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Berrionditas, después del famoso consejo de ministros donde Petro se sentó en la palabra y hasta hizo carrizo, le alvertimos que si no buscaba ayuda siquiátrica Tola y yo decíamos todo.
Entonces se aculilló y nos dijo que sí, y de una llamamos a la Nueva EPS y nos contestaron quizque la cita más cerquita era pal 8 de agosto del 2026, siempre y cuando cancelara el usuario que ya la tenía.
Buscamos a la dotora Corcho, reputada tramitadora de citas médicas, y nos consiguió consulta en la EPS del Indio Amazónico con el dotor Simón de Jesús Froi, siquiatra y sobador.
Llegamos muy temprano al consultorio del dotor Froi, en una maloca ancestral de la avenida Caracas que güelía a incienso de palo santo y con una grabadora moliendo canciones de Pablus Gallinazus.
El dotor Froi, muy atildao y filipichín, con solo ver los ojos brotaos y vidriosos de Petro entendió la gravedá del paciente y de inmediato le indicó que se acostara en el diván.
Petro trató de recostase pero algo se lo impedía… Briegó de todas las formas y no lograba doblar las rodillas, hasta que Tola acató y le sacó del pantalón la espada de Bolívar.
Necesito un diagnóstico de su cuadro clínico, excelencia -le dijo muy mayestático el siquiatra al tiempo que le servía su dosis de café pa romper el yelo y soltar la lengua.
Dígame, presidente, ¿qué neurosis lo trae por aquí? Doctor, tengo alucinaciones -dijo Tavo con voz tembleque-… a cada rato se me aparece Papá Pitufo y con risita pícara me dice: ¡Soy tu proceso 8.000!* .
Cuéntamelo todo, presidente -le dijo don Simón Froi acariciándole el injerto capilar-. ¿Quién es ese tal Pitufo? Es un contrabandista, doctor, el papá de los contrabandistas -dijo Petro encaramando los pieses en el diván.
¡Haga el favor de bajar las patas del diván que me lo ensucia! -dijo el siquiatra sin ocultar su bilis. ¿Cómo conoció a Papá Pitufo, presidente? ¿Estuvo usted en Disneylandia?
No doctor, yo fui al Sanandresito de la 38 en compañía de Benedetti y el catalán Xavier Vendrell a comprar unos tenis pa Nicolás, el bueno, y me abordó un vendedor y me dijo: ¿qué zapatico busca el caballero?
Debo admitir que el vendedor tenía una pinta sui generis -siguió contando Tavo-: lucía un gorro frigio y zapatos pompones y trusa rojos y barba blanca, y su piel era de un azul de cielo portugués.
Yo me desentendí recatiando precios y al fin no compré nada pa no apoyar el contrabando, y cuando volvimos a casa Xavier traía un maletín que no le conocía y que resultó contener 500 palos en rama. De parte del cacharrero simpático pa tu campaña, dijo el catalán.
Entonces yo me coloqué serio y le dije: Xavier, el único autorizado pa recibir plata sospechosa es Armando, que es sin hígados… haga el favor y devuelve ese maletín ya. Y graba la devolución.
Encargué de grabar la vuelta al nieto de misiá Tola, Jáker Albeiro, pero después nos salió con que mandó el video al concurso de cortos de ficción de Cannes. Ojalá gane y lo podamos ver en la cinemateca.
Pero yo quiero es hablar de otra cosa, doctor Froi -dijo Petro incorporándose del diván-. Es que me contó el alcalde Char que a él se le apareció el oso Yogui, y nos preocupa que se junte con Papá Pitufo y saquen una historieta.
* Proceso 8.000 es el número del caso judicial de cuando Samper recibió plata del cartel de Cali, misma que recibió Pastrana, a según don Gilberto. Santos recibió del cartel de Odebrecht. Duque del cartel del Ñeñe. Y de Uribe no se sabe porque, como su abogánster, hizo las cosas bien.
¿Ya compraron sobre planos en Gaza?
