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El agua fluye hacia donde está la plata


Tatiana Acevedo Guerrero
15 de septiembre de 2024 - 05:05 a. m.

El pasado lunes 26 de agosto amanecieron bloqueadas la vía a San Luis y la vía a la Loma, dos de las arterias por las cuales se transita San Andrés. “La comunidad pide agua”, explicó la radio local, “llevan más de dos meses que no la reciben”. Al día siguiente (martes 27), el gobernador Nicolás Gallardo llamó a la calma y aseguró: “a partir de mañana se restablecerá el suministro de agua a través de la red en toda la isla y se continuará con la distribución mediante carrotanques para asegurar que todas las áreas del Archipiélago reciban el vital líquido”. El día 28 los habitantes del sector de la Sagrada Familia bloquearon de nuevo la vía principal del barrio. “Hace tres días les habían prometido que les iban a llevar agua en carrotanques”, aclaró el periodista, “pero eso nunca pasó”. El jueves 29 las emisoras reportaron que se había logrado abastecer distintos puntos con 13 carrotanques y se vieron filas de personas perdiendo horas del día mientras hacían fila y llenaban baldes y pimpinas. Esa tarde, habitantes de Barkers Hill decidieron bloquear la vía principal del sector, pues a diferencia de otros barrios no recibieron el agua que les habían prometido.

Los bloqueos no son nuevos, pues se han registrado protestas iguales o mucho más masivas en 2023, 2022, 2021, 2020, 2019, 2018, 2017 y en 2016 (cuando habitantes de los barrios populares organizaron 11 protestas masivas).

Uno podría pensar que los problemas de agua se deben a que, con una superficie de 27 km2, la capital del archipiélago es una de las ciudades con mayor densidad poblacional de Colombia (la isla tenía 43.685 habitantes en los ochenta y hoy día tiene un poco más de 65 mil). Además, a diferencia de otras capitales densas, como Soacha, Sabaneta o Soledad, San Andrés no tiene ríos. Pero sería errado pensar que los problemas de agua de esta ciudad se deben exclusivamente a su crecimiento poblacional acelerado. Ni antes ni después de las olas de migración ha contado la totalidad de la población con suministro de agua potable durante las 24 horas del día.

Uno podría pensar que los problemas de agua se deben entonces a que, en general, las islas pequeñas del Caribe experimentan en medio de un presente climático complicado, la ocurrencia de sequías más frecuentes y severas. No obstante, no sólo otros departamentos nacionales áridos cuentan con un servicio más regular, sino que con el tiempo han aumentado las fuentes de agua que abastecen a San Andrés

Es decir, si bien es cierto que hay más gente y hace un clima menos predecible, la ciudad tiene hoy un mayor repertorio de soluciones tecnológicas a su disposición. A lo largo de su historia reciente San Andrés ha contado con dos fuentes principales: la lluvia y los pozos de agua subterránea. El agua subterránea se vende en carrotanque y se extrae con motobombas. Y antes de la crisis de 2016, en la que ciertos barrios pasaron 15 meses sin agua, la ciudad introdujo una tercera fuente: plantas desalinizadoras. El operador de agua, Veolia (una empresa transnacional francesa), es el encargado de la desalinización en la isla por ósmosis inversa, un proceso en el que se obtiene agua dulce del agua salada.

Un mayor volumen de agua no se tradujo, sin embargo, en mejor servicio para los barrios. Las familias raizales han sobrevivido históricamente de la lluvia que se almacena en cisternas. Comunidades migrantes de la Colombia continental que han hecho sus vidas en la ciudad recurren a carrotanques. Casi todo el mundo tiene que comprar aguas embotelladas.

El problema radica en que hoy, como antes, la distribución de agua se hace de una manera demasiado desigual. Tanto Veolia como empresas del pasado prestan el servicio a quien puede pagar. El agua (poca o mucha) se concentra en los conjuntos y edificios de sectores ricos, en establecimientos turísticos y comerciales. El “país de la belleza” no será de todos y todas hasta que no se garantice el agua potable.

 

Maritza(18452)15 de septiembre de 2024 - 11:01 p. m.
Muy importante información, cifras y argumentos. Gracias, Tatiana Acevedo, por visibilizar este tema. Parecida situación tiene Santa Marta, un paraíso turístico con características maravillosas, pero deficitario en agua para sus habitantes por fuera del sector turístico y residencial de estratos altos.
Carlos(12062)15 de septiembre de 2024 - 05:01 p. m.
¿Y qué hace el gobernador? ¿Está pintado? Ah no, es un "fantasma".
SÓTERO(26571)15 de septiembre de 2024 - 05:00 p. m.
El agua para los que la pueden pagar, igual que la salud y que la educación. En esta belleza de país el suministro de agua potable nunca fue garantía. Mucho menos ahora. Tatian lo viene predicando de tiempo atrás a tiempo que la institucionalidad hace siempre oídos sordos. Una precisión: Soacha, Sabaneta y Soledad si son densas, pero no son capitales.
Tomas 11(06010)15 de septiembre de 2024 - 04:53 p. m.
Muy buena Columna. En Colombia existen comunidades y municipios -como san Andres- afectados por una "pobreza Institucional" que explica la falta de soluciones a problemas tan básicos como la ausencia e insuficiencia de bienes y servicios públicos.
Julio(32719)15 de septiembre de 2024 - 04:36 p. m.
Grave problema para los isleños. Será muy caro sacarle lo salado al agua del mar. Que sacrificio para la gente pobre.
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