Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Cromos

                          Vea

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Suscriptores

                                      Beneficios

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Empleos

                                                                                                    Descuentos

                                                                                                      Idiomas

                                                                                                      EE ADS

                                                                                                        Cursos y programas

                                                                                                          Más

                                                                                                          Blogs

                                                                                                            Especiales

                                                                                                              Descarga la App

                                                                                                                Edición Impresa

                                                                                                                  Suscripción

                                                                                                                    Eventos

                                                                                                                      Pauta con nosotros en EE

                                                                                                                        Pauta con nosotros en Cromos

                                                                                                                          Pauta con nosotros en Vea

                                                                                                                            Avisos judiciales

                                                                                                                              Preguntas Frecuentes

                                                                                                                                Contenido Patrocinado
                                                                                                                                15 de noviembre de 2022 - 12:01 a. m.

                                                                                                                                Huelga y muerte de la señorita Betsabé

                                                                                                                                Cuatrocientas señoritas, tejedoras, urdidoras, rebeldes ellas, unas adolescentes, otras en la niñez, algunas ya “mayorcitas”, pasaron a la historia de Colombia como las protagonistas de la primera huelga en el país, al despuntar los llamados “años locos y felices”. Estrenaron la reciente ley, la 78 de noviembre de 1919, que consignaba el derecho a la huelga, en tiempos en que artesanos (sastres, zapateros), braceros, mineros, ferroviarios ya habían alzado su voz de protesta y realizado paros contra diversos atropellos laborales.

                                                                                                                                Pero fueron las trabajadoras de la Fábrica de Tejidos de Bello (tuvo otras razones sociales) las que, con su huelga de veintiún días (empezó el 12 de febrero de 1920) quedaron inscritas en la historia de la dignidad y de las lides proletarias. Betsabé Espinal, su máxima dirigente, era una “negrita avispada”, bonita ella, hija “natural” de Celsa Julia Espinal, de tremendo carácter y personalidad para poner en sitio a los dueños de la factoría y a tres “capataces”, chantajistas y perseguidores de obreras.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                Las muchachas de la textilera (primera fábrica del ramo fundada en el Valle de Aburrá) se soliviantaron contra la tiranía del gerente Emilio Restrepo Callejas, alias Paila, del cual, años antes del formidable estallido de la huelga, se había quejado Carlos E. Restrepo (otro accionista de la empresa) por su autoritarismo y arrogancia, y contra las maniobras groseras de tres capataces a los que ellas habían bautizado como “caciques”.

                                                                                                                                La rebelión de las “purísimas virgencitas” obedeció, también, a otros desafueros, como las largas jornadas de trabajo (“de sol a sol”) y la prohibición de trabajar calzadas, en tiempos en que ya los discursos higienistas promulgaban la necesidad de zapatos en la prevención de enfermedades, y cuando, por ejemplo, en Medellín ya había fábricas de tales prendas, como la llamada Rey Sol. El extraño estallido de una huelga, además de obreras “puras y castas” (la factoría también empleaba a cerca de cien obreros, muchos de los cuales actuaron como esquiroles), convocó el “cubrimiento” de periódicos y revistas, como la solidaridad de amplios sectores de la población.

                                                                                                                                Reporteros de El Espectador (como el llamado El curioso impertinente), El Luchador (periódico socialista), El Correo Liberal, La Defensa, El Social y otros, “cubrieron” el insólito acontecimiento, en tiempos de impulso ideológico eclesiástico del “modelo mariano” y de “reinas del hogar”, como de otras designaciones en que, en todo caso, jamás se pensó que pudieran acometer una tarea descomunal como una huelga; además, de señoritas. Porque era una exigencia patronal que no fueran casadas y, menos aún, madres solteras. Eran aquellas cuatrocientas mujeres las “puras virgencitas rebeldes”.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                Betsabé, erigida por su labia y su coraje como la gran jefa, la “justicia hecha mujer”, la “diosa de la libertad” y otros apelativos dados por los periodistas, alcanzó dimensiones colosales para que la denominaran la “Juana de Arco” colombiana. Betsabé, cuya madre, enloquecida, murió años después en el manicomio, se irguió como símbolo de una gesta descomunal para entonces. Allanó caminos imposibles. Y como mujer-antorcha, mujer-faro, rompió las tinieblas en que mantenían a los trabajadores los discursos eclesiales y los de los dueños de fábricas.

