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                                                                                                                                La receta Duque

                                                                                                                                Bajo el gobierno de Iván Duque, Colombia se ha convertido en punta de lanza de la estrategia para terminar de hundir no al gobierno de Maduro, sino a la ya destruida sociedad venezolana. Es socio importante en la fracasada estrategia de Trump de “tumbar” al “títere de los Castro”.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Por eso, Duque cumple a la perfección su papel de contribuir, aún más, a prolongar el calvario que vive el vecino país, haciendo eco de una estrategia miope, de corto plazo, que busca la reelección de Trump. Si hubiera menos ideología y más pragmatismo e independencia, Colombia debiera contribuir a la resolución de un conflicto político que cada día es más agudo y golpea sin misericordia al bravo pueblo. Debiera ser un país mediador, dispuesto a buscar una salida democrática, alejada de aventuras golpistas o de insólitos llamados a la intervención militar.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Eso rompió en mil pedazos cualquier posibilidad de juego electoral y radicalizó a los dos bandos: por una parte, deslegitimación política y sabotaje económico, con ausencia significativa de trabajo de masas; por otra, expropiaciones arbitrarias, utilizadas como instrumento de retaliación contra enemigos políticos, consolidación de un poder autoritario, y decisiones troperas, sin respeto por normas y procedimientos legales, como el caso de la cancelación inapelable de la licencia del canal RCTV.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                ¿La clase dirigente colombiana, a izquierda y derecha, ha mirado con detenimiento el drama venezolano?

                                                                                                                                Duque no parece entender la esencia de la debacle de nuestros hermanos, resuelta de manera simplista como “los estragos del castrochavismo”. Y es preocupante, porque en una victoria electoral de, digamos, Gustavo Petro, o de un movimiento alternativo, ¿cuál será la respuesta de los derrotados? ¿Recuperar a sus bases perdidas en una paciente labor de trabajo político, o acudir a las vías de hecho?

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Juega de nuevo a crear pánico. La realidad es muy otra: las antiguas huestes del finado Manuel Marulanda Vélez han sido un fracaso como alternativa electoral, pero han pagado un precio muy alto al apostarle a la paz y a la desmovilización, en medio de una combinación de sangre y traición a lo acordado en La Habana.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Bajo el gobierno de Iván Duque, Colombia se ha convertido en punta de lanza de la estrategia para terminar de hundir no al gobierno de Maduro, sino a la ya destruida sociedad venezolana. Es socio importante en la fracasada estrategia de Trump de “tumbar” al “títere de los Castro”.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Por eso, Duque cumple a la perfección su papel de contribuir, aún más, a prolongar el calvario que vive el vecino país, haciendo eco de una estrategia miope, de corto plazo, que busca la reelección de Trump. Si hubiera menos ideología y más pragmatismo e independencia, Colombia debiera contribuir a la resolución de un conflicto político que cada día es más agudo y golpea sin misericordia al bravo pueblo. Debiera ser un país mediador, dispuesto a buscar una salida democrática, alejada de aventuras golpistas o de insólitos llamados a la intervención militar.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Eso rompió en mil pedazos cualquier posibilidad de juego electoral y radicalizó a los dos bandos: por una parte, deslegitimación política y sabotaje económico, con ausencia significativa de trabajo de masas; por otra, expropiaciones arbitrarias, utilizadas como instrumento de retaliación contra enemigos políticos, consolidación de un poder autoritario, y decisiones troperas, sin respeto por normas y procedimientos legales, como el caso de la cancelación inapelable de la licencia del canal RCTV.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                ¿La clase dirigente colombiana, a izquierda y derecha, ha mirado con detenimiento el drama venezolano?

                                                                                                                                Duque no parece entender la esencia de la debacle de nuestros hermanos, resuelta de manera simplista como “los estragos del castrochavismo”. Y es preocupante, porque en una victoria electoral de, digamos, Gustavo Petro, o de un movimiento alternativo, ¿cuál será la respuesta de los derrotados? ¿Recuperar a sus bases perdidas en una paciente labor de trabajo político, o acudir a las vías de hecho?

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Juega de nuevo a crear pánico. La realidad es muy otra: las antiguas huestes del finado Manuel Marulanda Vélez han sido un fracaso como alternativa electoral, pero han pagado un precio muy alto al apostarle a la paz y a la desmovilización, en medio de una combinación de sangre y traición a lo acordado en La Habana.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Ver todas las noticias
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