiras”. Otra cosa, distinta y fea, es la inveterada mentira propalada por los políticos, los que detentan el poder, los que asumen las características del Gran Hermano diseñado por Orwell. Hace rato que la mentira, como herramienta de confusiones, es otra pandemia universal.

Miente el cura y miente el papa. Mienten el presidente y el diputado. Los congresistas y los banqueros. Apelan a un cúmulo de embustes los que hacen recaer las crisis sobre los hombros de los trabajadores. La mentira, táctica de vieja data de gobiernos autoritarios y burócratas momificados, es y ha sido un instrumento para manipular rebaños y sostener privilegios de minorías.

La mentira sirve para la fabricación de mitos, como ocurrió, por ejemplo, con el nazismo. Joseph Goebbels, cerebro de la propaganda del Tercer Reich, supo de las utilidades de la propalación no solo de mentiras, que repetidas hasta la saciedad se tornan en “verdades”, sino del valor, para controlar mentes y desbaratar oposiciones, de las consignas viscerales (fundamentadas casi siempre en mentiras), la censura, la intervención de los medios de comunicación como la radio, y tener de su lado, del lado del poder, al teatro, el cine, las artes. El baluarte de la propaganda nazi, cojo y bajito, sabía con creces los dividendos que le daba a esa ideología poner bajo sus pies a los medios de expresión.

La divulgación de mentiras da pingües ganancias al poder. En pleno auge de las redes sociales, la falsía y los bulos son provechosos para el ejercicio despótico del poder, para favorecer a los que han engendrado inequidades y desolaciones en el mundo. Las “bodeguitas” pagadas por politiqueros y otros badulaques de la engañifa están en boga en estos tiempos en que mentir es la clave. Estos mismos organismos, financiados por quienes saben que con la mentira se logran réditos (votos, apoyos gamonalescos, respaldos venales, etc.), agitan a su vez incensarios para disimular la podredumbre de sus jefes.

Recuerdo la última ficción de Umberto Eco, muerto en 2016, sobre los medios de comunicación, en especial los periódicos. En Número Cero, una novela sobre la mentira, da cuenta de cómo muchas cosas están hechas sobre apariencias y ropajes de relumbrón con el fin de mantener intacto el statu quo, hundir o desviar el sentido de las protestas populares, crear falsas banderas. En la obra aparece un periódico, Domani, que es un botón de muestra de la degradación periodística contemporánea.

En esta creación, con formulación de crítica histórica a la manipulación de la opinión pública, se plantea cómo hacer que los receptores, la gente, los lectores, las audiencias, se sometan a los quereres de los que mandan. Hay que ablandar a los desposeídos, hay que procurar oscurecerles los sentidos y evitar que cuestionen, que se pregunten, como lo proponía un poeta, “¿y esto de qué?”. El tripitorio, las vísceras o entrañas de un periodismo para la enajenación, quedan exhibidos con suficiencia en la satírica novela de Umberto Eco.

Y así como puede haber (aunque cada vez en menor proporción) distintas formas para decir la verdad, como lo propuso Bertolt Brecht, lo que abunda en todo caso son las mil maneras—por no decir infinitas— de dar a la mentira apariencia de verdad. Hoy, auspiciados por el poder, se tejen con sutileza mecanismos y maniobras para que no haya memoria, o, de otra forma, para que prevalezca la peste del olvido.

Los medios de información (o de desinformación, según sus relaciones con el poder, cualquiera que este sea) parecen estar hechos a la medida de una actualidad “ahistórica”, la de imponer la desmemoria. No hacer seguimientos. No dar antecedentes ni propiciar posibles consecuencias de los acontecimientos, de las medidas políticas, del desempeño de los gobernantes. Un hecho borra el anterior. Así no es posible forjar una opinión pública crítica, pensante, deliberante. Solo autómatas. Consumidores de basura.

La mentira, como vulgar herramienta del poder, tiene muchos canales. Y se instala en distintos escenarios para que sea efectiva. Promueve, como sucede en la novela 1984, la pasividad de los que son víctimas de los poderes, para que los acojan como parte de la “normalidad”. Que ni riesgos los “proles” vayan a tener “sentimientos políticos intensos”. La mentira puede provocar que no haya paz, sino guerra; que no haya libertad, sino esclavitud; que no haya conocimiento, sino ignorancia.

La mentira está a favor de pequeñas castas privilegiadas y contra inmensas masas de desahuciados. Y puede ser que, pese a las mentiras, llegue el momento en que el vasto rebaño deje de creer en fábulas y se convierta en una tumultuosa manada de rebeldes ovejas negras. Qué importa si en realidad viene el lobo.

Temas recomendados:

 

Camilo(gibaw)16 de diciembre de 2020 - 01:36 a. m.
Una de las mejores columnas de estos últimos meses de todo el espectador. "Los medios de información (o de desinformación, según sus relaciones con el poder, cualquiera que este sea) parecen estar..." es un párrafo para la posteridad. Lo copiaré y repetiré por los medios hasta el cansancio. Gracias.
Javier Dairo(17568)15 de diciembre de 2020 - 10:24 p. m.
EXCELENTE, PRECISA Y CONTUNDENTE COLUMNA, No. obstante Conscientes de que estamos en tiempos de: La KGB,La Gestapo, El III Reich, o sea en LaCosaNostraColombiana del Exsenador y ExpresidarioAUV,toca ESPERAR, no salgan los: Tontos de Capirote Mal Pagos Operarios de la BODEGUITAFURIBESTIA a Insultar y tergiversar la OPINIÓN y COMENTARIOS cierto Señores del DEMOCRÁTICO FORO?.-
Javier Dairo(17568)15 de diciembre de 2020 - 10:23 p. m.
PERO ES,Muy satisfactorio ver como LasUltraderrechas, van cayendo estruendosamente ante EL INATAJABLE,AVANCE de LAS IZQUIERDAS MODERADAS, No. mas miremos como en los EE.UU, también cayeron y, lo mejor es que Gano, EL PETRISMO y, EL CASTROCHAVISMO!!!, soplan vientos de PROGRESO Y DESARROLLO, cierto amigos de este tan DEMOCRÀTICO FORO ?.
  • Javier Dairo(17568)15 de diciembre de 2020 - 10:25 p. m.
    Hagan lo que hagan, Digan Lo Que Digan Del, Exsenador y Expresidario10817985AUV,De “Lalafar”,De Petro,De Marrulanda,De FalsardoY,Sea como Sea, o, como haya sido TOTAL, seguiremos Exclamando, Convocando e Invitando Diciendo, “GUSTAVO FRANCISCO PETRO URREGO PRESIDENTE y el Mejor ExGobrnador CAMILO ROMERO VICEPRESIDENTE 2022-2026 POR UNA COLOMBIA Mucho MAS HUMANA Y MAS DIGNA".-
Walter(32014)15 de diciembre de 2020 - 06:36 p. m.
Ojo al 2022 ovejas negras..! Los lobos del uribismo siguen aliados con los pastores.
Alonso(66090)15 de diciembre de 2020 - 05:10 p. m.
En este panorama desolador hay medios y periodistas que resisten, solitaria y heroicamente a ser silenciados, borrados, sepultados bajo la avalancha de infamias, mentiras y persecuciones. A manera de ejemplo en Colombia están medios como Noticias Uno, El Espectador y periodistas independientes como Gonzalo Guillén y Julián Martínez. Ellos merecen y necesitan todo nuestro apoyo.
Ver más comentarios
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
Aceptar