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Mentir para justificar la crueldad

Sergio Otálora Montenegro
01 de febrero de 2025 - 05:05 a. m.
"La mentira es la estrategia y la manera cómo gobierna esta cepa fascista que ha llegado a manejar -y manipular de manera grotesca- la potencia que sigue siendo una máquina de innovación y de producir cantidades infinitas de dinero".
"La mentira es la estrategia y la manera cómo gobierna esta cepa fascista que ha llegado a manejar -y manipular de manera grotesca- la potencia que sigue siendo una máquina de innovación y de producir cantidades infinitas de dinero".
Foto: EFE - WILL OLIVER
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MIAMI.- Millones de peligrosos criminales, que roban y asesinan, han invadido las calles de las principales ciudades de Estados Unidos. Ellos provienen de México, Venezuela, El Salvador, Guatemala, Colombia, y otros países que ni siquiera se pueden ubicar en el mapa, porque sus gobiernos abrieron las cárceles e instituciones mentales, para mandarnos lo peor a la frontera sur, y líderes débiles como Biden los dejaron entrar, y ahora estos ilegales extranjeros contaminan la sangre de nuestro país. Palabras más, palabras menos, el presidente Trump duró más de un año diciendo esa mentira y la ha vuelto a repetir por estos días, sin el más mínimo escrúpulo.

Lo grave y devastador es que a partir de esa enorme mentira no sólo el nuevo gobierno se inventó unas órdenes ejecutivas para controlar una crisis que no existe en las dimensiones que la pintan el nuevo inquilino de la Casa Blanca y sus aliados, sino para darle vía libre a la persecución y la crueldad. Los testimonios de los indocumentados que aterrizaron en Guatemala, Brasil, México o Colombia tienen elementos en común: el maltrato, la humillación, las esposas, las cadenas, como si fueran peligrosos criminales.

El mismo sujeto naranja -entre más poder tiene más se profundizan sus colores artificiales- dijo que nuestros compatriotas que viajaban en el famoso avión militar de Estados Unidos eran peligrosos delincuentes y “capos”. Como bien se vio en vivo y en directo, ninguna de esas personas que llegaron en aeronaves militares de Colombia tenían antecedentes penales, ni aquí ni allá. Entrar sin documentos o dejar vencer la visa son infracciones civiles que pueden conducir a la deportación.

Los delitos más comunes de los indocumentados en este país son, en su orden, infracciones de tránsito, venta o consumo de droga al menudeo y haber reingresado por la frontera sur después de una deportación. No más del tres por ciento de la gente sin papeles tiene acusaciones o condenas por asesinato o secuestro. Las redadas que está haciendo la policía de inmigración (ICE, por sus siglas en inglés) en las ciudades de mayor concentración de inmigrantes, son indiscriminadas, y en ellas están deteniendo residentes, ciudadanos y otras personas con estatus migratorio. Para Trump y su séquito, el problema no es la “ilegalidad”: es el hecho de que, para ellos, existe un reemplazo étnico, es decir, que los demócratas, “marxistas” y “radicales”, de manera deliberada, dejaron entrar toda “esta gente” para acabar con la hegemonía blanca y, además, dejarlos votar de manera fraudulenta. Es una contaminación que hay que cortar de raíz.

Y la última propuesta es aterradora: enviar 30.000 indocumentados a la cárcel de Guantánamo. Palabras más, palabras menos, abrir un campo de concentración para “ilegales”.

Maria Elvira Salazar, congresista cubano estadounidense, fiel seguidora de Trump (y quien está con esa propuesta de confinamiento) no sabe ahora cómo hacer para justificar que su jefe político va a quitarles todos los beneficios migratorios a cubanos, venezolanos, nicaragüenses y haitianos, es decir, a los compatriotas indocumentados que conviven con su base electoral, los que votaron por el caudillo republicano con la idea de que les iba a mejorar su situación económica y acabar con Díaz Canel en Cuba; la siniestra pareja de dictadores en Nicaragua, y con Maduro en Venezuela. En Florida, segun la ACLU (la Union de Libertades Civiles de Estados Unidos), “hay 700 mil familias con estatus migratorio mixto, y cerca de 250 mil ciudadanos viven con un familiar indocumentado”, es decir, mi primo votó por Trump y ahora yo, que no tengo papeles, soy devuelto a Venezuela o Cuba, gracias al presidente que ayudó a elegir mi querido familiar.

