Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Adoradas abuelas,
Soy un hijo encartado pues no sé qué regalarle a mi cucha hoy Día de Madres porque ella es muy trabajosa y nada de lo que le doy le gusta. El año pasado le regalé un casco de motociclista y se emberracó y me dijo que ella para qué eso si no tiene moto. Qué egoísmo, sabiendo que yo sí tengo y me lo podría prestar. ¿Qué me recomiendan que le regale hoy? ¿Qué le gusta a una mamá, por Dios?
Atentamente,
El hijo de Nadia
***
Querido desgualetao,
Por su letra vemos que sumercé es capaz de regalale a su mamá una cachucha de Petro. Tola y yo le rogamos a nuestros hijos que no nos celebren el Día de Madres pa evitar problemas.
Es que vean lo que le pasó a Tola en su cumpleaños de abril. Pero dejemos que sea la misma Tola la que cuente, que ella tiene más chispa.
Gracias, Maruja. Efetivamente, mis hijos me visitaron en mi último cumpleaños... y quedé curada: no vuelvo a programar reuniones familiares en época de votaciones.
Yo tengo 11 hijos, nueve trabajan y dos son políticos: Didier Odulio y Jólman Francisco, uribista y petrista: o sea, se juntaron el hambre con las ganas de almorzar.
El almuerzo se empezó a “calentar” porque les hice lechona y Jólman arrancó a echar puyas: ¿cierto, amá, que ese pobre marranito se parece “al que dijo Uribe”?
Odulio se puso como un tomate y le contestó: menos mal vas a comer como les gusta a ustedes los socialistas, todo de gratis.
Amá, ¿sabés que te faltó pa que te quedara más idéntico? —volvió a la carga Jólman— Le hubieras puesto un peluquín canoso... haga de cuenta el candidato de estos lambones.
¿Lambón? —se embejucó Odulio— A vos que te debería dar vergüenza ser petrista: que los muchachos le crean a ese cuentero, vaya y venga, no lo conocen, pero vos, un mamón de 50 y pico comiéndole carreta al ojibrotao.
No pues —reviró Jólman—, te tapates con tu candidato “joven”, asesorao por las “juventudes conservadoras” de Pastrana y Ordóñez. Vos, un pobre y uribista: ¡qué oxímoron!
¡Más oxímoron será tu mamá, comunista pecuecudo!—vociferó Odulio—. Entonces ahí sí me metí yo, cuando me mentaron: ¡Un momentico, Jólman, haga el favor de respetar a su hermano mayor!
¿Cuál mayor, amá, si somos gemelos? —alegó Jólman—. Pero él salió de primero y te lleva casi 10 segundos, respetá. Y tu hermanito Odulio será uribista pero honrao, no lo insultés. ¿Cómo fue que le dijites? ¿Osi qué?
Oxímoron. Amá, ¿cómo puede ser seguidor de terratenientes un pobre diablo como Odulio, que no tiene tierra ni en las uñas? Eso sí es ser muy regalao en la vida, no friegue.
Regalao vos, izquierdista trasnochao, que te dejás dar bomba de un inepto que no administra un alquiladero de revistas... que no alimenta una lombriz ni dándole el barranco.
Ahí volví a meter la cucharada: ¿Vieron, par de jiqueretas? Mientras ustedes alegaban, su hermano vargasllerista se llevó la lechona.
Tus tías que te quieren,
Tola y Maruja
Posdata: abuelas uribistas denunciaron pérdida de la cédula en su propia casa. Juego limpio, porfa, nietos petristas.
Payola: todavía podés correr a una librería y regalale a tu mamá el libro “Tola y Maruja sin agüeros”. Le haremos “cosquillas en el cerebro”. Solo $35.000.