                                                                                                                                Las muchachas de Bello, con su cabecilla indómita, con su suerte de Policarpa obrera, escalaron la historia. Las “esclavas rebeldes y altivas, prófugas de la ergástula de don Emilio Restrepo” (así las calificó un escritor de El Luchador), batieron en franca lid a los dueños de la empresa y, en veintiún días de huelga, arrancaron reivindicaciones como la de echar de la fábrica a los “tres capataces esclavizadores” y acosadores. Hay, fuera de Betsabé, otras protagonistas, como Trina Tamayo, Adelina González, Carmen Agudelo, Teresa Piedrahita… todas “heroicas y viriles mujeres de Bello”, tal cual las calificó El Espectador.

                                                                                                                                Tras la histórica huelga de señoritas vino la invisibilización de aquella justa y, en particular, de Betsabé Espinal. Sobre estas mujeres que se resistieron a ser “mansas ovejas”, el olvido estuvo medrando durante mucho tiempo. Después, en especial a fines de la década del setenta, aparecieron rastreos y pesquisas y un inusitado interés por activar la memoria sobre aquellas mujeres que rompieron tutelajes y pastoreos.

                                                                                                                                Hace años, conocí en Bello una de las huelguistas, compañera de Betsabé. Me contó entonces que aquella extraordinaria líder, de la cual poco o nada se volvió a saber tras la “huelga de señoritas”, había muerto en Medellín, en su casa, ahorcada por su abundosa melena. Era un final heroico y romántico (eso lo cuento en mi novela Betsabé y Betsabé, publicada por la UPB). No fue así. El final también fue trágico, pero de otra manera.

                                                                                                                                Hace poco pasé por la casa en la que murió Betsabé Espinal, en el barrio Las Palmas, de Medellín. Faltaban unos días para cumplirse los noventa años de su muerte accidental. Nada en esa residencia de esquina recordaba a la legendaria muchacha que a los 23 años se elevó a los altares de la historia. Murió electrocutada por alambres de la luz, el 16 de noviembre de 1932.

                                                                                                                                Cuatrocientas señoritas, tejedoras, urdidoras, rebeldes ellas, unas adolescentes, otras en la niñez, algunas ya “mayorcitas”, pasaron a la historia de Colombia como las protagonistas de la primera huelga en el país, al despuntar los llamados “años locos y felices”. Estrenaron la reciente ley, la 78 de noviembre de 1919, que consignaba el derecho a la huelga, en tiempos en que artesanos (sastres, zapateros), braceros, mineros, ferroviarios ya habían alzado su voz de protesta y realizado paros contra diversos atropellos laborales.

                                                                                                                                Pero fueron las trabajadoras de la Fábrica de Tejidos de Bello (tuvo otras razones sociales) las que, con su huelga de veintiún días (empezó el 12 de febrero de 1920) quedaron inscritas en la historia de la dignidad y de las lides proletarias. Betsabé Espinal, su máxima dirigente, era una “negrita avispada”, bonita ella, hija “natural” de Celsa Julia Espinal, de tremendo carácter y personalidad para poner en sitio a los dueños de la factoría y a tres “capataces”, chantajistas y perseguidores de obreras.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                Las muchachas de la textilera (primera fábrica del ramo fundada en el Valle de Aburrá) se soliviantaron contra la tiranía del gerente Emilio Restrepo Callejas, alias Paila, del cual, años antes del formidable estallido de la huelga, se había quejado Carlos E. Restrepo (otro accionista de la empresa) por su autoritarismo y arrogancia, y contra las maniobras groseras de tres capataces a los que ellas habían bautizado como “caciques”.

