Berrionditas, hoy estamos de celebración. Adivinen: esta es la columna 900, o sea que cumplimos 16 años ininterrumpidos saliendo todos los domingos en este querido periódico.
Cada ratico hemos pensao tirar la toballa, hastiadas de repetir los mismos chistes porque la realidá colombiana produce los mismos chistes pues siempre es la misma realidá, el mismo chiste.
¿O no les parece un chiste que el presidente Petro proponga un Frente Nacional pa la pobre Venezuela? Pa los pipiolos que no saben qué fue el Frente Nacional en Colombia les contamos qué fue: una manguala.
Los liberales y los conservadores, mamaos de matase entre ellos se pusieron de acuerdo pa repartisen el poder cuatro años unos y cuatro años los otros y dejaron por fuera a los que no eran ni liberales ni conservadores y ahí nació la hijuemadre guerrilla: con los ninguniaos.
Pero volvamos a la celebración: 900 columnas no es cualesquier lagaña de mico, así salgan unas regulares, otras malas, otras pésimas y otras pasables… bueno, y alguna rescatable.
En los comentarios que nos hacen en la edición on line del periódico nos dicen de todo: travestis, cacorras, areperas, uribistas, petristas, tibias… lo mismo que le dicen a Claudia López.
Los más decentes nos dicen que estamos pasadas de moda y en decadencia, y nosotras les contestamos: Sí mor, estamos pasadas de moda desde que nacimos y en una decadencia lo más deliciosa.
A propósito de Claudia, será la prósima presidenta de Colombia y les vamos a decir por qué: los colombianos vamos a elegir a una mujer, y no vamos a votar por una mujer de izquierda ni una de derecha sino por una de centro-derecha o de centro-izquierda, y Claudia es de las dos.
Los colombianos no queremos más hombres en el poder porque todos se comportan como adolescentes y parecen jugando. Queremos probar a ver cómo nos va con una vieja, que somos más adultas.
Todos los días Tola y yo rezamos el santo rosario y le pedimos a Dios Nuestro Señor que nos dé vida y salú pa ver el debate presidencial de la segunda vuelta entre las candidatas Claudia López y Viqui Dávila.
Será un debate sensacional cuando Viqui le diga a Claudia: Doctora López, cómo la (lo) trato, ¿candidata o candidato? Y que Claudia le conteste: Tú tranqui, dime candi.
Pero cuando hemos estado a punto de renunciar a esta columna y mandar todo a la quinta porra, nos arrecordamos del gran Alberto Aguirre y su compañera Aurita López, que nos decían: Tías, siempre las leemos, en voz alta y en familia, como debe de ser.
En estas 900 apariciones hemos dicho muchas cosas de los políticos y la gente recuerda: que Pastrana no sirve ni pa expresidente. Que Uribe bregó a acabar con los pobres, pero que muchos se le escaparon…
Cuando nos piden alguna anécdota de todo este tiempo dando lora en El Espectador siempre contamos la vez que un hermano de Fabio Puyo (cuando la corrución estaba en buenas manos) nos denunció por injuria y calumnia.
Resulta y sucede que pusimos entre comillas algo que supuestamente dijo la esposa del susodicho, pero que la señora nunca lo dijo, y pues las comillas son los signos de puntuación más delicaos porque quieren decir literal.
Nuestro abogao nos dijo que podríamos ganar el pleito, pero nos dio culillo dar con un juez gramático que nos clavara por no saber usar las comillas. Entonces conciliamos pagando una plata que todavía nos arde.
En ese tiempo no había abogaos especialistas en vencimiento de términos… ¡cómo nos hubiera servido que Uribe nos prestara uno!
Ñapa: Petro reza todas las noches: Señor, en tus manos coloco el golpe de Estado que pasó y el que llega…
Gaza sigue doliendo.