Apoyo muchas de las reformas buscadas por Petro, pero estoy en contra de su propuesta de constituyente, que me parece innecesaria, improvisada, inoportuna, contradictoria, ambigua y riesgosa.
Es innecesaria, pues el problema para que el gobierno no logre sus cambios no está en la Constitución que, aunque requiere ajustes, es un marco normativo que Colombia apoya y es apropiado para lograr las transformaciones que necesitamos. Es más, la mayor parte de los ocho puntos que Petro señaló en un trino como propósitos de su constituyente, como la implementación del acuerdo de paz, la reforma agraria o el mejoramiento de la calidad de vida...