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                                                                                                                                La masacre de las bananeras

                                                                                                                                El general Carlos Cortés Vargas, jefe militar y civil de la provincia de Santa Marta, frente a una multitud de no menos de 7.000 trabajadores de las bananeras de la United Fruit, conmina a los huelguistas, tras escucharse el último toque de una corneta: “Se va a hacer fuego en un minuto”. Una voz surge, corajuda, dentro de la muchedumbre: “Disparen ya, cabrones. Les regalamos el minuto que falta”.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                La compañía gringa, con un enclave colonial en el departamento del Magdalena, con el uso de métodos esclavistas y condiciones infrahumanas de trabajo para los obreros, contó con la obsequiosidad de varios gobiernos colombianos, pero, más aún, con el de Miguel Abadía Méndez. Este, ante las exigencias de reivindicaciones proletarias, militarizó la zona.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Después de la pavorosa represión contra los huelguistas, ¿cuántos fueron los muertos? Lo real y cruel es que hubo una masacre. Una de las peores en América Latina (donde antes de la de Ciénaga, se presentó la de la Escuela Santa María, en Iquique, Chile, de los trabajadores del salitre, en 1907).

                                                                                                                                En el libro Bananeras, testimonio vivo de una epopeya, del historiador y periodista Gabriel Fonnegra, se leen testimonios acerca de cómo hicieron desaparecer las decenas de cadáveres. “Comenzamos entonces a recoger los muertos. Hicimos el primer viaje hasta una playa denominada Callejón Ancho, donde había unos botes. Parece que se obligó a unos pescadores de Puebloviejo a llevar los cadáveres, unos 200, hasta el buque Pichincha, de la Armada, anclado como a una milla de la costa…”, cuenta Horacio Hernández, asignado al servicio del coronel Óscar Pérez.

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                                                                                                                                ¿Cuántos fueron los muertos? Para la “verdad” oficial, solo nueve. El mismo Cortés Vargas reconoce a 47. El embajador de Estados Unidos en Colombia, Jefferson Caffery, en un reporte al Departamento de Estado sobre lo ocurrido el 5 y 6 de diciembre de 1928, dice que, según la United Fruit Company, el número de huelguistas muertos supera los mil.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Esta semana se cumple otro aniversario de la masacre de las bananeras, ocurrida en Ciénaga entre el 5 y 6 de diciembre de 1928. Una posibilidad para seguir luchando contra el olvido, contra las mentiras y manipulaciones oficiales y homenajear la memoria de las víctimas. Los muertos en aquella masacre, nueve o 3.000, siguen clamando y reclamando justicia. Y son ejemplo imperecedero de las luchas por la dignidad y la transformación del mundo.

                                                                                                                                El general Carlos Cortés Vargas, jefe militar y civil de la provincia de Santa Marta, frente a una multitud de no menos de 7.000 trabajadores de las bananeras de la United Fruit, conmina a los huelguistas, tras escucharse el último toque de una corneta: “Se va a hacer fuego en un minuto”. Una voz surge, corajuda, dentro de la muchedumbre: “Disparen ya, cabrones. Les regalamos el minuto que falta”.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                La compañía gringa, con un enclave colonial en el departamento del Magdalena, con el uso de métodos esclavistas y condiciones infrahumanas de trabajo para los obreros, contó con la obsequiosidad de varios gobiernos colombianos, pero, más aún, con el de Miguel Abadía Méndez. Este, ante las exigencias de reivindicaciones proletarias, militarizó la zona.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Después de la pavorosa represión contra los huelguistas, ¿cuántos fueron los muertos? Lo real y cruel es que hubo una masacre. Una de las peores en América Latina (donde antes de la de Ciénaga, se presentó la de la Escuela Santa María, en Iquique, Chile, de los trabajadores del salitre, en 1907).

                                                                                                                                En el libro Bananeras, testimonio vivo de una epopeya, del historiador y periodista Gabriel Fonnegra, se leen testimonios acerca de cómo hicieron desaparecer las decenas de cadáveres. “Comenzamos entonces a recoger los muertos. Hicimos el primer viaje hasta una playa denominada Callejón Ancho, donde había unos botes. Parece que se obligó a unos pescadores de Puebloviejo a llevar los cadáveres, unos 200, hasta el buque Pichincha, de la Armada, anclado como a una milla de la costa…”, cuenta Horacio Hernández, asignado al servicio del coronel Óscar Pérez.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                ¿Cuántos fueron los muertos? Para la “verdad” oficial, solo nueve. El mismo Cortés Vargas reconoce a 47. El embajador de Estados Unidos en Colombia, Jefferson Caffery, en un reporte al Departamento de Estado sobre lo ocurrido el 5 y 6 de diciembre de 1928, dice que, según la United Fruit Company, el número de huelguistas muertos supera los mil.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Esta semana se cumple otro aniversario de la masacre de las bananeras, ocurrida en Ciénaga entre el 5 y 6 de diciembre de 1928. Una posibilidad para seguir luchando contra el olvido, contra las mentiras y manipulaciones oficiales y homenajear la memoria de las víctimas. Los muertos en aquella masacre, nueve o 3.000, siguen clamando y reclamando justicia. Y son ejemplo imperecedero de las luchas por la dignidad y la transformación del mundo.

                                                                                                                                Ver todas las noticias
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