Los datos y las cifras hoy, más que nunca, están ayudando como ejercicio pedagógico, aunque tardío, a sintonizar a muchos sobre los cambios acelerados y las repercusiones profundas que tiene el clima. Los datos asociados al aumento de la temperatura, la disminución de las lluvias y su efecto en el almacenamiento de agua para acueductos e hidroeléctricas, nos recuerdan de manera contundente que la sociedad y la economía son profundamente dependientes del funcionamiento de los ecosistemas y su interacción con el clima que ya cambió.
¿Notarios del desastre?
24 de abril de 2024 - 09:05 a. m.