Muchos de los encuestados durante la campaña presidencial de 2024, no creían que el actual caudillo que ocupa la oficina oval fuera capaz de atentar contra el derecho a la ciudadanía de los bebés nacidos en Estados Unidos, de padres indocumentados, o que no extendiera las protecciones migratorias a venezolanos o cubanos. Al tipo en realidad le importa un bledo la suerte de estos migrantes. Los desprecia a fondo. Su racismo es visceral. Se constata con sus declaraciones a raíz de la tragedia en Washington D.C, con el choque de un helicóptero militar y un avión de pasajeros, que produjo 67 muertes. Para Trump, la culpa de este accidente la tiene la política de diversidad, igualdad e inclusión, es decir, todos aquellos que no son blancos. Ni siquiera han recuperado todos los cuerpos, y apenas empiezan las investigaciones, y este sujeto se atreve a decir semejante falsedad.

La mentira es la estrategia y la manera cómo gobierna esta cepa fascista que ha llegado a manejar -y manipular de manera grotesca- la potencia que sigue siendo una máquina de innovación y de producir cantidades infinitas de dinero. Aunque no sin sobresaltos: China le acaba de salir con un nuevo producto de inteligencia artificial que le generó a la industria tecnológica estadounidense pérdidas por cerca de un billón de dólares (one trillion, en inglés) el pasado 28 de enero. A propósito: después de los mexicanos (23%), los indios (6%) y los chinos (5%) son el mayor número de inmigrantes en Estados Unidos. Chinos e indios ocupan posiciones importantes en Google, Apple, Tesla y Microsoft. Esta ola antiinmigrante, además de cruel y dañina, es torpe. No tiene futuro.

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Maritza(90207)02 de febrero de 2025 - 03:59 p. m.
La guerrilla y los paramilitares no dan tregua.No quieren que podamos vivir tranquilos en nuestro país,sin tener que migrar para ningún lado.
Jesús(90019)02 de febrero de 2025 - 12:50 p. m.
"cepa fascista" eso estuvo bueno
Yimmy(68264)02 de febrero de 2025 - 03:40 a. m.
Muy complicado todo esto, tanto para Colombia, como para el mundo con ese orate de Presidente que eligieron en US, no aparece todavía quién lo ponga en su sitio!
Felipe(94028)02 de febrero de 2025 - 01:47 a. m.
"Escapad gente tierna/Que esta tierra está enferma/Y no esperes mañana/Lo que no te dio ayer/ Que no hay nada que hacer/Toma tu mula, tu hembra y tu arreo/Sigue el camino del pueblo hebreo/Y busca otra luna/Tal vez mañana sonría la fortuna/Y si te toca llorar/Es mejor frente al mar". (Serrat). Indigno es un país de miseria y de asesinos, para el que no hay futuro y en el que millones de personas ya no creen en ningún mesías enajenado que promete imposibles, porque esa es la peor mentira.
Felipe(94028)02 de febrero de 2025 - 01:38 a. m.
Dice el ínclito e hipercafeinado Petro que los colombianos no deben ir a donde no los quieren. El problema es que su propio país tampoco los quiere, sino que los expulsa a buscar en otras tierras unas oportunidades y una seguridad que Colombia les niega. Todo es una gran mentira, no hay tal paz total ni se la espera, no hay cambio, este platanal de pobres y asesinos no es país de la belleza para su gente y mucho menos es potencia mundial de la vida, sino de la muerte.
  • conrado(xybxp)02 de febrero de 2025 - 12:52 p. m.
    Culpa de Petro,no sea imbécil.
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