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Entre la COP16 y Valencia: reflexiones urgentes para el futuro

Sandra Vilardy
06 de noviembre de 2024 - 05:05 a. m.
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"Si algo me quedó claro después de la COP16, y de la tragedia en Valencia, es que la respuesta (...) está en la sociedad civil": Sandra Vilardy
"Si algo me quedó claro después de la COP16, y de la tragedia en Valencia, es que la respuesta (...) está en la sociedad civil": Sandra Vilardy
Foto: EFE - Manuel Bruque

Los últimos días de octubre fueron muy reveladores sobre los retos que enfrentamos como sociedad. Por un lado Colombia, un país megadiverso, convocó en tiempo récord y de manera exitosa e histórica a casi un millón de personas en torno a una negociación que suele ser modesta en las ambiciones y fuerza para proteger la biodiversidad. Ya lo ha mencionado Manuel Rodríguez Becerra, si el Convenio de diversidad biológica fuera exitoso, no tendríamos la aceleración de las cifras de pérdida de biodiversidad como nos la siguen mostrando los reportes científicos más importantes. Pero la sociedad colombiana en su conjunto cumplió, acudió al llamado y la biodiversidad nos unió durante dos semanas de una manera muy esperanzadora. Cali fue en general el escenario de una muestra de civilidad y convivencia que nos recuerda que podemos hacer cosas juntos si algo nos convoca con propósitos superiores y con unos mínimos de acompañamiento institucional. Mi agradecimiento a la ministra Susana Muhamad, al alcalde Alejandro Éder y a todos los equipos.

Tanto la Zona Verde como la Azul fueron espacios para ver cómo los esfuerzos e inversiones de la cooperación internacional, de los recursos públicos y privados de las últimas dos décadas para fortalecer las capacidades en diversos territorios, sus gobernanzas y formas de vida para proteger la biodiversidad, han logrado crear procesos sociales muy virtuosos con niveles de madurez impresionantes: un afortunado y creciente capital social de nuestro país. Muchos critican que los recursos internacionales que llegan al país vía las agencias de Naciones Unidas o las grandes ONG internacionales se gastan en burocracia y poco llega a los territorios, pero lo que vimos en Cali fueron prácticas probadas, reflexiones profundas, propuesta concretas y liderazgos colectivos impulsado especialmente por mujeres campesinas, indígenas, afrodescendientes, técnicas de la conservación, mujeres de las empresas y de las autoridades ambientales, investigadoras y académicas, algo realmente esperanzador para nuestro país.

Otra cosa es lo que sucedió en la negociación y la eterna tensión en los temas financieros para fortalecer las capacidades de los países que más lo necesitan. Pareciera que los negociadores y sus superiores siguieran subestimando la aceleración de la pérdida de biodiversidad y lo que eso implica en términos sociales, económicos y de estabilidad del funcionamiento del planeta. Y mientras negociadores de la Unión Europea y otros países consideraban que no podían aceptar un nuevo fondo o varias de las proposiciones financieras, la tragedia que se vivía en Valencia nos recordaba a todos cómo la crisis climática se agudiza en territorios que han perdido las funciones ecológicas, como la de regulación hídrica, y vuelven extremadamente vulnerables a la sociedad.

El clima cambió. El calentamiento de la atmósfera y el océano está acelerado desde el año pasado, los modelos climáticos no se ajustan y seguimos perdiendo también de manera acelerada la naturaleza que puede servirnos como amortiguador de esa aceleración termodinámica. ¿Estamos preparados, como sociedad, gobiernos o empresas para esta nueva realidad? Si algo me quedó claro después de la COP16, y de la tragedia en Valencia, es que la respuesta adaptativa, flexible, resiliente y compasiva está en la sociedad civil, mientras los gobiernos a diferentes escalas aún no se ponen a la altura de las necesidades de una sociedad que necesita con urgencia a la naturaleza para adaptarse a los efectos del clima.

 

Alberto(3e9b0)07 de noviembre de 2024 - 12:04 a. m.
Señora Vilardy, aunque es encomiable lo que se hizo en Cali durante la COP16 y con todo lo maravilloso que ahi sucedió, ciertos personajes del periodismo y de la política tuvieron que morderse la lengua y cerrar la boca. Leo con sorpresa que su reseña da crédito, muy merecido por cierto, al alcalde de Cali, a la ministra Muhamad y "a todos los equipos", sin embargo deja usted por fuera a Gustavo Petro, quien fue el gestor y propulsor del evento. ¿Es esto deliberado o un mero olvido?
  • Pedro Juan Aristizábal Hoyos(86870)07 de noviembre de 2024 - 02:30 a. m.
    Buena pregunta
haji(3766)06 de noviembre de 2024 - 11:27 p. m.
Todo de mal en peor.
Mario(196)06 de noviembre de 2024 - 07:51 p. m.
El aprovechamiento esta a nivel municipal en manos de alcaldes y consejos. Su tarea es integrar las areas naturales de sus municipios a la oferta turistica, recreativa y productiva de los municipios. Lo ambiental da plata y es plata. Una oportunidad perdida en espera de ser aprovechada. Es una verguenza pedirle a los europeos que envíen plata de sus impuestos a unos municipios en colombia para aprovechar recursos que ni sus propios autoridades municipales tienen en cuenta.
  • Felipe(94028)06 de noviembre de 2024 - 08:33 p. m.
    D. Mario: España recibe 85 millones de turistas. Llevan 70 años trabajando el turismo, tienen bellas ciudades históricas, seguridad, infraestructuras y 638 playas con calidad "Bandera Azul" (Colombia tiene 7), pero tiene algo que jamás tendremos aquí: Muchos países ricos a 2 o 3 horas de avión. Con todo eso, el turismo solo supone el 13% de la economía española (PIB) y sigue siendo un país medio pobre. Con 9 millones de habitantes más que en 2005 (migrantes) en 20 bajó sus emisiones un 22%.
Felipe(94028)06 de noviembre de 2024 - 07:41 p. m.
Hablar de "sociedad civil" es hablar de nada, pero criticar a Europa es sumamente injusto, es la única región que redujo la emisión de contaminantes, porque el parlamento europeo promulgó leyes que obligan a los 27 países en su reducción. La articulista, por cobarde o por hipócrita, se mete con Europa, pero no se mete con China, USA, Rusia, Irán o India, que emiten el 60% de todos los gases de efecto invernadero del mundo y no hacen nada para evitarlo. Si USA hacía poco, con Trump hará cero.
Felipe(94028)06 de noviembre de 2024 - 07:33 p. m.
La Unión Europea reclama que China, la mayor economía mundial, mayor contaminador del planeta, y emisor de un tercio de todos los gases de efecto invernadero del planeta, contribuya con su cuota parte de los 100.000 millones de dólares comprometidos en la ONU para la lucha contra el cambio climático. La articulista no reclama nada a China, EE. UU., Rusia e India, que suman el 60% de la emisión de gases, mientras que Europa es la única región que aplica medidas efectivas para reducirla.
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