Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Hoy le servimos de desayuno al nuevo inquilino del Palacio de Nariño: Armando Bienvendete… eh, Benedetti, que se hizo acomodar un catre junto a la cama de Petro quizque pa hablale al oído.
Precisamente ayer estuvimos conversando con el presidente y Tola le dijo: Ole Tavo, dejá de ser rehén de Benedetti, no te dejés chantajiar de ese corroncho, dejá que cuente todo.
Sí Gustavo -apoyé yo-, es pior que los colombianos nos tengamos que imaginar lo que sabe Armandito… dejalo que desembuche el entripao, que Tola y yo te tenemos ya la estrategia de defensa.
Sí Tavo, Maruja y yo le echamos cabeza y podemos alegar que Benedetti está loco, y es pilao de demostrar: tiene que estar muy corrido el que se venga de la bella Italia ganando en euros sin trabajar ¡y soltero!
¿Cuál credibilidá puede tener un tipo que ha recaído cuatro veces en el matrimonio? ¿Quién en sus cabales quiere probar cuatro cantaletas distintas, y de costeñas, que hablan duro?
Cualesquier juez se daría de cuenta que una persona cuerda no se somete a cuatro fiestas de boda pa que le regalen los mismos estuches del juego pa destapar vinos o que en la lluvia de sobres le metan billetes falsos.
¿Qué secretos tan graves te tiene pues Armandito? ¿Que él se consiguió con mafiosos los 15 mil millones que hacían falta pa la segunda vuelta? Queliace vos, desde Samper supimos que todos los presidentes han recibido plata de narcos pa la segunda vuelta, menos Santos, que fue más decente y le recibió a Odebrecht.
Un juez justo tiene que entender que ibas a perder la segunda vuelta porque todos los ricachones mandaron la plata pal difunto don Rodolfo y las grandes ciudades iban a votar contra vos, entonces no te quedó de otra que recibir esa plata pa salvar al país de Marelen.
Le podemos preguntar al juez: Señoría, con qué plata cree que ese día de votaciones el Parto Histórico iba a transportar desde sus veredas, palenques y resguardos a los pobres que votaron por Petro.
Además, cuando Armandito estalle el escándalo de la financiación mafiosa de tu segunda vuelta, los colombianos les vamos a dar gracias a esos narcos que nos dieron la oportunidá de probar la izquierda. No va a pasar nada Tavo, tú tranqui.
¿Cuál otra cosa sabe Armandito? ¿Que cuando te emborrachabas soltabas plumas y te vestías de mujer? Queliace, pior los que se emborrachan y violentan a las mujeres.
Y si Armandito cuenta que en la campaña, pa aguantar ese trajín, se metían al baño a tirar perico. Fresco Tavo, ya tenemos el argumento: Benedetti te engañó, te dijo que era bicarbonato, que sirve pa todo.
Y supongamos que se arme un escándalo el hijuemadre con la destapada de Benedetti. No te pensionés Tavo, los colombianos siempre tenemos en la manga otro escándalo más carnudo.
Y otra cosa Gustavo, tenemos un plan B: como ya el Congreso aprobó el divorcio por voluntá de uno de los dos mártires, vos te podrías divorciar de Benedetti y dejale la custodia de tu hijo Nicolás. Matás dos pájaros de un tiro.
En esas llegó a la cocina Armado Benedetti y Petro se retiró a sus aposentos. Armandito sacó de su pretina una licorera y brindó: ¡Por el tratamiento que empiezo pasado mañana!
Tías -nos dijo Armandito con voz copetona-, me voy a someter a rehabilitación… y les dije a Gustavo y a Laura que si nos metemos los tres nos hacen un descuento.
Armando Alberto -le dijo Tola-, qué te provoca pa desayunar: tenemos changua, tamal tolimense, calentao paisa o butifarras con yuca y suero costeño.
No tías -nos dijo Armandito-, yo no tengo hambre física… yo traigo es hambre burocrática. ¡Plop!
Rimember Gaza.