En una entrevista, el gran escritor Sergio Ramírez calificó de “broma macabra” las elecciones en Nicaragua. Y tiene razón pues esas elecciones fueron un chiste ya que los opositores fueron perseguidos y el resultado estaba prefabricado: ¿o alguien dudaba que Ortega y su esposa ganarían? Pero ese chiste es macabro pues es un paso más en la destrucción de la joven democracia nicaragüense.
Este proceso empezó con el ascenso a la...