                                                                                                                                La rebelión de las “purísimas virgencitas” obedeció, también, a otros desafueros, como las largas jornadas de trabajo (“de sol a sol”) y la prohibición de trabajar calzadas, en tiempos en que ya los discursos higienistas promulgaban la necesidad de zapatos en la prevención de enfermedades, y cuando, por ejemplo, en Medellín ya había fábricas de tales prendas, como la llamada Rey Sol. El extraño estallido de una huelga, además de obreras “puras y castas” (la factoría también empleaba a cerca de cien obreros, muchos de los cuales actuaron como esquiroles), convocó el “cubrimiento” de periódicos y revistas, como la solidaridad de amplios sectores de la población.

                                                                                                                                Reporteros de El Espectador (como el llamado El curioso impertinente), El Luchador (periódico socialista), El Correo Liberal, La Defensa, El Social y otros, “cubrieron” el insólito acontecimiento, en tiempos de impulso ideológico eclesiástico del “modelo mariano” y de “reinas del hogar”, como de otras designaciones en que, en todo caso, jamás se pensó que pudieran acometer una tarea descomunal como una huelga; además, de señoritas. Porque era una exigencia patronal que no fueran casadas y, menos aún, madres solteras. Eran aquellas cuatrocientas mujeres las “puras virgencitas rebeldes”.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                Betsabé, erigida por su labia y su coraje como la gran jefa, la “justicia hecha mujer”, la “diosa de la libertad” y otros apelativos dados por los periodistas, alcanzó dimensiones colosales para que la denominaran la “Juana de Arco” colombiana. Betsabé, cuya madre, enloquecida, murió años después en el manicomio, se irguió como símbolo de una gesta descomunal para entonces. Allanó caminos imposibles. Y como mujer-antorcha, mujer-faro, rompió las tinieblas en que mantenían a los trabajadores los discursos eclesiales y los de los dueños de fábricas.

                                                                                                                                Las muchachas de Bello, con su cabecilla indómita, con su suerte de Policarpa obrera, escalaron la historia. Las “esclavas rebeldes y altivas, prófugas de la ergástula de don Emilio Restrepo” (así las calificó un escritor de El Luchador), batieron en franca lid a los dueños de la empresa y, en veintiún días de huelga, arrancaron reivindicaciones como la de echar de la fábrica a los “tres capataces esclavizadores” y acosadores. Hay, fuera de Betsabé, otras protagonistas, como Trina Tamayo, Adelina González, Carmen Agudelo, Teresa Piedrahita… todas “heroicas y viriles mujeres de Bello”, tal cual las calificó El Espectador.

                                                                                                                                Tras la histórica huelga de señoritas vino la invisibilización de aquella justa y, en particular, de Betsabé Espinal. Sobre estas mujeres que se resistieron a ser “mansas ovejas”, el olvido estuvo medrando durante mucho tiempo. Después, en especial a fines de la década del setenta, aparecieron rastreos y pesquisas y un inusitado interés por activar la memoria sobre aquellas mujeres que rompieron tutelajes y pastoreos.

                                                                                                                                Hace años, conocí en Bello una de las huelguistas, compañera de Betsabé. Me contó entonces que aquella extraordinaria líder, de la cual poco o nada se volvió a saber tras la “huelga de señoritas”, había muerto en Medellín, en su casa, ahorcada por su abundosa melena. Era un final heroico y romántico (eso lo cuento en mi novela Betsabé y Betsabé, publicada por la UPB). No fue así. El final también fue trágico, pero de otra manera.

                                                                                                                                Hace poco pasé por la casa en la que murió Betsabé Espinal, en el barrio Las Palmas, de Medellín. Faltaban unos días para cumplirse los noventa años de su muerte accidental. Nada en esa residencia de esquina recordaba a la legendaria muchacha que a los 23 años se elevó a los altares de la historia. Murió electrocutada por alambres de la luz, el 16 de noviembre de 1932.

                                                                                                                                Ver todas las noticias
                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
                                                                                                                                Aceptar